Un barrendero contra los salarios basura

ACS Actividades de Construcci¨®n y Servicios gan¨® 1.250 millones de euros despu¨¦s de impuestos en su ¨²ltimo ejercicio. Es una de las mayores compa?¨ªas espa?olas y pertenece a la familia de banqueros March, y a los empresarios madrile?os Florentino P¨¦rez, Alberto Cortina y Alberto Alcocer, cuatro de las familias m¨¢s ricas de Espa?a. Manuel Santiago Silva, un moa?¨¦s de 43 a?os, es un empleado suyo. Desde febrero trabajaba en Urbaser -filial de ACS- en Moa?a, primero con un contrato de dos meses y medio (denominado de acumulaci¨®n de tareas); y despu¨¦s con un contrato id¨¦ntico por mes y medio. Como el resto de sus compa?eros, trabaj¨® entre 50 y 52 horas semanales, todos los d¨ªas de la semana, excepto uno de descanso, que va rotando. Es barrendero. Su n¨®mina, la que paga la compa?¨ªa con 1.250 millones de euros en beneficios, era de 618 euros al mes.

Tras la movilizaci¨®n, el Ayuntamiento investiga si la firma incumple lo que le exige la concesi¨®n

El sueldo incluye horas extras, pluses de penosidad y transporte, prorrateo de pagas extras... Su salario base es de 466 euros, es decir, 104 euros menos que el Salario M¨ªnimo Interprofesional fijado por el Gobierno para este a?o. Todos los contratados en febrero, excepto dos mujeres, dejaron el trabajo o, como a Silva, no les fue renovado. La diferencia es que este barrendero ha decidido denunciar la situaci¨®n y plantar cara a los salarios basura.

Desde hace 20 d¨ªas permanece acampado ante la casa consistorial de Moa?a y alg¨²n fin de semana recibe la acampada solidaria de otras tiendas de dirigentes del sindicato CIG o de pol¨ªticos como Camilo Nogueira. De momento, lo ¨²nico que ha conseguido es que el Ayuntamiento de Moa?a abriese un expediente informativo a Urbaser ante una petici¨®n sindical de rescisi¨®n de la contrata de limpieza, por el supuesto incumplimiento grave del pliego de condiciones.

La historia de la n¨®mina de Manuel Silva es curiosa. Ha sido reproducida en formato de pancarta y se ha convertido en el salario basura m¨¢s famoso de Moa?a. ACS Actividades de Construcci¨®n y Servicios, hasta hace poco llamada ACS Dragados, es la due?a de Urbaser, de Uni¨®n Fenosa y de decenas de empresas que ahora pertenecen a este tipo de conglomerados empresariales. La n¨®mina de Silva nace de la privatizaci¨®n de la limpieza de las calles de Moa?a que aprob¨® el alcalde, Xos¨¦ Manuel Mill¨¢n Otero (BNG), hace 8 meses. "Yo no me meto en las condiciones salariales entre una empresa y sus empleados. La relaci¨®n del Ayuntamiento de Moa?a con Urbaser es un contrato de servicios que tienen que cumplir y que supongo que cumplir¨¢n", explic¨® a este peri¨®dico el reelegido alcalde nacionalista.

Siete barrenderos se encargan de barrer a diario, entre las 7.00 y 13.40 horas, las aceras, bordillos y de limpiar las papeleras. Hay un encargado que les sigue con c¨¢mara fotogr¨¢fica para comprobar que hacen bien su tarea. El trabajo ha de hacerse todos los d¨ªas, festivos incluidos, a excepci¨®n de la jornada semanal de descanso que, no es cada 7, sino cada 8 d¨ªas.

Moa?a est¨¢ muy limpia. El alcalde y el concejal responsable de la limpieza, V¨ªctor Pastoriza (PSOE), est¨¢n satisfechos. Pastoriza trabaj¨® y fue despedido por Urbaser hace a?os. Antes de ser concejal, cuando como Manuel Silva, era basurero, protagoniz¨® una sonora protesta, encerr¨¢ndose en el sal¨®n de plenos de Moa?a.

As¨ª son las cosas. Un alcalde del BNG que privatiza un servicio con sueldos de 466 euros el mes, un jefe de limpieza que tuvo que encerrarse contra la misma empresa y una compa?¨ªa que declara ganar 1.250 millones de euros. Bueno, este a?o ingresar¨¢ m¨¢s. Tras contratar el barrido de Moa?a, ACS ha aumentado este a?o sus beneficios en un 10% y en s¨®lo un semestre ya se ha embolsado 1.010 millones de euros despu¨¦s de impuestos.

El caso de este barrendero ha provocado una enorme divisi¨®n en la asamblea local del BNG, la movilizaci¨®n de la CIG, un debate en la comisi¨®n de gobierno y la solidaridad de cuantos pasan ante la tienda de campa?a de Silva. El viernes, las acciones de ACS cayeron casi un 2% en Bolsa.