El animal herido
No hay animal m¨¢s peligroso que el animal herido. Y si encima ese animal es una fiera de presa que a¨²na en un solo cuerpo la astucia de un zorro, la fuerza de un caballo y el car¨¢cter de un le¨®n, entonces ya no hablemos. Entonces, m¨¢s vale estar lejos si esa fiera empieza a agonizar y comienza a zarandearse agarr¨¢ndose con sus espasmos al ¨²ltimo hilo de vida.
?se es Vinok¨²rov. Un animal, adem¨¢s, multifac¨¦tico. Capaz de ganar en los Campos El¨ªseos en un arranque de potencia pura en el ¨²ltimo kil¨®metro. Y capaz de ganar una contrarreloj como la de hace unos d¨ªas, dura, larga, y con todos los elementos desatados en su contra, ?qu¨¦ m¨¢s le dar¨¢! O tambi¨¦n capaz de ganar toda una Vuelta a Espa?a, con todo el pelot¨®n espa?ol desbocado en su contra. Y ganando en esa Vuelta, por ejemplo -como ¨¦ste, ejemplos hay cientos- una etapa al sprint, como hizo en el exigente final de Lugo. O capaz de ser el m¨¢ximo favorito para una carrera tan exigente como el Tour de Francia. Favorito porque todos los corredores le temen, porque su gran arma es que puede hacer da?o en cualquier tipo de terreno.
Vinok¨²rov gan¨® en un ataque de rabia. Tambi¨¦n lo hizo en la crono de Albi, pero una crono siempre es diferente, se va a tope desde el principio hasta el final y se lucha contra el tiempo, no exactamente contra los rivales. Y ¨¦l, agresivo hasta m¨¢s no poder como es, es de los que les gusta ense?ar el diente a los contrincantes. Como volvi¨® a hacer ayer.
Hay quien cree que aquella maldita ca¨ªda que le revent¨® las rodillas nos priv¨® del mejor Vinok¨²rov. Que le aniquil¨®, que enterr¨® sus sue?os de grandeza y que le hundi¨® moralmente hasta el punto de que estuvo a punto de hacer la maleta y ver el Tour desde casa -cualquier otro corredor lo hubiese hecho-. Yo soy de la opini¨®n contraria. Yo creo que gracias a aquella desafortunada ca¨ªda estamos viendo lo mejor del gran kazajo: su casta. La que saca a relucir en cada una de sus acciones, y de la que tiene para dar y tomar.
Dec¨ªa su doctora despu¨¦s de verle las rodillas que es un milagro que pueda pedalear. Yo no las he visto, pero le creo, no tengo ning¨²n motivo para dudar. Pero se le olvid¨® a?adir a la doctora que no es que s¨®lo pedalee, sino que lo hace adem¨¢s muy r¨¢pido. Bueno... eso cuando puede.
Milagro hubiese sido si no hubiese tenido ning¨²n d¨ªa malo. Pero al final el kazajo termin¨® hincando la rodilla (nunca mejor dicho) anteayer. Milagros a Roma. Pero gracias a eso sali¨® ayer enrabietado, buscando la fuga buena y esperando pacientemente a la ¨²ltima subida de la etapa. Y una vez all¨ª sac¨® su casta a relucir para reivindicar que Vinok¨²rov, el animal herido, a¨²n sigue vivo en el Tour.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.