?Qu¨¦ pasa con el Comprom¨ªs?
La crisis vivida estos d¨ªas en el grupo parlamentario del Comprom¨ªs puede sorprender y preocupar a una parte de la ciudadan¨ªa, pero tiene causas concretas, analizables y comprensibles. Para poder entender qu¨¦ est¨¢ pasando conviene considerar el transfondo, el marco de los acontecimientos.
Recordemos que el parto del Comprom¨ªs fue largo y dif¨ªcil y fue mal defendido por la actual direcci¨®n del partido mayoritario: EUPV. Sencillamente, la ahora cuestionada Gl¨°ria Marcos y su equipo no deseaban el Comprom¨ªs. Lo aceptaron muy tarde y mal, como una fatalidad inevitable, ya que se cre¨® tal presi¨®n ciudadana y tal ambiente en los medios de comunicaci¨®n que bloquear el acuerdo tra¨ªa m¨¢s perjuicios que beneficios, incluso para los que no lo deseaban.
Ahora bien, EUPV s¨®lo acept¨® el pacto a nivel auton¨®mico y en unas pocas ciudades, justo donde menos poder tiene su aparato oficial. Por otra parte, Marcos impuso unas condiciones draconianas, abusivas, que el resto de socios tuvo que aceptar ante el peligro de que el pacto se frustrase, como en algunos momentos parec¨ªa que iba a ocurrir.
La Comisi¨®n Pol¨ªtica del Comprom¨ªs (¨®rgano de coordinaci¨®n del pacto que EUPV se ha resistido a convocar hasta pasado m¨¢s de un mes de las elecciones, pese a las peticiones de otros socios) se dise?¨® d¨¢ndole a EUPV el doble de representatividad que al Bloc (60% y 30%, respectivamente). Esta proporci¨®n resulta claramente desequilibrada, mucho m¨¢s despu¨¦s de las elecciones, que han mostrado a una EUPV en declive, en el l¨ªmite del 5% de representaci¨®n pol¨ªtica, y a un Bloc que se mantiene dignamente muy cerca de esa frontera. Seguir empe?ados en decir que el Bloc es la mitad de importante que EUPV es puramente surrealista. Tambi¨¦n se actu¨® de manera injusta al conferir un escaso 8% al partido verde de Peris y un incalificable 1% a nuestra organizaci¨®n, Els Verds-Esquerra Ecologista (un castigo a nuestra posici¨®n abiertamente pro-pacto, como interpretaron diferentes comentaristas pol¨ªticos). Acatamos lo que cre¨ªmos injusto y avasallador a cambio de conseguir un objetivo superior, m¨¢s all¨¢ de nuestros intereses partidistas: el Comprom¨ªs.
La letra peque?a del pacto tiene otras cl¨¢usulas abusivas y favorables a EUPV, que se aceptaron en ese contexto de "lo tomas o lo dejas". Seguir exigiendo fidelidad absoluta, sin matizaciones ni compensaciones, a la letra de ese pacto puede ser muy legal, pero no favorece ni la convivencia en el seno de la coalici¨®n ni su propio futuro o reedici¨®n.
Ante las pr¨®ximas elecciones generales (ya est¨¢n a la vuelta de la esquina), EUPV proclama de cara a la galer¨ªa que quiere reeditar el pacto. Sin embargo, esta afirmaci¨®n queda absolutamente vac¨ªa si no hay un cambio importante de actitud en esta organizaci¨®n. La actual direcci¨®n, que no reconoce fallos, que se mantiene inamovible y que margina a su sector cr¨ªtico, sabe perfectamente que si impone a un cabeza de lista poco atractivo para los dem¨¢s (por ejemplo, la secretaria general del PCPV) y establece unas condiciones tan asim¨¦tricas como en el pasado pacto, el Bloc no aceptar¨¢. Justo lo que desea Marcos; pero adem¨¢s podr¨¢ culpabilizar a los dem¨¢s de no desear un pacto que resulta inviable en las ¨²nicas condiciones que EUPV quiere ofrecer.
La ¨²nica v¨ªa para reeditar el pacto en las generales y tambi¨¦n para mantenerlo y reeditarlo en las auton¨®micas y municipales de 2011 es que EUPV cambie de direcci¨®n pol¨ªtica. Si esto no ocurre en breve, el Comprom¨ªs estar¨¢ muerto aunque se mantuviera formalmente durante cuatro a?os. Para que una coalici¨®n est¨¦ viva y a pleno rendimiento hace falta que todos los miembros se sientan c¨®modos, se sientan tratados con justicia, se les escuche. Hacer funcionar la apisonadora, imponer decisiones gracias a un sistema injusto de proporcionalidad, etc., se puede tolerar, pero no entusiasmar¨¢ a los dem¨¢s partidos. Con un 60% para EUPV y sin que pueda acceder a la Comisi¨®n su sector cr¨ªtico, las votaciones ser¨¢n muy previsibles.
Recordemos tambi¨¦n que la minor¨ªa cr¨ªtica en el seno de EUPV, aunque supera el 40%, se ve relegada en las decisiones fundamentales. Por ejemplo, pese a aportar dos diputadas y la mitad m¨¢s o menos de los concejales electos, no tiene ninguna representaci¨®n en la Comisi¨®n Pol¨ªtica del Comprom¨ªs (ni siquiera el 20%, que supondr¨ªa un tercio de la representaci¨®n de EUPV, por debajo de su importancia real, pero que dejar¨ªa claro que el Bloc, m¨¢s los renovadores de EUPV i Els Verds-EE, suponemos m¨¢s del 50%).
La ¨²nica manera de reeditar el pacto, de que dure hasta 2011 y que se renueve, es que este pacto se realice con los que realmente se lo creyeron en el pasado, se lo creen hoy y lo consideran imprescindible en el futuro para las fuerzas nacionalistas, de izquierda transformadora y ecologistas. El Bloc, los sectores cr¨ªticos de EUPV y nosotros consideramos necesaria esta v¨ªa. Ser¨ªa bueno que en el pacto estuviera la totalidad de EUPV, pero esto, ahora por ahora, resulta imposible sin cambios en la direcci¨®n de EUPV que parecen improbables. Si no se dan esos cambios, el Comprom¨ªs se habr¨¢ de reconstruir con una nueva y s¨®lida base: s¨®lo con aquellos que se lo creen de verdad.
Si no cambia la actual direcci¨®n de EUPV no s¨®lo llevar¨¢ a su partido al extraparlamentarismo y la marginalidad en cuatro a?os, sino que puede arrastrar en su ca¨ªda a toda la izquierda alternativa. Plantar cara a este destino, como hacen los compa?eros de EiP, puede parecer peligroso, aventurero o cruel. Pero lo realmente peligroso es que todo siga igual..., con la hegemon¨ªa del PP, el riesgo del bipartidismo total y la izquierda transformadora hundi¨¦ndose en lento pero imparable declive.
Carles Arnal es portavoz de Els Verds-Esquerra Ecologista del Pa¨ªs Valenci¨¤.
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