M¨¢s mastectom¨ªas de las necesarias
Las desigualdades sanitarias hacen que muchas mujeres no se beneficien de la cirug¨ªa conservadora
Cuando el c¨¢ncer de mama se detecta en sus estadios iniciales, no s¨®lo las posibilidades de curaci¨®n aumentan, sino que es posible extraer el tumor sin necesidad de mastectom¨ªa, es decir, sin amputar el pecho. Pero no todas las mujeres tienen en Espa?a las mismas oportunidades de beneficiarse de este avance. Las desigualdades territoriales hacen que el programa de detecci¨®n precoz no llegue igual a todas partes y muchos hospitales no tienen unidades de mama, por lo que en algunas zonas rurales se producen m¨¢s mastectom¨ªas que en las urbanas.
La tasa de cirug¨ªa radical se sit¨²a en Espa?a por encima de la media europea
Est¨¢ demostrado que conservar el seno no resta posibilidades de supervivencia
El c¨¢ncer de mama afecta en Espa?a cada a?o a m¨¢s de 16.000 mujeres; de cada ocho tumores que se diagnostican, uno es de mama, y se cree que una de cada 10 espa?olas desarrollar¨¢ c¨¢ncer de mama a lo largo de su vida. Aunque su incidencia aumenta desde los a?os ochenta en un 3% cada a?o, la mortalidad desciende una media de 1,4 %. La detecci¨®n precoz mediante programas de cribado o screening ha demostrado ser una de las herramientas fundamentales para luchar contra este tipo de tumor y mejorar la esperanza de vida de las pacientes. Cada a?o, el diagn¨®stico se hace de forma m¨¢s temprana y eso significa que, sumado a los nuevos tratamientos, el n¨²mero de mujeres que pueden conservar el pecho tras la cirug¨ªa es cada vez mayor.
Seg¨²n el estudio ?lamo II, la cirug¨ªa conservadora (que conserva el pecho) en mujeres operables ha pasado del 20% a principios de los a?os noventa al 59% a finales de la misma d¨¦cada. Esta cifra, se?ala Agust¨ª Barnadas, del hospital San Pau de Barcelona, puede situarse ahora ya en torno al 70% debido a las campa?as de diagn¨®stico temprano, "que tienen una cobertura m¨¢s amplia", y a la utilizaci¨®n de tratamiento primario de quimioterapia para reducir el tumor antes de operar en los casos en que no es posible ofrecer una terapia conservadora de inicio.
Sin embargo, se aprecian en Espa?a diferencias en cuanto al acceso a los sistemas de detecci¨®n precoz y parece que son especialmente relevantes en el ¨¢mbito rural, en los hospitales peque?os, donde, en ocasiones, "pueden transcurrir varios meses antes de que se pueda hacer una mamograf¨ªa porque en el centro hospitalario no existe una unidad de radiolog¨ªa". As¨ª habla Antonio Yubero, del hospital de Teruel, centro que est¨¢ instaurando una unidad de mama, aunque todav¨ªa tiene que enviar a sus pacientes a Zaragoza, "en un trayecto de m¨¢s de dos horas".
En Espa?a no existe un registro nacional de c¨¢ncer, por lo que no hay datos sobre el n¨²mero exacto de mastectom¨ªas. Los dos primeros estudios epidemiol¨®gicos realizados por el Grupo Espa?ol de Investigaci¨®n de C¨¢ncer de Mama (Geicam), ?lamo I y II, mostraban que se est¨¢ produciendo una reducci¨®n en la cirug¨ªa radical, aunque los datos son dif¨ªcilmente extrapolables a todo el territorio, dada su heterogeneidad. Es probable que una informaci¨®n m¨¢s detallada la proporcione el ?lamo III, una encuesta epidemiol¨®gica de evoluci¨®n de pacientes con c¨¢ncer de mama cuyos primeros datos se presentar¨¢n a principios de 2008.
Es un estudio epidemiol¨®gico, aclara Miguel Mart¨ªn, presidente de Geicam, que refleja la situaci¨®n del c¨¢ncer de mama en Espa?a. En el ¨²ltimo se constat¨® una "mejor¨ªa generalizada" de todos los par¨¢metros de calidad: diagn¨®stico m¨¢s precoz, mayor porcentaje de cirug¨ªa conservadora y uso m¨¢s racional de la hormonoterapia, entre otras variables.
Aunque no haya datos definitivos, existe la sospecha de que en las ¨¢reas rurales, en las que no hay grandes hospitales, la terapia elegida en algunos tumores de mama susceptibles a tratarse con t¨¦cnicas conservadoras sigue siendo la cirug¨ªa radical. Dice Mart¨ªn que la cifra de mastectom¨ªas se est¨¢ reduciendo en Espa?a, pero lo cierto es que la ¨²ltima encuesta europea sobre incidencia de mastectom¨ªas en Europa situaba a nuestro pa¨ªs por encima de la media europea, 66% frente a 50%. Cree Mart¨ªn que "apurando", se podr¨ªan evitar algunas mastectom¨ªas "innecesarias", pero que en l¨ªneas generales "se est¨¢ mejorando". Las diferencias geogr¨¢ficas que se aprecian en Europa, con Polonia como el pa¨ªs donde m¨¢s mastectom¨ªas se practican y Francia como el que menos, podr¨ªan ser extrapolables a Espa?a, aunque no necesariamente por las mismas causas.
El modelo europeo es Francia, pa¨ªs en donde la cirug¨ªa conservadora se emplea en casi un 80% de los casos. "Francia tiene el mejor servicio de radioterapia del mundo", explica Mart¨ªn, lo que facilita el diagn¨®stico y tratamiento de las pacientes. Porque es precisamente en este punto en el que se observan ciertas desigualdades en cuanto al empleo de la cirug¨ªa radical. Como reconoce el doctor Yubero, en muchas ocasiones es "la propia paciente la que se decanta por la cirug¨ªa radical, especialmente las mayores de 65 a?os". El miedo puede ser un motivo. Otro, evitar la radioterapia. Es m¨¢s r¨¢pido y evitan as¨ª los continuos desplazamientos para recibir radioterapia.
La ausencia de unidades de mama en muchos hospitales espa?oles complica a¨²n m¨¢s esta situaci¨®n. "En los grandes hospitales no pasa", afirma Mart¨ªn, pero es posible que existan desigualdades en los m¨¢s peque?os, los m¨¢s aislados. Como en el que trabaja Alfonso Yubero donde, no es que se produzca un mayor retraso en el diagn¨®stico, sino que, en pleno siglo XXI, "las propias circunstancias geogr¨¢ficas pueden llegar a determinar el empleo de una t¨¦cnica m¨¢s radical, cuando se podr¨ªa emplear una m¨¢s conservadora". Y eso es as¨ª, independientemente de que sea la paciente la que tiene la ¨²ltima decisi¨®n. As¨ª lo corrobora To?i Gim¨®n, presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Mujeres con C¨¢ncer de Mama (FECMA): "La elecci¨®n siempre es nuestra".
No s¨®lo ser¨ªa conveniente que existieran unidades de radiolog¨ªa o la facilidad para acceder a ellas para las personas que viven en las zonas rurales, sino que tambi¨¦n, como se?alan desde Geicam, ser¨ªa ¨²til disponer de unidades funcionales de mama. No basta, asegura Mart¨ªn, con desarrollar programas de detecci¨®n precoz; hay que "ofrecer a la paciente el tratamiento m¨¢s indicado a cada caso y en cualquier situaci¨®n". Especialmente ahora que se sabe que el hecho de preservar el seno no supone una merma en las posibilidades de supervivencia.
Los cirujanos que no est¨¢n especializados en mama tienden a ser "menos conservadores" que los que lo est¨¢n. "Hacemos poca cirug¨ªa conservadora, se deber¨ªa hacer m¨¢s", afirma Yubero. Los porqu¨¦s, a su juicio, se encuentran en que en los hospitales m¨¢s peque?os "desde que se diagnostica hasta que se decide el tratamiento, la paciente apenas tiene tiempo de pensar", se?ala Yubero para quien, "a veces", resulta complicado cumplir los objetivos de equidad e igualdad del Plan Nacional de C¨¢ncer. Seg¨²n Mart¨ªn, las unidades funcionales de mama, que incluyen radiolog¨ªa y oncolog¨ªa, "pueden ser una buena v¨ªa para implementarlo". Lo mismo cree Yubero: "Los habitantes de las ¨¢reas rurales pueden tener peor acceso a muchos servicios del sistema sanitario y, en este caso, ocurre lo mismo". Pero tampoco se trata de hacer siempre cirug¨ªa conservadora. Hay ocasiones, explica Mart¨ªn, "en las que es necesaria la cirug¨ªa radical".
Las unidades integrales de mama que se proponen tanto desde Geicam como FECMA y otras asociaciones vendr¨ªan, de alguna manera, a resolver este problema. Con ellas, dice To?i Gimeno, "las pacientes ganamos calidad de vida, comodidad y tiempo". Aparte de m¨¢s recursos, las unidades precisar¨ªan un onc¨®logo que se subespecializara. "Los m¨¦dicos", asegura Gimeno, "se pueden convertir en los c¨®mplices de las pacientes". Miguel Mart¨ªn no tiene ninguna duda de que estas unidades fomentar¨ªan la aplicaci¨®n de la cirug¨ªa conservadora, especialmente en aquellas zonas menos "favorecidas". Adem¨¢s, dice, es necesario aumentar la informaci¨®n "tanto en los m¨¦dicos como en las pacientes". Seg¨²n Mart¨ªn, de esta forma, "se acabar¨ªan con falsos mitos", como el de algunos cirujanos que creen que "cuanto m¨¢s elimines, mejor".
Cuanto antes mejor
La realizaci¨®n de mamograf¨ªas de car¨¢cter preventivo est¨¢ indicada en Espa?a a partir de los 50 a?os de edad, aunque en algunos pa¨ªses, como Estados Unidos, la Sociedad Americana de Patolog¨ªa Mamaria aconseja hacer el cribado a partir de los 40 a?os, seg¨²n explica Miguel Mart¨ªn, presidente de Geicam.
La situaci¨®n del cribado en Espa?a difiere seg¨²n la Comunidad Aut¨®noma. En el a?o 2003, m¨¢s del 82% de las mujeres entre 50 y 69 a?os de la Comunidad Valenciana, Castilla la Mancha, Navarra y La Rioja se hab¨ªan hecho una mamograf¨ªa, mientras que la cifra en Murcia y Andaluc¨ªa era inferior al 62%.
No s¨®lo la ubicaci¨®n geogr¨¢fica es determinante. Seg¨²n To?i Gimeno, presidenta de FECMA, la clase social y la edad influyen "no s¨®lo en el acceso a las mamograf¨ªas", sino tambi¨¦n en el tipo de tratamiento. Dice Alfonso Yubero, del hospital de Teruel, que en ocasiones "las mujeres mayores de 65 a?os eligen con m¨¢s frecuencia la cirug¨ªa radical". Y, recuerda, que la paciente tipo, "al menos en mi ¨¢rea de trabajo", es mayor de 65 a?os. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud, las mujeres de clase social m¨¢s bajas suelen hacerse menos mamograf¨ªas, lo que conlleva que el diagn¨®stico se haga en estadios m¨¢s avanzados y complica, en ocasiones, el tratamiento.
La experiencia ha demostrado que la detecci¨®n precoz es la mejor herramienta para mejorar la supervivencia en el c¨¢ncer de mama. Por ello, FECMA trabaja para sensibilizar a las mujeres sobre la importancia de colaborar con los Programas de Detecci¨®n Precoz como la mejor garant¨ªa para evitar las consecuencias de la enfermedad.
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