Vinok¨²rov sume al Tour en una pesadilla
El Astana abandona la prueba despu¨¦s de que el l¨ªder kazajo resulte positivo por transfusi¨®n de sangre
A las 14.30 de ayer, d¨ªa de descanso, d¨ªa tranquilo, una llamada a su tel¨¦fono port¨¢til le dijo a Patrice Clerc lo que nunca habr¨ªa querido o¨ªr, le anunci¨® que lo que queda de Tour 2007 iba a ser una pesadilla. "La UCI [Uni¨®n Ciclista Internacional] me acaba de informar de que Vinok¨²rov ha resultado positivo por transfusi¨®n de sangre en un control tras la contrarreloj de Albi", le dijo, con su voz opaca Marc Biver, el m¨¢nager del Astana. Recuperado del susto, del impacto, el presidente de ASO, la empresa que organiza la grande boucle, s¨®lo le respondi¨® una cosa. "Te pido que, por favor, abandones el Tour con todo tu equipo".
Su imagen hab¨ªa terminado por imponerse como ejemplo de lo que debe ser el ciclismo
Heras, Basso, Ullrich, landis... El l¨ªder del Astana se une a la lista de los grandes 'cazados'
Poco despu¨¦s de que Didier Simon, el presidente del jurado de comisarios, le anunciara personalmente su positivo por homotransfusi¨®n (presencia de marcadores de sangre de otra persona con el mismo grupo sangu¨ªneo), Vinok¨²rov, de 33 a?os, el s¨ªmbolo del orgullo combativo, de la rabia, de resistencia al dolor, del sufrimiento, abandon¨® el hotel. A lo largo de la tarde empezaron a hacerlo sus compa?eros. El Tour continuar¨¢ sin el Astana, el equipo de los feroces kazajos, continuar¨¢ malherido y f¨²nebre; y el ciclismo, moribundo desde que los 15 ¨²ltimos meses su cr¨®nica se haya convertido en un memorial de esc¨¢ndalos ligados al dopaje, su credibilidad por los suelos, se acercar¨¢ un paso m¨¢s hacia su tumba definitiva.
Termina as¨ª la f¨¢bula m¨ªtica de Vinok¨²rov, el hombre del Este que quer¨ªa ense?ar a los blandos occidentales de qu¨¦ material est¨¢n hechos los guerreros. Comienzan tambi¨¦n as¨ª a entenderse algunos misterios que han acompa?ado los ¨²ltimos meses las actuaciones del ganador de la Vuelta 2006, que se une al club de grandes cazados, donde estaban Roberto Heras, ganador de la Vuelta 2005, Ivan Basso (Giro 2006), Jan Ullrich (Tour 97) y Floyd Landis (Tour 2006). Todos los observadores se hab¨ªan sorprendido de la capacidad de Vinok¨²rov para ir a m¨¢s, a m¨¢s, hasta las nubes en la ¨²ltima semana de la Vuelta, en la que machac¨® a Valverde; todos, tambi¨¦n, achacaban a su car¨¢cter ¨²nico su capacidad, mostrada en la Dauphin¨¦, repetida en un Tour que ha corrido, en su mayor parte, con dos tremendas heridas en las rodillas, de levantarse de la nada, de hundirse un d¨ªa, y, a golpe de orgullo, mostrar al siguiente su dorsal a todo el mundo. Su imagen hab¨ªa terminado por imponerse como ejemplo de lo que debe ser el ciclismo en un Tour en el que todos los focos de la sospecha estaban centrados en el l¨ªder, Michael Rasmussen. Vinok¨²rov hab¨ªa empezado, adem¨¢s, a trabajarse la imagen las v¨ªsperas de la carrera francesa, cuando, presionado por el Tour, declar¨® que su preparador personal era el italiano Michele Ferrari, de tan mala fama. La confesi¨®n le vali¨® la condena de la UCI, que lo consideraba un ciclista sospechoso, y la absoluci¨®n del Tour, que prima el arrepentimiento como v¨ªa de regreso a la virtud. Y, sin embargo, su positivo aleja al kazajo del territorio de la leyenda para incluirlo en el m¨¢s prosaico de la cr¨®nica cotidiana del dopaje.
Aunque su nombre nunca se ha ligado, ni oficialmente ni v¨ªa rumores, a la Operaci¨®n Puerto, algunas circunstancias lo acercan casi obligatoriamente al grupo organizado por Eufemiano Fuentes. Una es su recurso a las transfusiones sangu¨ªneas, especialidad del ginec¨®logo canario; otra, sus concentraciones esta primavera en las islas Canarias, territorio Fuentes, estancias en las que, seg¨²n terminolog¨ªa de la UCI, se convert¨ªa en uno de los men in black, ciclistas que se entrenaban vestidos de negro en extra?os parajes; otra es la herencia gen¨¦tica de su equipo, el Astana, formado desde las cenizas del grupo creado por Manolo Saiz -otro de los implicados en la Operaci¨®n Puerto-, del que ya Vinok¨²rov form¨® parte el a?o pasado, y que tambi¨¦n ha cedido al actual Astana algunos mec¨¢nicos y masajistas, mezcladas con algunas ruinas, como el autob¨²s, algunos auxiliares tambi¨¦n, del antiguo Phonak, el equipo del que formaban parte Santi P¨¦rez y Tyler Hamilton, los dos primeros, y hasta ayer ¨²nicos, corredores que hab¨ªan resultado positivo por homotransfusi¨®n, ya en 2004. Aquel doble positivo se entendi¨® por un error en las bolsas -uno utiliz¨® la sangre del otro: mientras la homotransfusi¨®n es f¨¢cilmente detectable, la autotransfusi¨®n, el m¨¦todo m¨¢s usado, pasa todos los radares-, por lo que los especialistas no descartaban que en los pr¨®ximos d¨ªas se conociera otro positivo en el Astana.
"S¨®lo respeto al Astana por haberse retirado en pleno", dijo Clerc, quien afirm¨® que, pese a los rumores sobre Rasmussen, pese al positivo de Vinok¨²rov, pese al positivo previo de Sinkewitz, que provoc¨® el abandono de las televisiones p¨²blicas alemanas, "nunca se le hab¨ªa pasado por la cabeza suspender el Tour". "Estamos en una guerra sin piedad, y eso produce desgastes", dijo Clerc, quien defini¨® el actual como un "periodo negro" y a?adi¨®: "Pero, parad¨®jicamente, estoy convencido de que la victoria final contra el dopaje est¨¢ pr¨®xima, aunque hace falta una revoluci¨®n en el sistema, que pasa por sanciones sin piedad y selecci¨®n de equipos sin piedad".
Si se confirma su positivo, Vinok¨²rov, que tambi¨¦n se someti¨® a un control de sangre tras su victoria en Loudenvielle y ha solicitado el contraan¨¢lisis, ser¨¢ suspendido dos a?os y despose¨ªdo de sus victorias de etapa. El futuro del Astana, y del ciclismo, son otra historia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.