Arde Canarias

Un hombre contratado por tres meses para la campa?a de incendios forestales, un joven de 30 a?os vecino del interior de Gran Canaria, que conoce perfectamente el monte, que ha crecido toda su vida en el pulm¨®n natural de la isla, se ha confesado autor de la mayor cat¨¢strofe natural que se recuerda en esta isla. En su vecina Tenerife, uno de los varios pir¨®manos hist¨®ricamente detectados en Los Realejos ha podido ser el autor del fuego que avanza sobre 10 municipios. En total, y s¨®lo hasta ayer, las cifras son terribles: m¨¢s de 25.000 hect¨¢reas de vida natural y 10.000 vecinos desalojados de sus casas, tantos como la poblaci¨®n completa de una isla entera como la de El Hierro.

Los incendios que arrasan cuatro de las siete islas canarias, La Palma (el m¨¢s controlado), La Gomera (donde un ejemplar cortafuego ha salvado al Parque Nacional de Garajonay), y sobre todo Gran Canaria y Tenerife, han contado con m¨¢s medios t¨¦cnicos y humanos que nunca, mejores dotaciones y operarios m¨¢s preparados que hace a?os, y una coordinaci¨®n bien engrasada entre ayuntamientos, cabildos, Gobierno de Canarias y Administraci¨®n del Estado. Incluida la primera intervenci¨®n de la reci¨¦n creada Unidad Militar en Emergencias. Cabe destacar que no ha habido v¨ªctimas y la eficacia de la evacuaci¨®n de las zonas pobladas. Pero las llamas siguen avanzando ajenas a los equipos que las combaten. La fuerza de un viento superior a los 65 kil¨®metros por hora neutraliza a las aeronaves, demostrando su inutilidad mientras las llamas segu¨ªan avanzando ayer, pues las brigadas de tierra no pueden acceder a laderas, barrancos y zonas escarpadas.

En las islas muchas voces se preguntan ahora qu¨¦ m¨¢s se puede hacer para evitar la calamidad de los incendios, que han quemado ya pueblos y villas. En esta ocasi¨®n, el primer paso es evitar la tentaci¨®n de manipular pol¨ªticamente la cat¨¢strofe. No ha lugar. Parece necesario, adem¨¢s, endurecer las penas a los culpables de delitos ecol¨®gicos, para que el responsable del incendio no pague su deuda con s¨®lo dos o tres a?os de c¨¢rcel. Pero las medidas eficaces exigen tenacidad y vigilancia continua. La creaci¨®n de un cuerpo permanente de agentes forestales y de cuadrillas de vigilantes forestales tambi¨¦n permanentes, no sujetos a la temporalidad de la prevenci¨®n de incendios en verano, m¨¢s y mejores medios (en la certeza de que nunca ser¨¢n suficientes), un mantenimiento racional de los bosques, la recuperaci¨®n de labores de pastoreo tradicionales y una fuerte labor mentalizadora aparecen como algunos de los remedios para evitar estas cat¨¢strofes.