De la saga de los Vald¨¦s a la guitarra de Stanley Jordan

Bebo Vald¨¦s y su hijo Chucho funden sus pianos en lo que es su primera gira juntos, aunque ya se hab¨ªan unido con anterioridad en alguna ocasi¨®n. Puede que sea el plato fuerte de la semana que cierra en el Conde Duque un mes plagado de estrellas y que estos d¨ªas cuenta tambi¨¦n con El Cigala, Kool & The Gang, Al Jarreau con Georges Benson, adem¨¢s de una noche de gospel. El genial Stanley Jordan despide la semana en el recoleto club Clamores.

- Piano de Cuba. Casi nonagenario, Bebo Vald¨¦s es la figura capital del piano de Cuba, pa¨ªs que abandon¨® en los sesenta por motivos pol¨ªticos y sentimentales. Su hijo Chucho se qued¨® en la isla por lo contrario. Ambos, sin embargo, estaban destinados a encontrarse en el tiempo. Con diferencias, entienden el piano con la misma intensidad y vibraci¨®n: Bebo, un poco m¨¢s cl¨¢sico; Chucho, arrim¨¢ndose al jazz latino. Los dos se admiran y, podr¨ªa decirse, se copian. La vida les separ¨® y no se han juntado mucho para tocar. Ahora est¨¢n de gira con el quinteto de Chucho y la voz de Mayra Caridad, tambi¨¦n de la saga Vald¨¦s. Una de las citas m¨¢s interesantes en el Conde Duque.

- M¨¢s patio. Diego El Cigala va de otro palo, pero le debe mucho de su fama a Bebo Vald¨¦s, pues el disco que hicieron juntos, L¨¢grimas negras, donde la garganta flamenca se mezclaba con la sonoridad caribe?a, se califica ya de hist¨®rico. El Cigala tambi¨¦n est¨¢ esta semana en el Patio del Conde Duque y ah¨ª quiere dar a conocer en directo la continuidad de aquella obra maestra que ha titulado Dos l¨¢grimas. No est¨¢ Bebo, pero en el disco y en la actuaci¨®n le sustituye con solvencia el pianista dominicano Guillermo Rubalcaba.

- Figuras. La guitarra extraordinaria de Stanley Jordan se proyecta sobre el tiempo como una de las m¨¢s revolucionarias. Sorprendi¨® a finales de los setenta con su especial manera de tocarla, golpeando las cuerdas sobre los trastes y el m¨¢stil, en vez de rasgarlas, quiz¨¢ porque de peque?o hab¨ªa empezado a aprender a tocar el piano. Esa t¨¦cnica peculiar se denomin¨® tapping, y de ella se considera un maestro. Aparte, su m¨²sica, entre el jazz y la fusi¨®n, es apabullante, as¨ª que, mejor que en una gran audiencia de los mejores festivales del mundo, supondr¨¢ una grata experiencia poderle ver actuar en un garito tan reducido como el Clamores.

- De garitos. A pesar de la intensidad que puede vivirse en el Conde Duque, Madrid empieza a perder fuelle en cuanto a m¨²sica en directo. El verano empieza a hacerse notar y, frente a la ausencia de artistas de relumbr¨®n en grandes espacios, hay que recurrir de nuevo a los garitos, donde se crea el tejido cultural nocturno y que nunca falla en ninguna ¨¦poca del a?o. As¨ª, el peque?o club B¨²ho Real acoge a las cantautoras Conchita, Bel¨¦n Arjona y Esmeralda Grao. Tontxu y Marwan son las estrellas del Libertad 8, mientras que Jes¨²s Infante acude al Rinc¨®n del Arte Nuevo, Ricardo del Castillo al Moby Dick, Nacho B¨¦jar al Galileo, el cubano Julio Fowler al Clamores y su paisano, Karel Garc¨ªa, al C¨ªrculo.