Sobre la red el¨¦ctrica

Hace 20 a?os era f¨¢cil distinguir al atravesar Espa?a (a los que est¨¢bamos en ese sector) la zona de distribuci¨®n el¨¦ctrica por la que circulabas por la calidad de sus instalaciones: l¨ªneas de media tensi¨®n, centros de transformaci¨®n y redes de baja tensi¨®n. En cabeza, la zona de Iberduero, luego Hidroel¨¦ctrica y Sevillana; m¨¢s abajo, Asturias y Galicia; en ¨¦stas, comprensible hasta cierto punto por su dificultosa orograf¨ªa para las l¨ªneas de media tensi¨®n. Y muy a la cola, Catalu?a con su distribuidora Fecsa.

Hace seis o siete a?os la atraves¨¦ hasta el cabo de Creus. Instalaciones lamentables. La villa tur¨ªstica de Llan?¨¢ se alimentaba todav¨ªa por una l¨ªnea de unos 20 kilovoltios con postes de madera y aisladores r¨ªgidos; la red de baja tensi¨®n discurr¨ªa por las fachadas sobre palomillas de hierro y cables desnudos, o sea, como hace 50 a?os; a Fecsa y a la Generalitat no parec¨ªa importarles.

Ahora, con el apag¨®n de Barcelona hay dos cosas que no entiendo y una que me cabrea. No entiendo por qu¨¦ un cable a¨¦reo de alta tensi¨®n tiene que cruzar por encima de las barras de una subestaci¨®n y mucho menos que pueda caer sobre ellas; espero que nos lo expliquen. Otra cosa que no entiendo es que la empresa que atiende el servicio el¨¦ctrico de la cuasi principal ciudad espa?ola pueda admitir un apag¨®n de m¨¢s de dos d¨ªas a miles de abonados en distritos c¨¦ntricos. Lo que me cabrea es el eterno victimismo catal¨¢n que trata de desviar responsabilidades hacia el Gobierno central. Es el colmo.