Una de piratas

El estreno en nuestro pa¨ªs, hace ya tres a?os, de La mejor juventud (2003), de Marco Tullio Giordana, vino a matizar las ideas recibidas sobre el fr¨¢gil estado de salud de la cinematograf¨ªa italiana. Octavo largometraje de Giordana, Cuando naces... ya no puedes esconderte es la historia de una toma de conciencia que bordea el delicado territorio del moralismo para terminar ampliando su alcance mediante un soberbio manejo de la ambig¨¹edad y el claroscuro. Tiene algo de esos relatos con piratas, con La isla del tesoro como modelo can¨®nico, que, a la postre, no son otra cosa que historias de iniciaci¨®n, del tr¨¢nsito de la ingenuidad a esa mirada adulta que ya jam¨¢s podr¨¢ librarse de la turbiedad.

Cuando naces... pertenece a esa extra?a familia de pel¨ªculas que, en cuanto el cr¨ªtico suspicaz arquea la ceja, optan por el desv¨ªo m¨¢s necesario, inteligente e insospechado, con un modelo de discurso del que deber¨ªan aprender muchos presuntos ap¨®logos de la mirada social embriagados de paternalismo y falsa poes¨ªa. Cuando Giordana logra convertir una canci¨®n de Eros Ramazzotti en un prodigio de lacerante elocuencia y hace de un simple bocadillo perfecto s¨ªmbolo del imposible esperanto entre dos universos irreconciliables, la pel¨ªcula toca el cielo de la excelencia.