Querellas en cascada

El secuestro de la revista El Jueves y la declaraci¨®n judicial de los autores de la vi?eta de portada parece haber provocado un inesperado efecto domin¨®: el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, ha preguntado al fiscal qu¨¦ hacer con la querella que present¨® el pasado mes de enero, en relaci¨®n con unas caricaturas publicadas en los diarios Deia y Gara, y referidas a don Juan Carlos. La coherencia con la actuaci¨®n contra El Jueves ha obligado a seguir parecidos pasos, s¨®lo que en esta ocasi¨®n el secuestro carec¨ªa de sentido al tratarse de diarios publicados meses antes: los querellados de Deia y Gara tendr¨ªan en principio que declarar ante la justicia.

Probablemente, nada obligaba al juez Marlaska a reactivar el tr¨¢mite de la querella contra Deia y Gara en estos momentos, salvo la rara habilidad que ha empezado a demostrar este magistrado para estar siempre en el ojo de cualquier hurac¨¢n judicial que se produzca. La multiplicaci¨®n de los procesos judiciales por injurias a la Corona puede tener efectos no previstos ni deseados: en lugar de proteger una instituci¨®n decisiva en nuestro sistema democr¨¢tico, la convierte en objeto de controversia. Pero no de una controversia cualquiera, sino relacionada con la libertad de expresi¨®n.

Lejos de avanzar por la buena direcci¨®n en el tratamiento legal de la injuria, da la impresi¨®n de que la cascada de querellas puede seguir despe?¨¢ndose de manera incontrolada, sobre todo si se comienzan a sumar consideraciones ajenas a las vi?etas. El Jueves es una revista sat¨ªrica. El caso de Deia y Gara es diferente, y los equ¨ªvocos y victimismos pueden crecer al amparo de la querella que ha retomado el juez Marlaska.