"Sin matar, falta algo en las corridas"

Pedrito de Portugal es uno de los toreros m¨¢s famosos de este pa¨ªs, pero tambi¨¦n uno de los casos m¨¢s sonados de enfrentamientos con la justicia. El 12 de septiembre de 2001 cometi¨® un delito: matar a un toro al final de una corrida, prohibido en Portugal, y que hace unos a?os se castigaba incluso con la c¨¢rcel. Ahora, Pedrito debe pagar una multa de 105.000 euros por finalizar la corrida a la espa?ola, es decir, con la muerte del animal. "El hecho de no matar hace que falte algo en las corridas. Es un arte incompleto", asegura. Nacido Alexandre Pedro Dos Anjos Roque Silva hace 30 a?os, tom¨® la alternativa en junio de 1994 en Badajoz. "Portugal es el ¨²nico pa¨ªs del mundo taurino en el que no se mata a los toros", critica. Pedrito dio muerte a un toro al final de la corrida que celebraba mano a mano con Jesul¨ªn de Ubrique en la plaza de Daniel Nascimento de Moita, una peque?a ciudad al sur de Lisboa. "La plaza estaba llena de gente. En el tercer toro hice un faen¨®n y la plaza entera se puso en pie con los pa?uelos en la mano y gritando 'mata, mata, mata', hab¨ªa mucha locura", recuerda. Se dej¨® llevar por el momento y decidi¨® "ejecutar la suerte suprema como un profesional", dice.

Dos a?os despu¨¦s era condenado a pagar una multa por infringir la ley que proh¨ªbe matar a los toros durante las corridas. Despu¨¦s de recurrir hasta el Tribunal Constitucional deber¨¢ pagarla. Desde entonces, termina todas sus corridas fingiendo una estocada de muerte. Lo sucedido con Pedrito en la plaza de Moita reaviv¨® el debate sobre las llamadas touradas de morte. Un a?o despu¨¦s, la plaza de toros de Barrancos, una peque?a localidad del Alentejo, cerca de la provincia de Huelva, recib¨ªa una autorizaci¨®n especial para matar toros en la lidia por "cuestiones de tradici¨®n y cultura popular". Se celebr¨® all¨ª la primera corrida con la muerte de un toro autorizada en Portugal en 74 a?os. Hoy, la de Barranco es la ¨²nica plaza que permite celebrar corridas de toros a la manera tradicional. En el resto, la fiesta se limita al capote y las banderillas.