Los programas que promueven la abstinencia sexual no sirven para frenar el sida
Los cient¨ªficos de Oxford acaban de demostrar que el primer requisito de la ayuda del Gobierno estadounidense a los programas internacionales contra el sida no tiene fundamento: los programas encaminados a evitar que los j¨®venes tengan relaciones sexuales no sirven para frenar la propagaci¨®n del VIH (el virus que causa el sida) ni para evitar los embarazos no deseados. La conclusi¨®n, obtenida tras analizar los datos de 13 estudios con 15.000 j¨®venes de entre 10 y 21 a?os, es una bomba en la l¨ªnea de flotaci¨®n de la pol¨ªtica de ayuda exterior del Ejecutivo republicano de Estados Unidos, que obliga a que un tercio del dinero aportado (desde que est¨¢ George Bush en la presidencia se han prometido 45.000 millones de d¨®lares, lo que equivale a unos 33.000 millones de euros) se destine a programas que propugnen, en primer lugar, la abstinencia como una medida de protecci¨®n.
El estudio no quiere decir, desde luego, que una persona que no practique sexo en ninguna de sus formas -ni con protecci¨®n ni sin ella- est¨¦ en peligro de contraer el virus. Lo que indica es que los esfuerzos para conseguir que los adolescentes retrasen el inicio de las relaciones no tienen resultado cuando se ven las grandes cifras. Por eso, la conclusi¨®n es clara: dentro del famoso abc contra el sida (abstinencia, fidelidad y condones), hay que insistir m¨¢s bien en las dos ¨²ltimas.
Claro que antes de eso est¨¢ la informaci¨®n, y ¨¦se es el primer paso que falla. En Espa?a, alrededor de un 10% de las casi 20.000 personas que llamaron el a?o pasado al tel¨¦fono gratuito de informaci¨®n sobre sida del Ministerio de Sanidad (900 111 000) ten¨ªa como objetivo resolver dudas sobre las v¨ªas de transmisi¨®n del virus. La respuesta es clara: el peligro est¨¢ en compartir jeringuillas o mantener relaciones sexuales sin preservativo, pero todav¨ªa hay quien tiene miedo de haberse infectado por compartir un vaso o una vivienda -dos v¨ªas que est¨¢ demostrado cient¨ªficamente que no tienen ning¨²n riesgo-. Lo preocupante es que este porcentaje se da entre personas interesadas por el tema, lo que permite suponer que la realidad es mucho peor.
Actitudes discriminatorias
Esta ignorancia explicar¨ªa por qu¨¦ la tasa de transmisiones del VIH se mantiene o crece en pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses del mundo -curiosamente, Sur¨¢frica acaba de dar datos que muestran un ligero descenso-, Espa?a incluida. Adem¨¢s, es un calco de cultivo id¨®neo para actitudes discriminatorias, como las que acaban de denunciar las ONG.
En Espa?a, el Plan Nacional sobre el Sida ha hecho un estudio sobre estas situaciones de exclusi¨®n y estigma y, en su nuevo plan multisectorial 2008-2015, incluye un apartado espec¨ªfico sobre este asunto. El problema, seg¨²n las ONG que est¨¢n estudiando el texto, es que "se queda corto". Se basa en campa?as de informaci¨®n, pero hay propuestas, como llegar a acuerdos con sectores clave.
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