El zoo se refresca

Los chimpanc¨¦s del Zoo Aquarium de Madrid tambi¨¦n disfrutan de sus propios manjares veraniegos. No pueden paladear los polos como los ni?os que los observan, pero hay para ellos unas delicias adaptadas a sus gustos. Cuando el cuidador del Zoo se acerca a darles sus helados personalizados, vasos de fruta y verdura congelada, los primates chillan de emoci¨®n y se pelean por atrapar el coloreado refresco.

"Desde que lo huelen, se emocionan", dec¨ªa Mario Robledillo, el jefe de los cuidadores, mientras caminaba todav¨ªa a varios metros de la jaula de los simios, donde ya comenzaban a o¨ªrse los gritos de los enjaulados.

Este verano, el Zoo Aquarium de Madrid ha adaptado la dieta de sus animales a las altas temperaturas del verano. A los herb¨ªvoros como los elefantes asi¨¢ticos, los chimpanc¨¦s, los l¨¦mures y el rinoceronte les sirven una mezcla de trozos de tomate, zumo de fruta, palos de apio, zanahoria picada, mermelada de mora y k¨¦tchup, todo congelado en grandes cubos de hielo.

Los primates chillan de emoci¨®n y se pelean por atrapar primero el colorido refresco

Los l¨¦mures, unos peque?os preprimates saltarines que parecen un h¨ªbrido entre un tit¨ª y un mapache, tienen un espacio donde pueden relacionarse con los visitantes, una novedad introducida recientemente por el parque zool¨®gico. Los peque?os animales comen reducidas cantidades de la mano del cuidador.

Pepa, Peque?a y Tima, las elefantas asi¨¢ticas del parque, pisan y rompen los contenedores de pl¨¢stico donde vienen los bloques de comida, de tama?o proporcional a su envergadura. Con sus pesadas patas liberan los alimentos congelados que velozmente se llevan a la boca con sus trompas.

En el otro lado del zool¨®gico, Lola, una leona que posa como l¨ªder entre su manada felina, espera su raci¨®n de carne congelada, que se le entrega frente a su p¨²blico para que se divierta durante la operaci¨®n. "Con los cubos de comida se refrescan mientras se entretienen", explic¨® Robledillo. Aunque tengan esta alteraci¨®n en su dieta, los animales usan los cubos de hielo m¨¢s por diversi¨®n que por necesidad, ya que muchos de ellos proceden de zonas asi¨¢ticas o africanas con temperaturas m¨¢s c¨¢lidas que las que se alcanzan en Madrid en agosto.

Aparte de la comida, el Zoo ha instalado duchas en varias instalaciones. El rinoceronte toma posiciones debajo de un chorro de agua de donde no se mueve en todo el d¨ªa, mientras los chimpanc¨¦s disfrutan de una ducha pulverizada muy leve, que casi "ni se nota", se?ala Robledillo.

Mientras tanto, las tres elefantas asi¨¢ticas disfrutan de las novedades en su habitat artificial, ya que este a?o el cemento del suelo fue sustituido por arena. Para mantenerse frescas, se arrojan constantemente grandes cantidades de arena sobre la piel, antes gris y despu¨¦s blanca por el polvo que la operaci¨®n levanta.

"Con esa arena ya casi no necesitan meterse al agua", asegura Mayte Morales, del departamento de comunicaci¨®n, mientras se?ala la quieta piscina al otro lado de donde se sol¨ªan refrescar estos animales. No muy lejos de las blancas elefantas, los chimpanc¨¦s no s¨®lo gritan de emoci¨®n por el olor a comida congelada, sino tambi¨¦n por el nuevo suelo donde saltan, que antes era de cemento y ahora es de c¨¦sped. "Econ¨®micamente para el Zoo, cambiarles no fue algo impactante, pero para los chimpanc¨¦s, vaya s¨ª lo fue; est¨¢n felices", sentencia Robledillo.