Interrogada la pareja de un etarra tras un confuso suceso con su hijo
El menor fue hallado vagando solo por el Pirineo franc¨¦s hace siete d¨ªas
Un asunto bastante raro. La polic¨ªa francesa interrog¨® ayer en Hasparren a la pareja del veterano etarra Jos¨¦ Mar¨ªa Zaldua Corta, de 58 a?os y acusado de 10 asesinatos, para aclarar un extra?o suceso con el hijo de ambos, de 12 a?os. El menor fue hallado el jueves pasado perdido en el Pirineo, donde supuestamente pasaba unos d¨ªas con Zaldua. Las fuentes consultadas ofrecen hasta tres versiones sobre por qu¨¦ el ni?o se extravi¨® de su padre.
El ni?o fue hallado el pasado d¨ªa 2 por la noche vagando solo por el monte, muy cerca de las escarpadas pirenaicas del Portalet, entre Gabas (Francia) y Sallent (Huesca, Espa?a). Estaba claramente perdido. El joven fue hallado por un pastor, que alert¨® a la Gendarmer¨ªa. El chaval fue llevado a un hospital, donde los agentes empezaron a preguntarle c¨®mo se hab¨ªa perdido y con qui¨¦n iba por el monte.
El menor se mostr¨® reacio a contestar las preguntas de los gendarmes, a los que en los primeros momentos s¨®lo les dio el nombre. Pero se neg¨® a contarles con qui¨¦n iba, de d¨®nde ven¨ªa y c¨®mo se hab¨ªa extraviado. Tras mucha insistencia, el menor acab¨® diciendo d¨®nde viv¨ªa y qui¨¦n era su madre. Los agentes comprobaron que la madre era Lourdes Garay Aguirre, bilba¨ªna de 48 a?os pero residente en la localidad vascofrancesa de Hasparren.
Al comprobar sus datos, las autoridades francesas se dieron cuenta de que esta mujer era la pareja del Zaldua Corta. Las tres hab¨ªan estado residiendo al menos hasta noviembre de 2001 en Uruguay. El dato fue comunicado a los servicios antiterroristas franceses, que tras efectuar algunas comprobaciones, decidieron acudir al domicilio de Garay Aguirre.
No compart¨ªan casa
La mujer fue conducida a primera hora de la ma?ana de ayer a la comisar¨ªa de Bayona y su casa fue registrada. Las fuentes consultadas han asegurado que durante los registros no se han encontrado rastros de que Zaldua y Garay compartieran la vivienda, por lo que la mujer, contra la que no hay ninguna reclamaci¨®n policial ni judicial, fue puesta en libertad a ¨²ltima hora de la tarde de ayer. El interrogatorio se centr¨®, seg¨²n las fuentes consultadas, en el posible paradero de Zaldua y en aclarar c¨®mo pudo perderse el ni?o en el Pirineo.
Las primeras versiones facilitadas por los servicios antiterroristas espa?oles apuntaban a que Zaldua no hab¨ªa acudido a recoger a su hijo, ante el temor de que hubiera sido seguido por la polic¨ªa y ¨¦sta estuviera acechando para detenerle. La versi¨®n chocaba con el hecho de que la madre no hubiera denunciado ninguna desaparici¨®n y permaneciera en su casa. Pero ten¨ªa cierto sentido, ya que en diciembre de 2001 las fuerzas de seguridad detuvieron a una mujer, presunta colaboradora de ETA, que en varias ocasiones se hab¨ªa entrevistado con otra mujer en el sur-oeste franc¨¦s, que result¨® ser la compa?era de Zald¨²a.
Entones Lourdes Garay fue localizada y, gracias a su seguimiento, en la Semana Santa de 2002 se detect¨® un encuentro entre ¨¦sta, su hijo y Zaldua, quien fue seguido hasta una casa de Ciboure, donde fue detenido. Sin embargo, un error inform¨¢tico y el hecho de que hubiera caducado la petici¨®n de extradici¨®n permitieron que el 30 de mayo de ese a?o fuera puesto en libertad, pese a estar acusado de una decena de asesinatos. Es decir, que el seguimiento de la madre y el hijo ya hab¨ªa llevado al etarra a prisi¨®n en una ocasi¨®n.
La segunda versi¨®n, algo m¨¢s coherente, apuntaba a que el ni?o llevaba desde finales de julio con Zaldua pasando unos d¨ªas de vacaciones. Por causas desconocidas (el ni?o no las ha explicado), se habr¨ªa separado de su padre. El intenso fr¨ªo en la zona para estas fechas de agosto y las nieblas que han cuajado la zona habr¨ªan facilitado el extrav¨ªo. Pero a los investigadores les extra?¨® el hecho de que ni la madre ni el padre, por muy etarra que sea o perseguido que se sintiera, no hubiera alertado de la desaparici¨®n de su hijo en una zona tan escabrosa.
La tercera versi¨®n apunta a que padre e hijo se cruzaron con unos excursionistas, que entablaron conversaci¨®n con ellos. Zaldua habr¨ªa pensado que eran agentes policiales. En la obsesi¨®n por no acabar en la c¨¢rcel y envejecer en ella, el etarra habr¨ªa pedido a su hijo que se alejara de ¨¦l, d¨¢ndole algunas indicaciones del camino que deb¨ªa tomar, mientras ¨¦l pon¨ªa pies en polvorosa. Pero el ni?o se perdi¨®.
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