Tragedia en el Atl¨¢ntico
El naufragio en aguas del Atl¨¢ntico, a 90 millas de Tenerife, de un cayuco con un centenar de inmigrantes, de los que al menos 50 de ellos han resultado ahogados o desaparecidos, muestra una vez m¨¢s el lado m¨¢s dr¨¢matico, por lo que supone en p¨¦rdida de vidas humanas, del ya de por s¨ª terrible drama de la inmigraci¨®n irregular. Se trata del siniestro hasta ahora m¨¢s grave de los muchos que jalonan las rutas de inmigraci¨®n irregular que transcurren desde el ?frica subsahariana hasta las islas Canarias, como las que en a?os anteriores conflu¨ªan en el Estrecho de Gibraltar. La tragedia se hace todav¨ªa m¨¢s sentida por haberse producido a pesar de los esfuerzos llevados a cabo por el personal de dos barcos de Salvamento Mar¨ªtimo que, no obstante, pudo evitar que corrieran la misma suerte el resto de los ocupantes del cayuco ido a pique en medio de un mar enfurecido.
Afirmar que no hay muro capaz de oponerse al sue?o de una vida mejor es una obviedad, salvo que se quiera se?alar algo no menos obvio pero que, a veces, parece olvidarse: las medidas de contenci¨®n no bastan para frenar la inmigraci¨®n irregular; hacen falta tambi¨¦n medidas que, tanto en los pa¨ªses de origen como en los receptores, fomenten los flujos de una inmigraci¨®n legal y ordenada. En el caso de Espa?a, y a partir sobre todo de la vigente Ley de Extranjer¨ªa y del reglamento que la desarrolla -iniciativas en el primer caso del PP y en el segundo del PSOE-, esa combinaci¨®n de medidas se ha hecho cada vez m¨¢s visible en la pol¨ªtica migratoria. Y ha tenido efectos positivos tanto sobre el control de fronteras y la repatriaci¨®n de inmigrantes irregulares como sobre las v¨ªas legales de inmigraci¨®n, en especial el contingente o cupo anual de trabajadores inmigrantes, la contrataci¨®n individual nominativa y los contratos de temporada.
Saltan a la vista las dificultades que plantea la aplicaci¨®n de estas medidas a la inmigraci¨®n irregular procedente de los pa¨ªses del ?frica subsahariana, y que se han puesto de manifesto con la llegada masiva de cayucos repletos de inmigrantes de esos pa¨ªses o en la tardanza en resolver la crisis del Marine 1, el carguero interceptado hace cinco meses en aguas pr¨®ximas a Senegal con 369 inmigrantes de distintas nacionalidades a bordo. Las autoridades espa?olas, y en alguna medida las europeas, se han esforzado, con ¨¦xito limitado, en implicar a los pa¨ªses de origen y han aumentado los medios a¨¦reos y mar¨ªtimos para controlar y evitar tragedias como la ¨²ltima. Pero tendr¨¢n que seguir esforz¨¢ndose, sin olvidarse del aspecto humanitario del empe?o, como ha sucedido en el traslado tard¨ªo a Espa?a de los 10 inmigrantes del Marine 1 aquejados de graves dolencias psiqui¨¢tricas.
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