"?D¨®nde est¨¢ el 'pollo'?"
Rasmussen abandona el hotel de concentraci¨®n del Rabobank antes de la llegada de la polic¨ªa y la prensa
El Mercure Palais des Sports de Pau no fue anoche el lugar m¨¢s relajante de la hist¨®rica villa termal de los Pirineos. "Ser¨ªan las once o as¨ª y est¨¢bamos echando un cigarrito cuando ha llegado un coche de una cadena de televisi¨®n. Una chica se ha bajado preguntando a gritos: ?D¨®nde est¨¢ el pollo?", explicaba de madrugada un t¨¦cnico del equipo Euskaltel. "Como tambi¨¦n vestimos de naranja, pues eso, se habr¨¢ confundido". El pollo es el sobrenombre de Rasmussen en el pelot¨®n, hasta ayer l¨ªder del Tour. Y el pollo hab¨ªa volado. "Hace dos horas", explicaba un masajista del Caiss¨¦ d'Epargne, que tambi¨¦n comparte estancia en el Mercure, "le vimos salir en un coche por la puerta de atr¨¢s".
Pocos minutos despu¨¦s de la aparici¨®n del primer coche de periodistas, el parking y las calles adyacentes al hotel quedaron colapsadas. Como una marea humana, decenas de c¨¢maras de televisi¨®n, fot¨®grafos y periodistas, casi un centenar, deambulaban del hall al jard¨ªn, del jard¨ªn a una puerta lateral y de vuelta al hall. Un caos, "un pollo de dimensiones" a¨²n m¨¢s exageradas que el que se hab¨ªa vivido la tarde del martes a solo 50 metros, al otro lado de la calle, en el hotel del Astana. "Esta esquina est¨¢ gafada para el Tour", dijo un fot¨®grafo. Dos esc¨¢ndalos seguidos en 24 horas justificaban su comentario.
En medio de un caos absoluto, Alejandro Valverde y ?scar Pereiro aparecieron desde un balc¨®n del primer piso para mirar at¨®nitos el lamentable espect¨¢culo. La llegada de dos coches de polic¨ªa con los mismos agentes de la Oficina contra Atentados al Medio Ambiente y la Salud P¨²blica que hab¨ªan intervenido en el registro del hotel de Astana s¨®lo increment¨® el caos. No quisieron aclarar el motivo de su presencia, pero cada paso que daban era acompa?ado de una cohorte de periodistas. Hasta que compareci¨® en escena Jacob Bergsma, portavoz del equipo holand¨¦s que, acosado por las c¨¢maras de televisi¨®n, busco refugio junto al morro del autocar del Caisse d'?pargne. Hasta que apareci¨® el Guaje, el ch¨®fer del equipo franconavarro y le pidi¨® que se buscara otro fondo.
"Rasmussen est¨¢ suspendido, no lo hemos echado del equipo", matiz¨® el portavoz del grupo deportivo holand¨¦s, antes de aclarar que la presencia en la salida de la 17? etapa del Tour, entre Pau y Castelsarrasin, de todo el conjunto, que tanto hab¨ªa luchado por su l¨ªder camino del Aubisque, no pod¨ªa confirmarse. "Habr¨¢ una reuni¨®n por la ma?ana con el resto del equipo y decidiremos", se limit¨® a explicar. "Entendemos que no quieran correr", a?adi¨®, "pero ya veremos". El ¨²nico antecedente conocido de la retirada voluntaria del equipo del l¨ªder se remonta a 1950, cuando abandon¨® la escuadra del maillot amarillo, Fiorenzo Magni, despu¨¦s de la agresi¨®n sufrida por Gino Bartali en el Aspin.
"?Y el pollo?", insisti¨® alguien. "Rasmussen est¨¢ en Francia", atin¨® a decir el portavoz, que en holand¨¦s, en franc¨¦s y en ingl¨¦s repiti¨® una y otra vez el mismo mensaje.
En esas, la polic¨ªa cient¨ªfica apareci¨® en el jard¨ªn. "?Y ahora qu¨¦?", pregunt¨® un periodista al jefe del dispositivo. "T¨² no s¨¦, yo me voy a dormir". Se fueron ellos, se fue el portavoz. Y los periodistas.
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