El rat¨®n y el gato

CINCUENTA D?AS DESPU?S de las elecciones auton¨®micas, la inexistencia de candidatos dispuestos a pasar la prueba de la investidura (la mayor¨ªa absoluta en primera vuelta o la mayor¨ªa simple en segundo turno, seg¨²n establece la enmienda de 26 de marzo de 2001 a la Ley de Reintegraci¨®n y Amejoramiento del R¨¦gimen Foral de Navarra) ha forzado una pr¨®rroga hasta el 18 de agosto; si despu¨¦s de esa fecha no hubiese presidente, se convocar¨ªan nuevas elecciones. Durante este tiempo, los socialistas navarros (PSN) han estado jugando al rat¨®n y al gato con la Ejecutiva del PSOE, por un lado, y los representantes de Nafarroa Bai (Na-Bai) y de IU, por otro. Pero las negociaciones entre el PSN y la coalici¨®n nacionalista (integrada por PNV, EA, Aralar y Batzarre), que hab¨ªan acordado incluso unas Bases para la constituci¨®n de un Gobierno para el Progreso de la Connivencia, desembocaron en ruptura cuando los socialistas -llegados en tercer lugar a la meta electoral- ofrecieron s¨®lo dos consejer¨ªas a Na-Bai y otra a IU, sobre un total de 12 departamentos, a cambio de la investidura de su secretario general, Fernando Puras.

Tras la ruptura de las negociaciones entre PSN, Na-Bai e IU, el Parlamento prorroga hasta el 18 de agosto el plazo para presentar candidatos a la presidencia de Navarra

Los prop¨®sitos ¨²ltimos de la confusa zarabanda escenificada por los socialistas en Pamplona y en Madrid son dif¨ªciles de adivinar. ?Fueron desde el principio las negociaciones del PSN con Na-Bai un coqueteo enardecedor, pero virginal, para crearle infundadas expectativas matrimoniales a la coalici¨®n y situarla despu¨¦s en el disparadero de la ruptura con provocaciones lesivas de su dignidad? La hip¨®tesis resulta demasiado retorcida. Es m¨¢s probable que los socialistas navarros -cuyo comit¨¦ regional se pronunci¨® abrumadoramente el 4 de julio a favor del entendimiento con Na-Bai- se vieran obligados a romper el noviazgo por las presiones del Gobierno y de la Ejecutiva del PSOE, preocupados a causa de las repercusiones del pacto en el resto de Espa?a.

Hab¨ªa buenas razones para prever la inmisericorde explotaci¨®n estereof¨®nica por el PP -durante la campa?a de las legislativas- del eventual acuerdo de gobierno de los socialistas con Na-Bai como una traici¨®n a Espa?a (Del Burgo dixit) y como un paso irreversible hacia la integraci¨®n de Navarra en el Pa¨ªs Vasco (una exigencia inmediata de ETA y una reivindicaci¨®n a largo plazo del PNV, EA y Aralar). Parad¨®jicamente, la ¨²ltima oferta -por lo dem¨¢s inviable- de Fernando Puras a Na-Bai para formar un gobierno de concentraci¨®n, conciliaci¨®n o convivencia de todas las fuerzas representadas en el Parlamento, a fin de sanar las heridas de una sociedad "aquejada de una notable fractura", no hace sino alimentar el paranoico temor de los populares a que "Navarra deje de ser Navarra" y pierda su propia esencia, situada por encima y al margen de los ciudadanos.

La deslealtad y la osad¨ªa de los populares no han respetado fronteras a este respecto: Miguel Sanz, presidente de la comunidad foral y de UPN (la marca navarra del PP) , invoc¨® incluso una conversaci¨®n confidencial con el Rey para blindar sus estrafalarias tesis. Sin embargo, la exigencia de que la coalici¨®n encabezada por Patxi Zabaleta -odiado por ETA y Batasuna- sea arrojada a un lazareto es absurda. PNV y EA gobiernan en el Pa¨ªs Vasco, y Aralar se escindi¨® de Batasuna por su condena del terrorismo de ETA: una sostenida doctrina del Constitucional mantiene que se puede propugnar el independentismo a condici¨®n de renunciar a la violencia y de emplear medios democr¨¢ticos.

A menos que PSN y Na-Bai -cosa improbable- reanudaran su interrumpido romance, UPN tiene ahora el viento a favor. El candidato de la sucursal navarra del PP podr¨ªa ser investido en segunda vuelta con la abstenci¨®n del PSN, si bien correr¨ªa el peligro de ser depuesto por una moci¨®n de censura conjunta de los socialistas, Na-Bai e IU despu¨¦s de las legislativas de marzo de 2008. Y si el Parlamento de Pamplona no lograse designar presidente antes del pr¨®ximo 18 de agosto y fuese preciso convocar nuevas elecciones auton¨®micas para el oto?o, las fuerzas pol¨ªticas m¨¢s favorecidas por las urnas ser¨ªan probablemente UPN y Na-Bai, corriendo el PSN con la peor suerte.