La otra 'batalla' de Brunete
El alcalde logra que un vecino atrincherado en su casa se entregue a la Guardia Civil
Al alcalde de Brunete (9.300 habitantes), F¨¦lix Gavilanes (PP), le ha bastado una hora y media para convertirse en un h¨¢bil negociador. Fue el tiempo que necesit¨® el primer edil en convencer a un vecino, Samuel, de 28 a?os, para que se entregara a la Guardia Civil. Un juzgado de M¨®stoles hab¨ªa ordenado su detenci¨®n, ya que ten¨ªa que declarar como supuesto autor de un delito de malos tratos contra su esposa, de 25 a?os. El acusado, que se negaba a su arresto y se hab¨ªa atrincherado en su casa, se entreg¨® al instituto armado sin oponer resistencia y sin ser esposado ante sus vecinos.
Martes, ocho de la tarde. El alcalde recibi¨® una llamada en su tel¨¦fono m¨®vil de un vecino que le avisaba de que hay mucha gente en una calle cerca de donde vive el regidor. Adem¨¢s, estaba la Guardia Civil y la Polic¨ªa Local. Gavilanes llam¨® a la cabo de guardia, que le explic¨® que un vecino se hab¨ªa atrincherado en su domicilio y no quer¨ªa salir. "Estaba en casa y no me hab¨ªa enterado de nada. Al saber lo que estaba pasando, fui al sitio para ver si pod¨ªa hacer algo", explic¨® Gavilanes.
"Dijo que la quer¨ªa mucho y que no ten¨ªa ¨¢nimos para declarar", recuerda el regidor
Los agentes acudieron a detenerle tras una denuncia por malos tratos de su esposa
El alcalde, acompa?ado de la cabo de guardia, se acerc¨® a casa de Samuel. Llamaron al timbre y ¨¦ste les abri¨® la puerta. "Pase, pase", les dijo el vecino, ante la sorpresa de Gavilanes. "Como le vi muy tranquilo, entr¨¦ sin ning¨²n problema. La cabo iba conmigo, pero enseguida me di cuenta de que se estaba poniendo nervioso. Parec¨ªa que quer¨ªa que nos qued¨¢semos los dos solos, por lo que le ped¨ª a la cabo que se marchara", recordaba el regidor de Brunete.
Gavilanes se dio cuenta de que Samuel fumaba, por lo que le pidi¨® un cigarro. Ambos se encendieron un pitillo. "Me dijo que si quer¨ªa beber algo. Le ped¨ª agua fr¨ªa, pero, como no ten¨ªa, me dio una coca-cola", a?adi¨® el alcalde. Y empezaron a hablar. Primero de cosas sin importancia. De la vida de uno. Del otro. Hasta que llegaron al problema que les ocupaba. Samuel hab¨ªa sido acusado por su esposa de malos tratos y ten¨ªa que ir a declarar ayer al juzgado de M¨®stoles. El titular de ¨¦ste orden¨® su detenci¨®n para evitar que se fugara.
"No paraba de decirme que quer¨ªa mucho a su esposa, que no la hab¨ªa puesto la mano encima, que nunca le hab¨ªa hecho nada y que no ten¨ªa ¨¢nimos para declarar. Yo le contest¨¦ que ten¨ªa que hacerlo y que no le iba a pasar nada", se?al¨® Gavilanes. ?ste tuvo la feliz ocurrencia de llamar a la abogada del Ayuntamiento, a la que pidi¨® que le asesorara.
"Eran las doce de la noche y le ped¨ª que al d¨ªa siguiente le acompa?ara al juzgado para que no declara solo. La abogada me dijo que no pod¨ªa, pero que hablar¨ªa con el juez a primera hora de hoy [por ayer] para que le nombrara un abogado de oficio", recuerda el alcalde de Brunete. Acto seguido, le pas¨® el tel¨¦fono m¨®vil a Samuel y la abogada le tranquiliz¨® durante unos minutos. Fue entonces cuando decidieron salir a la calle de forma que el vecino se entregara a la Guardia Civil.
Pero surgi¨® otro problema. Samuel, al ver tanta gente y polic¨ªa, se meti¨® de nuevo en la casa. "Yo as¨ª no salgo", se limit¨® a decir. Y puso condiciones: que se marchara la gente de la calle, que s¨®lo hubiera un coche patrulla, que no le esposaran y que no le metieran en un calabozo para pasar la noche. La negociaci¨®n empezaba de nuevo.
El regidor sali¨® a la calle y habl¨® con el teniente de la Guardia Civil que se encargaba de la operaci¨®n. El mando entr¨® en la casa y comenzaron a hablar. Al ver la actitud de Samuel, el responsable del instituto armado accedi¨® a sus peticiones. Cruz¨® el umbral de la vivienda y orden¨® a su gente que despejaran la zona. S¨®lo se qued¨® un coche patrulla de la Polic¨ªa Municipal.
Y Samuel sali¨® a la calle sin ser esposado. Eran las 0.30 de ayer. Se subi¨® al veh¨ªculo, acompa?ado de la cabo, un polic¨ªa local, el teniente y un agente de la Guardia Civil. Pas¨® la noche en la casa cuartel de Brunete sin causar problemas. Samuel declar¨® por la ma?ana en M¨®stoles. "Lo que habr¨ªa hecho como persona, lo hice como alcalde", concluy¨® Gavilanes, que lleva ocho a?os en el cargo, sin darle m¨¢s importancia al asunto.
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