Bj?rk repasa su repertorio hasta lograr una apoteosis 'dance'
Fuera de la plaza de Las Ventas, Ignacio trafica con botellas de agua. "?Qu¨¦ pasa dentro?". "Canta una. Bjonk, o algo as¨ª, como el tenista, es una que hace pop muy raro, y va vestida que madre m¨ªa".
A Bj?rk (Reikiavik, 1965) se la puede definir de muchas maneras. "Es ¨²nica", dice Sebasti¨¢n, de 21 a?os, que ha venido de vacaciones desde Suiza, donde la diva islandesa no ha tocado nunca. "Es loca, especial, hay que acostumbrarse a su voz, pero despu¨¦s es lo mejor, y esos vestidos... ?son toda una declaraci¨®n de intenciones!".
Bj?rk apareci¨® ayer en un escenario decorado con estandartes medievales que luc¨ªan animalillos (la rana, el cocodrilo, el pajarito), ir¨®nico gui?o naturalista, dada la funci¨®n del recinto. Presidi¨® su entrada una corte de coristas y m¨²sicos de viento, con t¨²nicas de aires medievales de los colores de los teletubbies. Pero la sorpresa es siempre el vestido de la diva: en este caso, un tocado de pompones entre japon¨¦s, siglo XII, vikingo, asultanado... Una mezcla hist¨¦rica de referencias est¨¦ticas, que bien podr¨ªa llevar la reina Amidala, de La guerra de las galaxias.
En la plaza, no llena del todo, no se abrieron las gradas ni las andanadas; hab¨ªa un p¨²blico variopinto y alg¨²n fan entregado como Celia, de 23 a?os, que se hab¨ªa puesto un vestido hecho de s¨¢banas infantiles, que estaba esperando en el armario para esta ocasi¨®n: "A Bj?rk le encantar¨ªa".
La islandesa atac¨® la noche respaldada por unas llamaradas, se arranc¨® el tocado y sorprendi¨® con su voz desde el primer tema, Earth intruders, la primera canci¨®n de Volta, su sexto disco de estudio. Sin frusler¨ªas ni pausas entre canci¨®n y canci¨®n, y tan s¨®lo escuetos "gracias" seseados, Bj?rk cubri¨® todo su repertorio desgranando los temas del nuevo ¨¢lbum y mezcl¨¢ndolos con cl¨¢sicos reinterpretados para que la gente bailase y rompiese en palmas espont¨¢neas: Hunter, Pagan poetry y Army of me.
Bailona
Descalza, ya sin el aparatoso tocado, con la melena suelta y un vaporoso vestido de volantes met¨¢licos, Bj?rk estuvo m¨¢s bailona que de costumbre, recorriendo todo el suelo del escenario a base de dar saltitos y girar los brazos en el aire.
Sobre las tablas la acompa?aban una cl¨¢sica orquesta de viento, de un lado, y del otro, los programadores, con su aparataje electr¨®nico, entre el que se inclu¨ªa el ReacTable, un instrumento inventado por un equipo de la Universidad Pompeu Fabra que consiste grosso modo en un tablero, sobre el que se deslizan objetos para producir sonidos, y que luci¨® especialmente en el ¨²ltimo tramo del concierto en canciones como I miss you o Hyper ballad.
Seg¨²n la noche tocaba a su fin, los gorgoritos y el espect¨¢culo vocal en canciones como J¨®ga fueron dando paso a una apoteosis dance, en la que el l¨¢ser verde (algo retro) se disparaba como loco sobre el foso, donde la gente daba botes dignos de cualquier macropista ibicenca.
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