ZParla

El sol fulmina desde primera hora de la ma?ana. En Parla, los barrenderos se apresuran a retirar las colillas de las calles, los jardineros arreglan las flores rosas y blancas que adornan el municipio, los polic¨ªas vigilan las glorietas y cruces. "Es que nos han dicho que viene el presidente...", explica casi sin aliento un empleado municipal escoba en mano. Se seca el sudor y prosigue la tarea. Nunca antes un presidente del Gobierno hab¨ªa visitado la ciudad, de 95.087 habitantes, la d¨¦cima m¨¢s poblada de la regi¨®n. Tampoco antes Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, hab¨ªa recorrido en visita oficial las calles de un municipio de la regi¨®n. Ayer lo hizo por primera vez y visit¨® los estandartes parle?os: el tranv¨ªa y la playa (una piscina de agua salada).

Zapatero recorri¨® Parla acompa?ado por el alcalde y secretario del Partido Socialista de Madrid (PSM) desde el pasado fin de semana, Tom¨¢s G¨®mez. El presidente del Gobierno -y secretario general del PSOE- fue a respaldar la gesti¨®n del regidor y a apoyarle como capit¨¢n de los socialistas madrile?os, reci¨¦n pacificados. "Ha ido a Parla porque el alcalde se lo pidi¨® y ¨¦l se comprometi¨® a hacerlo", puntualiz¨® un portavoz de La Moncloa.

G¨®mez es tambi¨¦n el alcalde m¨¢s votado en localidades de m¨¢s de 50.000 habitantes.

Todo fueron halagos presidenciales. Zapatero tild¨® de "ejemplar" la gesti¨®n de la localidad. El presidente, en la rueda de prensa posterior a la visita y celebrada en la playa, no repar¨® en halagos al hombre que tiene la misi¨®n de recuperar los votos perdidos en una regi¨®n que anta?o fue granero de votos socialistas. "Es uno de los compa?eros que tiene mayor proyecci¨®n y mayor futuro dentro del PSOE", dijo el presidente de G¨®mez. El alcalde, a su lado, sonre¨ªa. Y segu¨ªan los piropos: "Si hay una Espa?a del cambio, de hacer las cosas bien, ¨¦sa es Parla". A Zapatero le gust¨® la ciudad, y sobre todo le sorprendi¨® "que est¨¦ llena de flores".

Primera parada de la visita. A las puertas del Ayuntamiento se arremolinan decenas de vecinos. Ya ha llegado el alcalde, tambi¨¦n los concejales. El regidor delante, los ediles detr¨¢s y en fila. Todos, menos los cuatro del PP. Su portavoz, Charo Carrasco, est¨¢ "muy ofendida" porque asegura que nadie les ha invitado al acto. Una portavoz municipal responde que intentaron contactar con ella a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil, pero no consiguieron localizarla.

As¨ª que Charo Carrasco y una veintena de simpatizantes del PP se colocan enfrente del Consistorio con pancartas en las que se lee "ZP+ Tom¨¢s=dis-criminaci¨®n a la oposici¨®n". "Por favor, poneos delante de los de las pancartas para que cuando llegue el presidente no se vean...", indica un responsable de la comitiva oficial a un grupo de vecinos. ?stos obedecen y se plantan delante, pero no sirve de nada porque los del PP levantan las pancartas por encima de sus cabezas.

Por fin llega Zapatero, sin corbata. Los aplausos suenan m¨¢s fuerte que los silbidos. En el ambiente vecinal se cruzan frases contradictorias del tipo: "?Parece m¨¢s joven en persona!" o "?Es igualito que en la tele!". El presidente saluda a los concejales, al jefe de la Polic¨ªa Local, al jefe de Protecci¨®n Civil... Deprisa, deprisa. Hay que pasar al Ayuntamiento a ver el Servicio de Atenci¨®n al Ciudadano. Y a firmar en el libro de visitas.

Luego, a pasear por las calles de Parla. La gente saca los tel¨¦fonos m¨®viles con c¨¢mara y el presidente sonr¨ªe y levanta el pulgar. En la peluquer¨ªa Vanessa Afroamericana -"trenzas, extensiones, rastas"-, sus due?os han salido a la puerta y G¨®mez y Zapatero les saludan. Deprisa, deprisa. Los pol¨ªticos y una comitiva a la que se van uniendo curiosos y m¨¢s curiosos se dirigen al bulevar sur.

"?Cuidado! ?Que viene el tranv¨ªa!", grita un vecino, simulando un meg¨¢fono con las manos. Y, efectivamente, el tranv¨ªa cruza el bulevar, y todo el mundo corre para quitarse de las v¨ªas. Ding, ding, ding, avisa la campanilla. Y Zapatero y el alcalde se montan en la cabecera del tren, que llegaba vac¨ªo, acompa?ado de medio centenar de periodistas. No se admiten vecinos. Los que esperan en la parada se enfadan, porque quieren subir y no entienden de visitas oficiales. "Oiga, que yo soy del partido de toda la vida...", protesta un se?or. Pero las puertas se cierran y el tranv¨ªa rueda hacia Parla Este, cuatro paradas. Zapatero saluda desde el tranv¨ªa a los vecinos que se van cruzando por el camino.

Desde Parla Este, la comitiva se traslada a la playa de Parla. All¨ª esperan otras pancartas, esta vez de agradecimiento. Un grupo de agentes forestales despliegan lemas como: "Gracias al Gobierno central por el apoyo a los agentes forestales". El Ministerio de Medio Ambiente presentar¨¢ un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Modernizaci¨®n regional que les resta atribuciones.

La visita del presidente del Gobierno dur¨® casi dos horas. Tras la playa, vuelta a La Moncloa.

Zapatero visita en Parla al nuevo l¨ªder del PSM