Ciudadana Fern¨¢ndez

Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, Cristina para los argentinos, es la primera dama del pa¨ªs del Plata por matrimonio con el presidente N¨¦stor Kirchner, pero, aparte de que no usa jam¨¢s ese t¨ªtulo, lo que ans¨ªa es convertirse en primera ciudadana; ganar las elecciones presidenciales del 28 de octubre, para lo que las encuestas la consideran pluscuam-favorita; a¨²n falta para el oto?o, pero con cerca de un 50% de intenciones de voto, aventaja en m¨¢s de 30 puntos a quien sea.

Fern¨¢ndez, de 54 a?os, e interesada casi obsesivamente por su imagen, lo que tambi¨¦n significa belleza f¨ªsica, lanz¨® el jueves su candidatura por el peronismo oficial. Su candidatura conduce inevitablemente a la evocaci¨®n de Evita. Pero la esposa del general Per¨®n, que nunca fue presidenta, era una amateur, eso s¨ª, muy intuitiva; mientras que Cristina es una pol¨ªtica profesional de los pies a la cabeza, que hac¨ªa que Kirchner fuera su marido antes que ella su esposa, por lo menos hasta que el cabeza de familia alcanz¨® la presidencia. Las pulsiones democr¨¢ticas de Eva Per¨®n pudieron ponerse m¨¢s de una vez en entredicho, pero no as¨ª las de la abogada Fern¨¢ndez; y, finalmente, el populismo de la candidata, que ella llama "modelo acumulativo y de inclusi¨®n social", suena a algo mucho m¨¢s elaborado que el desmelenamiento, aunque sin duda generoso, de la primera dama de los a?os cuarenta, o en tiempos m¨¢s contempor¨¢neos, que la t¨®mbola dadivosa que maneja el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez.

Si Cristina hace buenos los pron¨®sticos ser¨¢ la segunda mujer en alcanzar la presidencia de su pa¨ªs, tras Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez -tambi¨¦n de Per¨®n-, pero la antigua bailarina de cabar¨¦ lo fue por fallecimiento de su marido el presidente, en 1974, cuando ella era vicepresidenta; ser¨ªa, por tanto, la primera elegida por sufragio popular. Y aunque, de la misma forma que ella ha debido influir en la presidencia de su esposo, y ¨¦ste dif¨ªcilmente ser¨ªa un convidado de piedra si Fern¨¢ndez ganara en octubre, la candidata ser¨¢ presidenta ella sola. Y la izquierda latinoamericana, m¨¢s agreste que la socialdemocracia europea, pero no necesariamente bolivariana ni del siglo XXI, como la de Ch¨¢vez, se ver¨ªa, as¨ª, reforzada.