La Avenida de los Volcanes
Paseo en telef¨¦rico, a 4.050 metros de altitud, por las cimas de Quito
Desde el Pichincha, el gran pico que domina la capital ecuatoriana, se divisan hasta 15 volcanes en d¨ªas claros. El m¨¢s alto del pa¨ªs es el Chimborazo, seguido por el Cotopaxi, nombres cargados de leyendas.
Un viaje en telef¨¦rico de poco m¨¢s de 10 minutos de duraci¨®n permite volar desde los 2.950 metros de altitud del barrio del Bosque de Quito hasta los 4.050 de la Cruz Loma, una de las crestas del macizo volc¨¢nico de Pichincha, dominado por las cimas del Rucu (viejo, en quechua) Pichincha, de 4.790 metros de altura, y del Guagua (ni?o) Pichincha, algo m¨¢s bajo, pero, a diferencia del anterior, todav¨ªa activo.
Conforme se asciende, la capital de Ecuador se va desplegando bajo los pies a lo largo de una interminable y estrecha terraza de unos treinta kil¨®metros de longitud por unos cinco en su punto m¨¢s ancho; un magma urbano abigarrado y ca¨®tico del que escapan hacia el cielo como fumarolas las torres de las iglesias y los conventos coloniales, los singulares edificios acristalados del barrio financiero y los modernos bloques residenciales, mientras la masa de casas bajas de los barrios pobres, pintadas en su mayor¨ªa de blanco, semeja un enorme reba?o de ovejas pastando en las laderas.
A trav¨¦s de los amplios ventanales de la cabina colgante se empiezan a ver las imponentes cumbres de numerosas monta?as que, como columnas de capiteles nevados, parecen sostener la c¨²pula del cielo. Desde el techo de Quito se pueden divisar hasta 15 volcanes en los d¨ªas despejados y luminosos. Hacia el norte, la mole del Cayambe, de 5.700 metros, se impone al Imbabura o al m¨¢s lejano Cotacachi. Hacia el sur se despliega por el valle Central, encajada entre las cordilleras Oriental y Occidental, la que fuera bautizada por el berlin¨¦s Alexander von Humboldt en 1802 como la Avenida de los Volcanes.
La carretera Panamericana recorre el estrecho pasillo abierto por los Andes en la espina dorsal de Ecuador, avanzando entre f¨¦rtiles valles, dispuestos de este a oeste, situados en cotas que van desde los 2.300 hasta los 3.000 metros. La cercan¨ªa del ecuador permite viajar entre palmeras y orqu¨ªdeas, vegetaci¨®n de tundra y glaciares en las alturas. Basta con dejar el valle atr¨¢s para encontrarse con una variada gama de ecosistemas, desde el subtropical hasta el ¨¢rtico.
Lugar de aclimataci¨®n
A pocos kil¨®metros de la capital surge el Pasochoa, el volc¨¢n m¨¢s bajo de la avenida, de 4.200 metros, utilizado frecuentemente por caminantes y escaladores como lugar de aclimataci¨®n a la altura. En su caldera erosionada y abierta permanece inalterado uno de los ¨²ltimos reductos del bosque end¨¦mico andino, con especies arb¨®reas como el quishuar o el polylepys y bellos arbustos y plantas como la chuquiragua, la bromelia y la orqu¨ªdea, cuyo n¨¦ctar alimenta a los diminutos y nerviosos colibr¨ªes; un espacio ¨²nico sobrevolado ocasionalmente por alguna de las 114 parejas de c¨®ndores que quedan en Ecuador y en el que se puede llegar a intuir la presencia del puma.
Hacia el sureste, como robustos guardaespaldas rayanos en los 5.000 metros de altura, se yerguen el Rumi?ahui, bautizado con el nombre del capit¨¢n de Atahualpa que guerre¨® contra los colonizadores espa?oles, y el Sincholagua, pr¨¢cticamente unido por una cadena monta?osa al colosal Antisana, de 5.758 metros, cubierto por un manto de nieve eterna. En la cordillera opuesta descuellan los perfiles sensuales del Atacazo, tras el que se esconden el Ninahuilca, todav¨ªa vivo, y el Coraz¨®n.
Pronto, todos estos titanes parecen encogerse ante la escalofriante presencia del Cotopaxi, una mole c¨®nica perfecta de m¨¢s de 5.900 metros de altura, con una base de 15 kil¨®metros de di¨¢metro, asentada en medio de una llanura inmensa y coronada por una espectacular bufanda de hielo que, sin embargo, empieza a mostrar ya las feas heridas infligidas por un r¨¢pido deshielo, consecuencia del calentamiento global de la Tierra. Bajo sus faldas se cobija, protegido como parque nacional, un paisaje sobrecogedor, una tundra barrida casi permanentemente por un viento g¨¦lido, cicatero en ox¨ªgeno y en ocasiones pestilente, cargado con los efluvios sulfurosos que emanan de la boca del viejo dios de los quichuas.
A 3.800 metros de altitud, la laguna de Limpiopungo suaviza el rigor del paisaje, alojando en sus riberas a un numeroso grupo de aves acu¨¢ticas, como fochas, chorlitos, avefr¨ªas o gaviotas andinas, y reflejando en la superficie clara de sus aguas la imagen invertida del volc¨¢n, la segunda cima de Ecuador. Al otro lado de la Panamericana se aprecian las empinadas agujas nevadas de la doble cumbre del Illiniza, de 5.263 metros de altura.
Saltos de agua
A unos 180 kil¨®metros al sur de Quito, tras dejar atr¨¢s las ciudades de Latacunga, lugar de desv¨ªo para quienes viajan al lago Quilotoa, un cr¨¢ter anegado hundido en una depresi¨®n de m¨¢s de 350 metros de profundidad, y Ambato, donde todos los lunes se celebra el mayor mercado de Ecuador, se encuentra la bella localidad de Ba?os, ubicada a los pies del Tungurahua, de m¨¢s de 5.000 metros de altura.
La actividad del volc¨¢n, que obliga a puntuales desalojos de las poblaciones cercanas, proporciona a este pueblo generosos manantiales de aguas termales que, junto a su peculiar clima subtropical, lo han convertido en un destino tur¨ªstico de primer orden. Ubicado entre los parques nacionales de Sangay, patrimonio de la humanidad, y Llanganates, es un corredor biol¨®gico por el que siguiendo el r¨ªo Pastaza se llega a la selva amaz¨®nica.
En las cercan¨ªas de Ba?os, en cuyo centro urbano brota una cascada de 30 metros de longitud, y a lo largo de la cuenca de este r¨ªo y sus afluentes hay no menos de 50 saltos de agua, algunos tan impresionantes como el del Pail¨®n del Diablo o R¨ªo Verde, con una ca¨ªda de unos 100 metros. Desde Ba?os, se ve hacia el sur el Altar, de 5.319 metros, ribeteado por sus siete picos: el Obispo, el Can¨®nigo, el Fraile Grande, el Fraile Chico, la Monja Grande, la Monja Chica y el Tabern¨¢culo, y hacia el oeste, flanqueado por el pr¨®ximo Carihuairazo, cierra el horizonte la silueta amazacotada del Chimborazo, la cumbre m¨¢s alta de Ecuador, con 6.310 metros.
Este gigante marca el l¨ªmite de la Avenida de los Volcanes, una tierra m¨ªtica en la que, seg¨²n la leyenda ind¨ªgena, el Chimborazo y el Cotopaxi pelearon durante a?os con erupciones constantes por el amor de la bella Tungurahua. Gan¨® el primero, y fruto de aquella victoria naci¨® el Guagua Pichincha, por eso ahora, insisten los quechuas, cuando el ni?o llora o tiembla, la madre le responde.
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n - Prefijo telef¨®nico: 00 593.- Oficina de turismo de Quito (www.quito.com.ec; 225 5 15 66). Parque Gabriela Mistral, Reina Victoria y Cordero, s/n.- Turismo de Ba?os (32 74 04 83; www.banios.com). - Oficina de turismo de Ecuador (www.vivecuador.com).C¨®mo ir- Avianca (902 100 767) ofrece vuelos de ida y vuelta a Quito v¨ªa Bogot¨¢ desde 843,48, tasas y cargos incluidos.- Iberia (www.iberia.com; 902 400 500) vuela directo a Quito. Ida y vuelta desde Madrid, a partir de 1.089,35 euros, precio final. Desde Barcelona, 854,56 euros, todo incluido.Visitas- El telef¨¦rico (96 16 22 36; www.teleferiqo.com). Arnulfo Araujo, s/n. Adultos, 3 euros; ni?os, 2; tercera edad y discapacitados, 1,50. Horario: lunes, de 11.00 a 20.00; de martes a jueves, de 10.00 a 20.00; viernes, de 10.00 a 22.00; s¨¢bados, de 9.00 a 22.00; domingos, de 9.00 a 20.00.
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