La carretera de la Cabra

Junto al puerto del Suspiro del Moro de Granada, ese lugar en el que la leyenda dice que Boabdil escuch¨® de su madre aquello de "llora como una mujer lo que no supiste defender como un hombre", parte la llamada carretera de la Cabra, que aunque vieja y serpenteada, ofrece algunas vistas impresionantes de un paraje ¨²nico.

Esta antigua carretera sirvi¨® durante a?os como conexi¨®n entre la capital y la costa. De aquellos tortuosos viajes todav¨ªa queda alg¨²n m¨ªnimo resquicio, como alguna venta que ha sobrevivido al tiempo y se mantiene abierta contra todo pron¨®stico. La carretera de la Cabra, para el imaginario granadino, constituye una ventana al mar en plena monta?a, una puerta abierta al verano en un paraje dif¨ªcil y encrespado, no apto para quienes padezcan de v¨¦rtigo.

Tras 25 kil¨®metros de camino si se parte desde Granada, unos cinco m¨¢s desde Almu?¨¦car, la carretera conduce a Javena y a Fornes. Fornes es un pueblo cl¨¢sico de monta?a granadina que vale la pena visitar. Adem¨¢s de su iglesia, el molino de pan y la ermita de la Resinera son dos lugares entra?ables que ayudan al viajero a conocer su historia y sus costumbres. De estas ¨²ltimas, destaca la celebraci¨®n cada 25 de julio de la llamada Romer¨ªa de Santiago. Consiste en una misa que concluye con un desayuno con churros, chocolate y unas copas de an¨ªs. Despu¨¦s, junto al r¨ªo, se bebe cerveza y sangr¨ªa y se cocinan sardinas.

Si quedan fuerzas despu¨¦s de un banquete as¨ª, tras unos kil¨®metros m¨¢s de descenso se encuentra el municipio de Ot¨ªvar. Se trata de un lugar ideal para perderse, donde se combina la naturaleza con la historia. Las calles t¨ªpicas andaluzas con sus casas blancas y rejas negras confluyen en la Iglesia de San Jos¨¦, de estilo mud¨¦jar, que fue construida en el siglo XVI. Otra de las construcciones de importancia de la localidad es el palacete de C¨¢zulas, tambi¨¦n conocido como Casa de la Marquesa, que en un principio fue una alquer¨ªa musulmana y m¨¢s tarde pas¨® a ser una residencia se?orial.

La excursi¨®n concluye con una visita a la llamada junta de los r¨ªos, el entorno natural en el que confluyen r¨ªo Verde y r¨ªo Seco. El lugar es frecuentado por senderistas y por excursionistas que gustan del contacto directo con la naturaleza.