Eur¨ªpides a ritmo de 'soul'
El actor Alan Cumming triunfa en el Festival de Edimburgo con una versi¨®n musical actualizada de 'Las bacantes'
La m¨²sica se ha convertido en la protagonista de la programaci¨®n teatral del Festival Internacional de Edimburgo. Versiones esc¨¦nicas de ¨®peras como Orfeo y La coronaci¨®n de Poppea, ambas de Monteverdi, o La didone, de Francesco Cavalli, comparten cartel con revisiones de cl¨¢sicos como Las bacantes, de Eur¨ªpides, o Casa de mu?ecas, de Ibsen. Todas dan gran importancia a la banda sonora, ya sea porque el origen del montaje parte de una ¨®pera o porque la creaci¨®n de una m¨²sica nueva torna al cl¨¢sico teatral en una suerte de seudomusical a ritmo soul. ?ste es el caso de Las bacantes, uno de los grandes ¨¦xitos del festival que agota diariamente las localidades desde que se estren¨® y al que la cr¨ªtica brit¨¢nica ha concedido cuatro y cinco estrellas, baremo de puntuaci¨®n que usa la prensa escrita para guiar al p¨²blico.
Sin duda, la espectacularidad del montaje, con sorprendentes e impactantes golpes teatrales y efectos especiales, es una de las bazas del ¨¦xito de esta versi¨®n actualizada del Teatro Nacional de Escocia de la tragedia de Eur¨ªpides firmada por el dramaturgo escoc¨¦s David Greig (Edimburgo, 1969) y dirigida por John Tiffany, uno de los triunfadores de la pasada edici¨®n del Festival Fringe de Edimburgo con la obra Black Watch. Y a la espectaculidad cabe a?adir el reclamo medi¨¢tico del protagonista de esta versi¨®n de Las bacantes: el actor escoc¨¦s Alan Cumming, popular por sus papeles en pel¨ªculas como Goldeneye, Spy Kids o X-Men 2, que con este montaje regresa a los escenarios teatrales escoceses tras 16 a?os de ausencia.
Greig actualizada la historia del dios Dionisio que, en forma humana, llega a Tebas para castigar al rey Penteo, que niega su origen divino y proh¨ªbe los ritos de su culto. Y Tiffany lo presenta como una suerte de estrella del glam rock vestido con falda de tablas de lam¨¦ dorado a juego con chaleco y peluca negra rizada. De tal guisa desciende desde la pinta del escenario, cabeza abajo y exhibiendo los gl¨²teos desnudos, Alan Cumming, quien ya de pie sobre las tablas anuncia: "?Tebas, he vuelto!", en clara referencia a su regreso a los escenarios de Escocia. Le acompa?an un coro de 10 magn¨ªficas voces negras que, como las bacantes (las adoradoras del dios Dionisio), interpretar¨¢n los temas pop-soul de la partitura creada por Tim Sutton e interpretada en directo.
Cumming comparte escenario con otro actor teatral escoc¨¦s que ha hecho fortuna en el cine, Tony Curran, un sobrio Penteo con el que mantienen un duelo actoral. Hilarante la escena de seducci¨®n de Dionisio con Penteo, quien acaba sucumbiendo a su embrujo y disfraz¨¢ndose de mujer con un traje de noche verde con diadema antes de que el escenario se llene literalmente de llamas -s¨ªmbolo de la destrucci¨®n del palacio de Tebas-, en uno de los efectos especiales m¨¢s espectaculares de esta producci¨®n, que tras su paso por Edimburgo se presentar¨¢ en Glasgow y en septiembre en el teatro Lyric Hammersmith de Londres.
Esta producci¨®n de Las bacantes ha compartido honores de inauguraci¨®n de la programaci¨®n teatral del Festival Internacional de Edimburgo con una singular y pol¨¦mica versi¨®n en alem¨¢n de la ¨®pera de Monteverdi La coronaci¨®n de Popea, procedente del Viena Schuspielhaus, adaptada y dirigida teatral y musicalmente por el australiano residente en Viena Barrie Kosky, uno de los directores de escena oper¨ªsticos, junto a Calixto Bieito, m¨¢s pol¨¦micos de la actualidad. Con la historia de la ambiciosa Popea, que consigue que el emperador Ner¨®n destierre a Ottavia para coronarse emperatriz de Roma, Kosky, acusado de destruir con Poppea la obra de Monteverdi, crea un s¨®rdido, salvaje y a la vez soberbio espect¨¢culo cantado en el que mezcla la m¨²sica de Monteverdi con jazz y c¨¦lebres melod¨ªas de Cole Porter.
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