80 horas de rescate y un final feliz

Anette Van Houtte vio ayer el cielo sin inmutarse. Eran las 5.38 de una ma?ana fr¨ªa en Navarra que la espele¨®loga belga siempre guardar¨¢ en su memoria. Hasta ese momento hab¨ªa permanecido a oscuras durante m¨¢s de 80 horas, alumbrada ¨²nicamente por el centelleo de las linternas frontales que portaban sus rescatadores. A esa hora hab¨ªa terminado su desgraciada aventura a m¨¢s de 600 metros bajo tierra y culminado con ¨¦xito un salvamento espectacular, uno de los m¨¢s importantes llevados a cabo en Espa?a en los ¨²ltimos a?os.

En cuanto lograron sacarla a la superficie, la espele¨®loga belga, de 49 a?os, herida en el pie izquierdo e inm¨®vil en una camilla, fue atendida por los m¨¦dicos en un campamento instalado junto a la boca de la sima AN51 de la Piedra de San Mart¨ªn (1.760 metros de altitud), en Isaba (Navarra), a 300 metros de distancia de la frontera francesa. Poco antes de las 8.00, un helic¨®ptero de la Gendarmer¨ªa pudo posarse en las cercan¨ªas para proceder a su evacuaci¨®n. La v¨ªctima lleg¨® 20 minutos m¨¢s tarde al hospital de Pau, donde permanece ingresada. Su estado de salud era bueno; se encontraba sedada y muy cansada.

Un helic¨®ptero de la polic¨ªa francesa traslad¨® a Van Houtte al hospital de Pau

As¨ª finaliz¨® una odisea que hab¨ªa comenzado cuatro d¨ªas antes. Cuatro d¨ªas de angustia y un trabajo ¨ªmprobo de los rescatadores. A primera hora del pasado s¨¢bado, Van Houtte sufri¨® un accidente -le cay¨® una roca en el pie que le fractur¨® tres dedos- cuando exploraba una cavidad subterr¨¢nea a m¨¢s de 600 metros de profundidad. El domingo por la noche, sus compa?eros de expedici¨®n -eran cinco en total, entre quienes se encontraba su marido, Paul De Bie- dieron la voz de alarma a la polic¨ªa francesa, que activ¨® enseguida un dispositivo de salvamento coordinado con la Guardia Civil, un grupo de espele¨®logos de socorro franceses y dotaciones de bomberos.

Comenzaba un auxilio sin precedentes, plagado de vicisitudes. En las tareas, de una gran complejidad t¨¦cnica, participaron m¨¢s de 100 personas, de las que 44 eran especialistas en intervenciones de monta?a del instituto armado llegados de varios puntos de Espa?a.

Hubo que recorrer 4,5 kil¨®metros de galer¨ªas anegadas, zonas de pasos muy estrechos, en medio de unas condiciones muy adversas: cuatro grados de temperatura y 100% de humedad. Van Houtte, atendida por un m¨¦dico y tres sanitarios, se mantuvo serena y consciente en todo momento, aseguraron quienes le ayudaron a salir de la gruta. Su larga experiencia en este tipo de actuaciones espeleol¨®gicas facilit¨® en gran medida su salvamento. En ning¨²n instante vieron en peligro su estado de salud.

Los guardias y los gendarmes, pilotados por los espele¨®logos franceses, establecieron un salvamento por "escalas avanzadas", dividido en seis etapas. Turnos de 50 personas portearon a Van Houtte postrada en su camilla por recovecos muy angostos. Los rescatadores llegaron a permanecer dentro del colector subterr¨¢neo entre 22 y 24 horas ininterrumpidas. Mientras unos preparaban el camino de regreso, otros cargaban con la v¨ªctima.

El desgaste f¨ªsico y mental al que se sometieron tuvo luego como recompensa el feliz desenlace de las operaciones. Uno de los guardias civiles que se adentr¨® por el laberinto subterr¨¢neo tambi¨¦n sufri¨® un contratiempo similar al de la protagonista. Tambi¨¦n le golpe¨® una piedra, aunque ¨¦ste pudo salir, con dificultades, por su propio pie.

Los equipos de socorro tambi¨¦n actuaron guiados desde el exterior mediante una l¨ªnea telef¨®nica que pudieron tender a lo largo de toda la cavidad. Desde el puesto de mando central, situado en la estaci¨®n de esqu¨ª de Aret (Francia), en la zona de Belagua, se coordinaron todas las actuaciones.

Llegados a la vertical de la boca de la sima, a 390 metros de inclinaci¨®n, quedaba el tramo m¨¢s arriesgado. Ayudados con poleas, la camilla en posici¨®n vertical, Van Houtte fue izada poco a poco en plena madrugada. En la pared tuvieron que maniobrar por alg¨²n recodo de 45 grados o salvar huecos muy ajustados que ralentizaron la operaci¨®n. A 150 metros de la cima la cima, la chimenea se estrech¨® tanto que hubo que realizar una carga controlada. Una microvoladura permiti¨® ensanchar el paso, superar esta complicaci¨®n y continuar con la ascensi¨®n hasta llegar al exterior.

Con Van Houtte a salvo, los responsables de la Gendarmer¨ªa y de la Guardia Civil se felicitaron por la ejemplar coordinaci¨®n que caracteriz¨® en todo momento los trabajos de rescate. Cada cuerpo policial ten¨ªa preparado un helic¨®ptero para trasladar a la herida a un centro sanitario, bien de Navarra o de Pau. Si las condiciones climatol¨®gicas imped¨ªan este modo de evacuaci¨®n, hab¨ªan previsto conducirla, primero a pie y despu¨¦s en un todoterreno, hasta el puesto de mando en Aret, desde donde ser¨ªa conducida en una ambulancia a un hospital. Finalmente, se pudo elegir la soluci¨®n m¨¢s c¨®moda y r¨¢pida para Van Houtte.