El ¡°m¨¢s lindo coro¡± rom¨¢nico de piedra, reducido a escombros en 1604, recobra la vida en Santiago
El proyecto KosmoTech 1200 recompone digitalmente el puzle de la otra obra cumbre del Maestro Mateo, que completaba al P¨®rtico de la Gloria. Las piezas en las que se basa esta reconstrucci¨®n virtual hab¨ªan ido apareciendo durante el siglo XX
Hay una cita c¨¦lebre, que siempre vuelve, cada vez que se habla del desaparecido coro p¨¦treo de la Catedral de Santiago, obra cumbre del taller del Maestro Mateo, junto al P¨®rtico de la Gloria, al que complementar¨ªa en su est¨¦tica y mensaje iconogr¨¢fico. La escribi¨® en 1605 Mauro Castell¨¢ Ferrer, despu¨¦s de ser testigo del desmontaje de esta estructura rom¨¢nica que se extend¨ªa por los cuatro primeros tramos de la nave central de la bas¨ªlica. Te¨®ricamente se desmantelaba para adecuar el espacio de culto a los mandatos del Concilio de Trento, concluido 40 a?os antes. ¡°Se ha deshecho el m¨¢s lindo coro antiguo que hab¨ªa en Espa?a¡±, lamentaba aquel escritor contempor¨¢neo de la gran p¨¦rdida patrimonial. Tal fama de bello ten¨ªa que, desde que hace m¨¢s de un siglo se abri¨® el cofre del tesoro y empezaron a aflorar ¡ªaqu¨ª y all¨¢, en diferentes obras en el templo¡ª las piezas que compon¨ªan aquel so?ado coro p¨¦treo de la catedral gallega, distintos estudiosos del arte rom¨¢nico han querido encajarlas. Se trataba de recomponer, sin muchas pistas, el rompecabezas en que se convirti¨® esta construcci¨®n tras su desmantelamiento entre 1603 y 1604.
La ¨²ltima propuesta, que aspira a ser la definitiva, ha sido presentada en varias citas en la Universidade de Santiago (USC) y en la Cidade da Cultura, a lo largo de esta semana, por los integrantes del proyecto KosmoTech 1200, pilotado por el historiador del arte Francisco Prado-Vilar, uno de los mayores especialistas en la obra de Mateo. El equipo juega con nuevas evidencias gracias a las ¨²ltimas piezas recuperadas y con la ventaja de las t¨¦cnicas digitales, que ha desplegado al m¨¢ximo para recrear estructuras, colores, tejidos, sonidos, mobiliario e iluminaci¨®n del espacio con candelabros y l¨¢mparas de aceite, bas¨¢ndose en un largo rastreo en manuscritos de la ¨¦poca.
Gran cantidad de las piedras labradas que compon¨ªan el puzle, rebajadas tras el desmontaje del coro original a material de relleno o a pavimento, fueron recuperadas durante los siglos XX y XXI en rehabilitaciones y reformas dentro de la catedral, mientras que otras figuras pudieron ser identificadas en los propios muros del templo, encastradas en sus fachadas (Porta Santa, Prater¨ªas) como elementos decorativos, despojadas del sentido con el que hab¨ªan sido proyectadas por Mateo. Pero algunas m¨¢s salieron de la catedral (y hasta fuera de Galicia), y se emplearon para construir casas del casco hist¨®rico, locales comerciales aleda?os a la bas¨ªlica, e incluso una capilla, una fuente y un cruceiro cerca de Santiago de Compostela.
El de Mateo era un gran coro formado por 72 sitiales, con una espl¨¦ndida ¡°v¨ªa sacra¡± que lo atravesaba y una tribuna que lo recorr¨ªa en un segundo nivel, que acog¨ªa las reuniones del cabildo y serv¨ªa para presenciar conciertos, procesiones y representaciones. Desde 1953 distintos estudiosos (Jos¨¦ Manuel Pita Andrade, Manuel Chamoso Lamas, Ram¨®n Otero Tu?ez y Ram¨®n Yzquierdo Perr¨ªn) han defendido sus propias hip¨®tesis sobre la posible estructura. Pero las piezas nunca encajaron bien en las sucesivas propuestas: hab¨ªa controversia sobre el lugar que ocupaba cada uno de los elementos hallados, pese a que la ¨²ltima versi¨®n se dio por buena, o al menos aproximada, desde que en 1999 se reconstruyeron 17 sitiales (completando piezas antiguas con pr¨®tesis de piedra encargadas a un cantero) que hoy todav¨ªa se exponen en el Museo de la Catedral. Faltaban en aquel momento muchos elementos que se fueron descubriendo m¨¢s tarde, los ¨²ltimos en la reciente restauraci¨®n de la Cripta y la escalinata de la fachada del Obradoiro.
El coro p¨¦treo y policromado de en torno al a?o 1200 est¨¢ considerado, a pesar de su ya larga ausencia, la m¨¢s valiosa herencia del Maestro Mateo despu¨¦s del P¨®rtico de la Gloria y el n¨¢rtex rom¨¢nico del que este formaba parte. Todo ello era un conjunto, en cuanto a factura, pigmentos, motivos y mensaje teol¨®gico, pero tambi¨¦n musical. Si en el P¨®rtico aparecen ancianos afinando unos instrumentos tan fielmente labrados que pudieron ser resucitados en madera, por lutiers, en el siglo XX, en el coro, seg¨²n ha descubierto Prado-Vilar, se representa por primera vez una polifon¨ªa de ni?os, dirigidos por el rey David, que ejerce como maestro cantor. Entre ellos se comunican a trav¨¦s de la t¨¦cnica conocida como ¡°mano guidoniana¡±, un sistema entonces novedoso que serv¨ªa para indicar las notas con gestos (se?alando zonas de la mano izquierda levantada) a los pupilos y construir as¨ª, comenta el historiador, ¡°el complejo edificio vocal¡± de la polifon¨ªa. En el arte no se conoc¨ªan representaciones de esta t¨¦cnica did¨¢ctica antes del Renacimiento.
Esos ni?os cantores, y los ap¨®stoles y los profetas, fueron el alma de aquel sofisticado coro catedralicio durante cuatro siglos, hasta que se consider¨® obsoleto y se destruy¨®. Pero en el siglo XII, cuando la Escuela de Notre Dame (que carec¨ªa de coro) cre¨® lo que se conoce como polifon¨ªa ¡ªla forma arm¨®nica de cantar a varias voces¡ª los sitiales ideados por Mateo eran la envidia de la cristiandad. En Par¨ªs estaban los pioneros de este arte, los compositores Leonino y Perotino o el cantor Albertus; y los can¨®nigos de Compostela, algunos de ellos tambi¨¦n trovadores fuera del templo, iban all¨¢ a formarse y manten¨ªan v¨ªnculos con la escuela francesa.
Si vieran esta ¨²ltima reconstrucci¨®n digital del coro mateano completo, contemporaneo a la emergencia de la polifon¨ªa en Par¨ªs, ¡°Leonino y Perotino llorar¨ªan¡±, bromea Prado-Vilar, investigador distinguido de la Universidade de Santiago (USC) y del Cispac (Centro de Investigaci¨®n Interuniversitario das Paisaxes Atl¨¢nticas Culturais). El proyecto KosmoTech 1200, respaldado por el Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n y fondos europeos Next Generation, se sirvi¨® de la fotogrametr¨ªa y la investigaci¨®n hist¨®rico-art¨ªstica en fuentes de la ¨¦poca para montar el coro y lograr, por fin desde la primera propuesta ¡ªel dibujo de Pita Andrade, en 1953¡ª que ¡°todo encaje¡±.
Anxo Mij¨¢n, coordinador de la parte t¨¦cnica del proyecto, especialista en virtualizaci¨®n de patrimonio y fundador del CIAG (Centro Infogr¨¢fico Avanzado de Galicia), explica que ¡°al medir a trav¨¦s de una nube de puntos con dispositivos l¨¢ser se demostr¨® que las medidas de la catedral no son regulares¡±. Esto sirvi¨® para ¡°corregir¡± desfases de la reconstrucci¨®n realizada por Otero e Yzquierdo en 1985, la hip¨®tesis precedente que se materializ¨® en piedra con el cambio de siglo, financiada por la Fundaci¨®n Barri¨¦, en los sitiales que se exponen en el museo.
Ahora se ha comprobado que, seg¨²n esa versi¨®n, ¡°los sitiales m¨¢s importantes, uno de ellos el del arzobispo, quedar¨ªan ocultos tras los pilares de la catedral impidiendo la visi¨®n del propio altar¡±, revela Mij¨¢n. ¡°Adem¨¢s¡±, sigue desgranando los supuestos errores de c¨¢lculo, ¡°los puestos reservados para el de¨¢n y el chantre o maestro cantor ser¨ªan m¨¢s estrechos que otros¡±. Antes, apunta tambi¨¦n el coordinador t¨¦cnico, hab¨ªa tramos tan estrechos en el acceso a la tribuna que imped¨ªan la circulaci¨®n y la v¨ªa sacra era demasiado angosta para las procesiones. ¡°Ahora las dimensiones son exactas, solucionamos todos los problemas y ganamos superficie¡±, afirma.
¡°Todo encaja porque es la estructura original¡±
Desde los ¨²ltimos hallazgos de piezas durante la reciente rehabilitaci¨®n del Obradoiro y la Cripta, Prado-Vilar lleva estudiando todos los elementos conocidos del coro y no disimula sus discrepancias con la reconstrucci¨®n de 1999. Asegura que aquella propuesta fue una ¡°versi¨®n empeorada¡±, basada en ¡°conclusiones extra?as¡±, con respecto a hip¨®tesis precedentes. Era una ¡°estructura poco elegante¡±, ¡°incongruente¡±, que ¡°no ten¨ªa sentido¡±, entre otras cosas, porque los expertos planteaban una bancada de granito corrida, ¡°ergon¨®micamente imposible¡±. ¡°All¨ª los can¨®nigos pasaban el 70% de su tiempo y los sitiales ten¨ªan que ser, como m¨ªnimo, c¨®modos¡±, recalca el historiador de la USC, doctorado en Harvard, que trabaj¨® como coordinador del comit¨¦ cient¨ªfico de la restauraci¨®n del P¨®rtico.
El padre de la nueva hip¨®tesis, en la que las sillas pasan a ser de madera bajo baldaquinos de piedra, tambi¨¦n reprocha que se forzase el encaje de las piezas: ¡°Si algo no encaja, no se puede hacer encajar¡±, insiste, y defiende que en su versi¨®n ¡°todo encaja porque es la estructura original¡±. Para lograr la que plantean como imagen m¨¢s fiel del coro rom¨¢nico, el equipo recurri¨® a la anastilosis (o reconstrucci¨®n de una obra antigua a partir de elementos ausentes o dispersos), ensamblando modelos fotogram¨¦tricos de las piezas originales, y al estudio de la policrom¨ªa bas¨¢ndose en los restos todav¨ªa presentes en la piedra, en manuscritos contempor¨¢neos iluminados y en los pigmentos originales del P¨®rtico de la Gloria, descubiertos durante su restauraci¨®n.
¡°El proceso de investigaci¨®n fue absolutamente fascinante¡±, comenta entusiasmado Prado-Vilar. Junto a ¨¦l y Mij¨¢n, en el equipo trabajaron, entre otros integrantes, Alexandre Gonz¨¢lez Rivas, historiador especializado en restauraci¨®n y reconstrucci¨®n virtual del patrimonio, y Carlos Paz, t¨¦cnico en dise?o Industrial y Paisajismo, artista digital orientado a la restituci¨®n virtual de espacios hist¨®ricos. Los investigadores consideran resuelto otro de los ¡°enigmas del coro¡± mateano: la verdadera ubicaci¨®n de unos paneles de estrellas perladas que fueron catalogados ya como ¡°sofitos¡± (techo inferior visible de un voladizo) por el can¨®nigo y arque¨®logo Antonio L¨®pez Ferreiro, fallecido en 1910. En posteriores reconstrucciones, estos elementos fueron situados en lugares donde sus dimensiones no encajaban, y ahora, con las t¨¦cnicas digitales, se ha comprobado que se adaptan ¡°perfectamente¡± como sofitos en determinados espacios del coro.
El sue?o del equipo es ¡°rematerializar¡± el coro p¨¦treo. Con financiaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas ven posible que alg¨²n d¨ªa el p¨²blico, con gafas de realidad virtual, pueda sumergirse en el espacio del coro, escuchar su m¨²sica o contemplar el juego de luces de las velas de cera o las l¨¢mparas de aceite que alumbrar¨ªan teatralmente tras los doseles. El visitante tambi¨¦n podr¨¢ descubrir que cada plaf¨®n, sobre cada sitial, representa distintas flores que recuerdan a nen¨²fares, y que los colores, en el tiempo de Mateo, eran vivos y rotundos: lapisl¨¢zuli, ocre, oro, blanco albayalde, bermell¨®n.
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