Resplandor de la ciudad quemada
X¨¤tiva recuerda con varios eventos su historia convulsa y la riqueza de su arte
Ver al primer Borb¨®n de Espa?a patas arriba, en un retrato oficial colgado boca abajo, tiene su morbo. En X¨¤tiva, en el Museo del Almud¨ª (antigua lonja), tienen siempre a Felipe V castigado de tal guisa. Y ahora, en la muestra temporal D¨ªes de foc (D¨ªas de fuego), el revolc¨®n se extiende a algunos edecanes, como su secretario Melchor de Macanaz.
Ello se debe a que el rey franc¨¦s, tras ganar la decisiva batalla de Almansa en 1707 (en la guerra de Sucesi¨®n, que le enfrentaba al archiduque de Austria), mand¨® incendiar la ciudad rebelde, trasvasando a sus vecinos a La Mancha; cambi¨® incluso el nombre a la poblaci¨®n, que pas¨® a llamarse Nueva Colonia de San Felipe (hasta que las Cortes de C¨¢diz le restituyeron el de X¨¤tiva).
Los nietos de aquellos vencidos celebran el tercer centenario de la quema con varios eventos, como la citada exposici¨®n. Pero sobre todo con algo que les toc¨® como un gordo de loter¨ªa: la sexta edici¨®n de La luz de las im¨¢genes, empe?o similar al de Las edades del hombre, s¨®lo que circunscrito a la Comunidad Valenciana. Tiene cierta l¨®gica trenzar dicho proyecto con el aniversario nefasto, ya que viene a ser su reverso, es decir, una suerte de resta?o en las heridas de la ciudad arrasada.
La ciudad que dio dos papas
Aunque una cosa son las restauraciones (de edificios y piezas de arte) llevadas a cabo por la Fundaci¨®n La Luz de las Im¨¢genes, que se ha gastado en esta ocasi¨®n m¨¢s de 15 millones de euros, y otra cosa son las reparaciones dom¨¦sticas acometidas por el municipio. Que han consistido, b¨¢sicamente, en adecentar los ejes viarios de la exposici¨®n y en un lavado general de cara, logrado con ayudas al vecindario para que repintase sus fachadas en tonos terrizos.
El lustre municipal se va descascarillando. Pero el fulgor universal de la ciudad, tomado como lema de la efem¨¦ride, es m¨¢s resistente. Lux mundi es el t¨ªtulo de esta edici¨®n, y alude, claro est¨¢, a la proyecci¨®n del mensaje evang¨¦lico; pero tambi¨¦n al resplandor de una ciudad que dio al mundo un pintor como Jos¨¦ de Ribera, dos papas, el inventor de la estilogr¨¢fica y el primer papel fabricado en Europa (conocido a¨²n en los zocos magreb¨ªes como papel xativi). Una urbe que en ¨¦poca visigoda contaba con seis obispos y una poblaci¨®n de unos 17.000 habitantes, cifra respetable entonces.
El esplendor de aquella ¨¦poca puede atisbarse en la primera de las cuatro sedes de la muestra, la iglesia de Sant Feli¨². Levantada sobre la antigua catedral visigoda (de la que apenas restan esquirlas), se recuesta en la falda de un picacho que protege a X¨¤tiva como un mast¨ªn, y sobre cuyo lomo se estira un castillo medieval en el que todos han metido mano, incluidos los restauradores de principios del siglo XX.
Fuera de ese cart¨®n piedra, el castillo est¨¢ vac¨ªo, puro recinto aprovechado para veladas estivales bajo la luna o paseos por los jardines que conducen a los aljibes romanos. Porque X¨¤tiva, antes que visigoda y mora, fue romana, con el nombre de Saetabis (de ah¨ª el gentilicio de los setabenses). A los pies del monte y de la iglesia de Sant Feli¨² se ha escarbado un min¨²sculo parque arqueol¨®gico.
En el convento de Sant Dom¨¨nec (restaurado para la ocasi¨®n) es donde se incide en el legado y proyecci¨®n de la familia Borja. Procedentes de la localidad aragonesa hom¨®nima, los Borja se instalaron en Valencia en el siglo XIV, y su ascensi¨®n fue mete¨®rica. El principal responsable fue Alonso de Borja, elegido papa con el nombre de Calixto III.
Su sobrino Rodrigo, tambi¨¦n nacido en X¨¤tiva, era obispo a los 16 a?os, cardenal a los 25, y elegido papa en 1492 (un par de meses antes de descubrirse Am¨¦rica) con el nombre de Alejandro VI. Siendo ya cardenal, y asiduo de los ambientes art¨ªsticos de Roma, conoci¨® a la hija de un pintor, Vannozza Catanei, con la que tuvo sus cuatro hijos: C¨¦sar, Juan, Lucrecia y Jofr¨¦.
Asesina de guante blanco
La leyenda negra de los Borgia (como se les llam¨® en Italia) comenz¨® el d¨ªa mismo de la elecci¨®n de Alejandro VI (por un probable pucherazo). La aristocracia romana no se sent¨ªa especialmente feliz con una familia extranjera, elevada del cero al infinito por v¨ªa eclesi¨¢stica. Las comidillas se cebaron sobre todo con Lucrecia Borgia, pintada m¨¢s tarde por V¨ªctor Hugo como una asesina de guante blanco; visi¨®n que sirvi¨® de base a la ¨®pera de Donizetti y a la primera pel¨ªcula (The eternal sin, 1917) de las m¨¢s de cuarenta dedicadas a los Borgia, firmadas por directores como Murnau, Abel Gance o Valerian Borovczyk (sus Cuentos inmorales, de 1974, son una cinta de culto).
Tambi¨¦n los espa?oles -a pesar del eclipse inducido por los jesuitas, en cuyas filas milit¨®, una generaci¨®n despu¨¦s, el bueno de la familia, san Francisco de Borja- se sintieron fascinados por la saga. El C¨¦sar o nada (1910), de P¨ªo Baroja, fue replicado por V¨¢zquez Montalb¨¢n con O C¨¦sar, o nada (1991), y no pod¨ªa faltar el juicio de los propios valencianos, como Blasco Ib¨¢?ez (A los pies de Venus, 1928) o Manuel Vicent (Borja, Borgia, 1995). Mientras que luteranos, calvinistas o anglicanos (con un cl¨ªmax en el terrible Oskar Panizza, a finales del XIX) se?alaron a los Borgia como el Anticristo, la historiograf¨ªa reciente trata de calibrar sus aportaciones m¨¢s positivas como diplom¨¢ticos y mecenas.
Restauraci¨®n art¨ªstica
Es lo que puede apreciarse en la tercera y principal sede de la muestra, la colegiata aspirante a seo (de hecho, ¨¦sta de X¨¤tiva es m¨¢s grande que la catedral de Valencia). All¨ª queda patente el papel de Alejandro VI como impulsor del Renacimiento, tambi¨¦n en su patria chica, gracias a artistas importados como Paolo de San Leocadio y Francesco Pagano (de quienes son, por cierto, los ¨¢ngeles m¨²sicos recientemente descubiertos en el altar mayor de la catedral valenciana).
Para esta edici¨®n de La luz de las im¨¢genes se han restaurado o intervenido en total 144 piezas, entre ellas alguna tan espectacular como la Santa Cena de Vicente L¨®pez, que dormitaba en un convento de clarisas.
Quiz¨¢ sea el edificio m¨¢s bello de X¨¤tiva el Hospital Real, frente a la Seo, de traza g¨®tica, uno de los inmuebles recuperados como centro de acogida de visitantes. Otra construcci¨®n del siglo XVIII, la Casa de la Ense?anza, aloja talleres did¨¢cticos, pero no ha podido restaurarse a tiempo; se piensa instalar all¨ª un futuro Museo de Bellas Artes que arrope la oferta arqueol¨®gica del vecino Almud¨ª.
X¨¤tiva ha lavado su cara, ha remendado sus viales y hace gala de alguna apuesta llamativa, como el Gran Teatro (de Gerardo Ayala); la cubrici¨®n de la plaza de toros, a cargo del equipo CMD y el japon¨¦s Mamoru Kawaguchi (Elton John fue el encargado de inaugurar hace unas semanas lo que llaman los setabenses platillo volante), o el centro sociocultural del paisano Francisco Javier Giron¨¦s, todav¨ªa sin estrenar.
Dentro de poco, el AVE cruzar¨¢ por medio de la ciudad, y algunos se preguntan por qu¨¦ no se han enterrado las v¨ªas, que forman una valla y fuerzan a un crecimiento oblongo. La patria de los Borgia y del Espa?oleto, la ciudad abrasada por errar de bando, sorprende en estos d¨ªas con sus hoteles y restaurantes de lo m¨¢s cool y reclama su parcela al sol de la historia.
GU?A PR?CTICA
La exposici¨®n- 'La Llum de les Imatges'. 'Lux mundi', abierta hasta diciembre. De martes a domingo, de 10.00 a 15.00 y de 17.00 a 21.00 (agosto). De 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 (de septiembre a diciembre). Lunes, cerrado. Entrada: 3 euros (incluye gu¨ªas que explican la muestra). Reservas y venta en el Centro de Recepci¨®n de Visitantes (962 28 80 23; www.laluzdelasimagenes.com).Dormir- Mont Sant Hotel-Restaurante (962 27 50 81; www.mont-sant.com). Subida al Castillo, s/n. Lujosa alquer¨ªa sobre el enclave de un antiguo monasterio, con jardines y vistas. La doble, desde 110 euros.- Huerto de la Virgen de las Nieves (962 28 70 58). Avenida de la Murta, 10. La doble, 96,30 euros.Comer- Luna Gansa (962 28 09 23). Pla?a Mercat, 1. Risotto y pasta a buen precio. Unos 12 euros.- La Maga (962 28 33 29, Cam¨ª del Castell, 1). Ambiente cool. Entre 12 y 20 euros.- Canela y Clavo (962 28 24 26). Alameda de Jaume I, 64. Cocina mediterr¨¢nea. Men¨²: 16 euros.
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