Wagner contra Wagner
Rencores, inquinas y rivalidades de familia. Tres biznietas del compositor compiten por heredar la direcci¨®n del prestigioso Festival de Bayreuth, que esta semana abre su 96? edici¨®n, en una lucha m¨¢s personal que art¨ªstica
Wolfgang Wagner, nieto del genial compositor y director art¨ªstico y econ¨®mico del Festival de Bayreuth, que el pr¨®ximo mi¨¦rcoles abre su edici¨®n n¨²mero 96, parece empe?ado en elevar la media de edad de jubilaci¨®n de los alemanes. El 30 de agosto, dos d¨ªas despu¨¦s de la clausura del festival de este a?o, Wagner cumplir¨¢ 88 a?os. Senil y achacoso tras haber sufrido un ataque de apoplej¨ªa, aquejado de artritis y una cierta sordera, recibir¨¢ una vez m¨¢s, vestido de elegante esmoquin y al lado de su segunda esposa, Gudrun, a la selecta concurrencia en la verde colina de Bayreuth, donde se encuentra el teatro que hizo construir su abuelo para representar sus ¨®peras con el dinero conseguido tras sus sablazos a m¨²ltiples mecenas.
Muchos trazan una l¨ªnea de Wagner a Auschwitz por su antisemitismo y la devoci¨®n de Hitler por su m¨²sica
Wolfgang Wagner ejerce desde 1951, junto a su hermano Wieland hasta la muerte de ¨¦ste en 1966 y solo desde entonces, la direcci¨®n art¨ªstica y econ¨®mica de este festival, que naci¨® en 1876. Y defiende con u?as y dientes su puesto vitalicio, que ahora pretende convertir en hereditario. Quiere dejarlo en manos de Katharina Friderike, hija ¨²nica de su segundo matrimonio, de 29 a?os, y directora de la ¨®pera que abre el festival, la favorita de Wolfgang, Los maestros cantores de Nuremberg. Ese estreno significa as¨ª para ella una especie de examen de sus cualidades.
Una vez m¨¢s, como se ha repetido a lo largo de los ¨²ltimos a?os, Bayreuth vive una lucha wagneriana por la herencia de la direcci¨®n del festival, que siempre ha estado en manos de la familia Wagner. Es una competici¨®n en la que se mezclan conceptos art¨ªsticos con rencores e inquinas familiares, sin que resulte posible separar unos de otros.
Los patronos del festival se reunir¨¢n en oto?o para debatir sobre la sucesi¨®n. En 2001 ya se pronunciaron, y lo hicieron de forma contundente: de los 24 que ten¨ªan derecho a voto, 22 apoyaron a Eva Wagner-Pasquier, hija de la primera mujer de Wolfgang, como su sucesora. Wolfgang se neg¨® a admitir la derrota, se acogi¨® a su condici¨®n de director de por vida y sigui¨® en el cargo mientras iba preparando el nido para Katharina. Esta joven de larga melena rubia y 1,90 de estatura, que parece la reencarnaci¨®n viviente de una de las valquirias de las ¨®peras de su bisabuelo, declar¨® hace unas semanas en la revista Stern: "No me siento demasiado joven, y me ver¨ªa en condiciones de hacerlo, pero hablamos en potencial. No es que mi padre me quiera en el puesto o yo misma. Hay una directiva de la fundaci¨®n, y ellos deciden". En una revista especializada de ¨®pera, Katharina insisti¨®: "Si las condiciones convienen y hay confianza en m¨ª, tengo confianza en m¨ª misma y lo har¨ªa".
Los 24 votos de los patronos de la fundaci¨®n se los reparten el Gobierno federal alem¨¢n y el Estado Libre de Baviera con cinco cada uno, cuatro corresponden a la familia Wagner y los ocho restantes (dos cada uno) est¨¢n en manos del Ayuntamiento de Bayreuth y diversos organismos de Franconia, la regi¨®n donde est¨¢n enclavados la ciudad y el teatro. La familia Wagner tiene prioridad para ocupar el puesto, salvo que no hubiese entre sus miembros un candidato adecuado. En este caso, se designar¨ªa a un extra?o, cosa que no se espera que ocurra por ahora.
A sus 62 a?os, Eva Wagner re¨²ne una larga experiencia internacional como directora en Nueva York, Londres, Par¨ªs y en su cargo actual en el festival de Aix en Provence, pero no renuncia a sus ambiciones de dirigir Bayreuth. "Por supuesto que sigo interesada. Bayreuth es parte de mi vida. Uno no renuncia a algo as¨ª", declar¨® estos d¨ªas. Ella y su hermano Gottfried, de 50 a?os, tomaron partido por su madre Ellen, fallecida en 2002, cuando su padre Wolfgang se divorci¨® para casarse con su secretaria Gudrun, 25 a?os m¨¢s joven. Se produjo una ruptura en la familia y una fenomenal pelea aireada a trav¨¦s de declaraciones y publicaciones. En un libro autobiogr¨¢fico publicado en 1997 con el t¨ªtulo El que no a¨²lla con el lobo, Gottfried realiza un terrible ajuste de cuentas con su padre y con Bayreuth. Wolfgang aparece como un tirano, col¨¦rico y golpeador, incapaz de liberarse de la carga del nazismo heredada de su madre Winifred, ferviente admiradora de Hitler hasta su muerte en 1980. Juega Gottfried en el t¨ªtulo de su libro con la palabra lobo (wolf, en alem¨¢n), que se puede aplicar tanto a su padre como a Hitler, al que los dos hijos de Winifred, Wieland y Wolfgang, llamaban "t¨ªo Wolf".
La sombra siniestra del nazismo siempre se asocia con Bayreuth. No cabe aqu¨ª recurrir a los saltos cronol¨®gicos. Wagner muri¨® en 1883, medio siglo antes de la subida de Hitler al poder. No obstante, el antisemitismo del compositor, la devoci¨®n de Hitler por su m¨²sica, su continua presencia en los festivales de Bayreuth y su profunda amistad con la nuera Winifred hace que muchos tracen una l¨ªnea que va de Wagner a Auschwitz. El ni?o Gottfried no entend¨ªa ni las palizas y la frialdad de su padre, ni por qu¨¦ le hac¨ªan callar cuando preguntaba por qu¨¦ los documentales nazis iban acompa?ados de la m¨²sica de su bisabuelo. "Anda y vete hacer los deberes". Su abuela Winifred fue quien provey¨® a Hitler, preso tras el intento de golpe de Estado en 1923, del papel en que escribi¨® Mi lucha.
El libro recoge un aspecto importante en la biograf¨ªa de Wolfgang: el odio casi cainita a su hermano Wieland. Escribe Gottfried que su padre no le dejaba jugar con sus primos, los hijos de su t¨ªo Wieland, y que siempre se refer¨ªa a su hermano en t¨¦rminos despectivos. Gottfried s¨®lo recuerda un abrazo paterno el d¨ªa de 1966 en que muri¨® Wieland y Wolfgang qued¨® como ¨²nico amo y se?or de Bayreuth. Los dos hermanos dirigieron al alim¨®n el festival desde su reapertura en 1951, seis a?os despu¨¦s del final de la II Guerra Mundial. Wieland estaba considerado como el poseedor del talento art¨ªstico, y Wolfgang de la capacidad comercial. Tras la muerte de Wieland, Wolfgang se lanz¨® con br¨ªo a escenificar las ¨®peras del abuelo, aunque todos coinciden en que nunca lleg¨® a alcanzar la calidad de su hermano.
La tercera biznieta que aspira a la herencia de Bayreuth -Wolfgag ya impidi¨® en 1999 que le sucediese- es Nike, de 62 a?os, la tercera hija de Wieland, poseedora de un extenso curr¨ªculo art¨ªstico. "Dirijo en Weimar [la emblem¨¢tica capital de la cultura alemana] un festival importante (...). Pero Bayreuth es parte de mi herencia y de mi identidad, y no me resulta indiferente los caminos que tome cuando termine la era Wolf-gang. El festival debe asumir sus responsabilidades art¨ªsticas a trav¨¦s de sus dirigentes. La continuaci¨®n din¨¢stica tiene tradici¨®n en Bayreuth, pero no basta con ser de la misma sangre s¨®lo porque haya funcionado bien como estrategia de marketing".
"Siembre he vivido en ambientes culturales y art¨ªsticos, y tengo experiencia en dirigir un festival m¨¢s complicado que el de Bayreuth", contin¨²a Nike. Si, como estipulan las normas se considera que soy apta gracias a este curr¨ªculo, estar¨ªa dispuesta a hacerlo". Lo que se pregunta es si el Consejo de la Fundaci¨®n busca "un nuevo esp¨ªritu (...) o cree que es un negocio en marcha, las excelentes ventas bastan y no hace falta plantearse una reforma estudiada". Y en este contexto critica a su prima Katherina: "Es el ejemplo de ni?o adiestrado para meterse en una cama preparada de antemano. Pero un d¨ªa la Fundaci¨®n tendr¨¢ que decidir si hablamos de arte o de un parque acu¨¢tico".
Los que estos d¨ªas trabajan con Katharina en la preparaci¨®n de su presentaci¨®n con Los maestros cantores de Nuremberg no escatiman elogios a la joven que ya dirigi¨® El holand¨¦s errante en Wurzburgo en 2004 y Lohengrin en Budapest el 2005. Conoce la ¨®pera de memoria, dicen, y parece haber establecido una grata din¨¢mica de grupo.
La joven trata de quitar el car¨¢cter de examen de su presentaci¨®n del mi¨¦rcoles, aunque reconoce que "desde un principio sab¨ªa que ambas cosas se unir¨ªan". "Pero un buen director no tiene que ser necesariamente un buen jefe del festival", declara. Katharina asegura que ella no tendr¨ªa nada en contra de una separaci¨®n de la direcci¨®n art¨ªstica y la econ¨®mica que ahora detenta su padre. No obstante, dice estar capacitada tambi¨¦n para la gesti¨®n y deja todas las puertas abiertas.
Pero, de momento, lo que le ocupa es su estreno, y ya es capaz de adelantar las reacciones: "Nunca hice una producci¨®n en la que no me abuchearan. Me asombrar¨ªa que esta vez no ocurriera lo mismo". En la entrevista con Stern insiste sobre la misma idea. "Yo ya s¨¦ lo que ocurrir¨¢ el 25 de julio despu¨¦s del estreno: saldr¨¦ a saludar y me abuchear¨¢n. No necesito una bola de cristal para pronosticarlo".
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