Pistas en busca de un final feliz

Jos¨¦ David y Alberto Luis Parra, de 12 y 10 a?os de edad -los hermanos de nacionalidad portuguesa y residentes en Torrent (Valencia) que fueron secuestrados el pasado domingo en Venezuela- deber¨ªan estar hoy en el interior de alguna de las majestuosas iglesias que hay en la ciudad venezolana de San Crist¨®bal celebrando su primera comuni¨®n. Todo estaba listo para la ocasi¨®n, pero no pudo ser. Los delincuentes que hace una semana los secuestraron junto a su t¨ªo, David Barreto, de 35 a?os, y el hijo de ¨¦ste, David Mariano, de 10, no han atendido a¨²n a las s¨²plicas de la familia de dejarlos en libertad.

Desde que fueron interceptados, a unos minutos de la represa de Uribante-Caparo, al sur del estado de T¨¢chira, lim¨ªtrofe con la conflictiva frontera que comparten Venezuela y Colombia, nada se ha sabido sobre su paradero. El jefe de la polic¨ªa cient¨ªfica del estado andino, el comisario Gustavo Pe?a, declar¨® a los medios venezolanos que "las pesquisas contin¨²an en la zona fronteriza" y que "hasta el momento los captores no han establecido ning¨²n tipo de contacto con la familia". La guerrilla colombiana se ha apresurado a afirmar que nada tiene que ver con estas desapariciones, y todo hace pensar que se trata de un caso de delincuencia mafiosa.

Pe?a asegur¨® que ha habido personas, a las que tild¨® de "inescrupulosas" o "posibles antisociales", que han llamado a los familiares venezolanos de los ni?os haci¨¦ndose pasar por los secuestradores para exigirles dinero.

Pese a este panorama desolador, en el Gobierno venezolano aseguran que la polic¨ªa dispone informaci¨®n que podr¨ªa ayudar a dar con los tres ni?os y el adulto. Fuentes gubernamentales revelaron que una persona que hab¨ªa presenciado el secuestro ha aportado pistas que se est¨¢n investigando. Los agentes mantienen en secreto la identidad de ese testigo y su testimonio.

"El testigo fue el que denunci¨® el secuestro. Al parecer, pens¨® que se trataba de un robo, y cuando se enter¨® por los medios de comunicaci¨®n de lo que ocurri¨®, se puso a disposici¨®n de las autoridades. Est¨¢ bajo protecci¨®n para garantizarle su seguridad", aseguraron las citadas fuentes.

De la investigaci¨®n s¨®lo ha trascendido que se ha examinado con todo detalle el todoterreno donde viajaban Barreto, su hijo y sus sobrinos. Adem¨¢s, las operaciones de b¨²squeda ya no se circunscriben a T¨¢chira, sino que se han extendido a los estados de Apure, M¨¦rida y Portuguesa, lo cual da a entender que los secuestrados siguen en territorio venezolano.

T¨¢chira, al igual que todos los estados de Venezuela que colindan con Colombia, son zonas de paso para la guerrilla, los paramilitares, narcotraficantes y delincuentes comunes. All¨ª los secuestros, "las vacunas" -pagos que los grupos insurgentes colombianos exigen a los empresarios, comerciantes y ganaderos venezolanos, bajo amenaza de secuestro- y el sicariato (asesinatos por encargo) son frecuentes. La Federaci¨®n Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) afirma que actualmente hay 78 personas en cautiverio, mientras que el Gobierno ha reconocido que en lo que va de a?o se han producido 140 secuestros.

El ministro del Interior, Pedro Carre?o, garantiz¨® esta semana que las autoridades policiales y militares har¨¢n todo lo que est¨¦ a su alcance para resolver este caso. "El Estado venezolano se est¨¢ moviendo de manera en¨¦rgica. El Cicpc (polic¨ªa cient¨ªfica), el Grupo Antisecuestro de la Guardia Nacional y la Disip (polic¨ªa pol¨ªtica) trabajan conjuntamente para liberar a estas cuatro personas", declar¨® a Uni¨®n Radio el funcionario.

En la mente de los venezolanos a¨²n est¨¢ fresco lo ocurrido en el ¨²ltimo secuestro m¨²ltiple, el de los hermanos John, Kevin y Yeison Faddoul, quienes a mediados del a?o pasado fueron secuestrados en Caracas junto a su ch¨®fer, Miguel Rivas, y d¨ªas despu¨¦s aparecieron muertos a las afueras de la capital.

Ahora, como parte de un despliegue especial en la lucha contra los secuestros, la fiscal¨ªa venezolana ha incorporado a dos nuevos fiscales a la investigaci¨®n, Jairo Escalante y Dilier Rojas. Este ¨²ltimo, seg¨²n fuentes policiales, "fue funcionario de los servicios de inteligencia antes de ingresar en la fiscal¨ªa y tiene mucho olfato para estos casos".

El incremento en el n¨²mero de secuestros en los ¨²ltimos a?os en Venezuela ha impulsado a las autoridades a adoptar medidas, algunas muy pol¨¦micas. El Parlamento discute actualmente un proyecto de ley en el que se propone congelar las cuentas bancarias de los familiares de un secuestrado, para as¨ª evitar que paguen por su liberaci¨®n.

Hay quien cree que este tipo de decisi¨®n no llevar¨¢ a ninguna parte. "La industria del secuestro dejar¨¢ de serlo en la medida en que no sea rentable para los secuestradores, pero para ello hay que golpear a los secuestradores y no a las v¨ªctimas y a sus familias", enfatiza un jurista venezolano.