La "revoluci¨®n moral" castiga a los Kaczynski

Polonia es el ¨²nico pa¨ªs en el mundo gobernado por gemelos: los conservadores Lech (presidente) y Jaroslaw (primer ministro) Kaczynski. Pero esta ins¨®lita situaci¨®n puede estar a punto de cambiar. Los dirigentes han expulsado del Gobierno a los que han sido sus socios de coalici¨®n desde abril de 2006 -la ultranacionalista y cat¨®lica Liga de las Familias Polacas y la populista Autodefensa- y se ven obligados a convocar elecciones anticipadas este oto?o. Los gemelos se enfrentan a una derrota casi segura, seg¨²n las encuestas, que dan como claro favorito al principal partido de la oposici¨®n, la liberal Plataforma C¨ªvica.

La cruzada lanzada por los Kaczynski desde que est¨¢n en el poder para renovar la vida de los polacos y librarlos definitivamente de lo que consideran el demonio del pasado comunista -es decir, la "revoluci¨®n moral" propugnada tantas veces por el presidente Lech, basada en los "valores familiares"- les puede pasar factura. Los sondeos muestran que, si se convocan las elecciones, la Plataforma C¨ªvica (PO, derecha liberal y proeuropea), que perdi¨® por poco en los comicios de 2005, tendr¨ªa el 33% de los votos. Es decir, la mitad de los 460 esca?os de la Dieta (C¨¢mara baja), con lo que podr¨ªa gobernar casi en solitario.

El partido en el Gobierno se enfrenta a un caso de financiaci¨®n irregular

La Plataforma C¨ªvica puede lograr el 33% de los votos en las elecciones anticipadas

Con peor suerte, la gobernante Ley y Justicia (PiS, derecha cat¨®lica) reunir¨ªa el 24% de los votos (unos 110 diputados; frente a los 151 actuales). Los ex aliados de Kaczynski se han unido para ir juntos a las pr¨®ximas elecciones, porque los sondeos indican que no superan el apoyo m¨ªnimo del 5% de los votos para entrar en el Parlamento. Y los socialdem¨®cratas obtendr¨ªan un 9%.

Los analistas consideran que la ca¨ªda de los gemelos en las encuestas se debe, en parte, a sus dos ex aliados rebeldes. El partido de los Kaczynski gan¨® las elecciones en 2005 con la promesa de depurar Polonia de la corrupci¨®n y de los defectos del pasado comunista. En lugar de formar coalici¨®n con la Plataforma (ambos partidos vienen del entorno de Solidaridad), como prometieron, se aliaron con la Liga y Autodefensa que, con sus propuestas radicales contra los homosexuales, el aborto y a favor de la pena de muerte, han contribuido a da?ar la imagen del Gobierno.

El Parlamento tiene previsto decidir a lo largo del pr¨®ximo mes si se celebran elecciones legislativas anticipadas (inicialmente est¨¢n previstas para 2009). La fecha que m¨¢s suena es el 21 de octubre, pero los comicios podr¨ªan ser en noviembre. "Todav¨ªa no estoy al 100% seguro de que haya elecciones pronto; creo que es posible que Jaroslaw Kaczynski haya amenazado con convocarlas para ganar tiempo y meter a sus socios en vereda, pero esta vez no creo que le resulte nada f¨¢cil", afirma en conversaci¨®n telef¨®nica Jacek Kucharczyk, subdirector del Instituto de Estudios P¨²blicos, un think tank independiente con sede en Varsovia.

Tras expulsar esta semana a sus socios, el Gobierno se ha quedado en minor¨ªa y las elecciones parecen inevitables. "Lo m¨¢s probable es que la Plataforma tenga que gobernar con la ayuda de otro partido, quiz¨¢s el de los agricultores (PSL) o quiz¨¢s con los socialdem¨®cratas, quienes en las pasadas elecciones sufrieron un duro batacazo tras gobernar una legislatura marcada por la corrupci¨®n", opina el analista Piotr Kaczynski. Coincide con ¨¦l Kucharczyk, que pronostica que el alza de la participaci¨®n (en 2005 s¨®lo fue del 40% por la ca¨ªda del voto joven) beneficiar¨¢ a la Plataforma. "Pero no creo que Kaczynski sufra una hecatombe".

Nadie se atreve a subestimar la capacidad del PiS para recuperar el apoyo de su electorado. En 2005, el partido iba segundo en las encuestas y gan¨® gracias a una agresiva campa?a. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta las tensiones que existen en la Plataforma entre sus dos dirigentes, Donald Tusk y Jan Rokita.

Lo cierto es que la vida pol¨ªtica polaca vive en la agitaci¨®n desde la ca¨ªda de la dictadura comunista, en 1989. A principios de los noventa los Gobiernos cambiaban cada seis o 12 meses, al estilo italiano. "Ahora la situaci¨®n vuelve a ser parecida, en el sentido de que la econom¨ªa va muy bien, mientras la vida pol¨ªtica es un desastre", a?ade Piotr Kaczynski. El producto interior bruto (PIB) crece a un ritmo del 6%, el paro se ha reducido y la inflaci¨®n es baja.

Los analistas creen que detr¨¢s de la crisis de Gobierno est¨¢ el deseo de Jaroslaw Kaczynski de controlar a sus socios sin ¨¦xito y de poner fin a la coalici¨®n que ya en las pasadas elecciones locales le supuso al partido una sangr¨ªa de votos. Muchos apuntan tambi¨¦n a la investigaci¨®n que la Comisi¨®n Electoral Estatal ha abierto contra Ley y Justicia por presuntas irregularidades en la financiaci¨®n del partido. Seg¨²n los analistas consultados, el primer ministro preferir¨ªa ir a las urnas antes de que finalice esta investigaci¨®n para evitar perder las subvenciones p¨²blicas que le corresponden a esta legislatura y tener que hacer una campa?a en 2009 sin apenas fondos. "Si pasamos a otra legislatura ya no hay problema, porque las ayudas ser¨¢n nuevas", aclara Kucharczyk.

Mientras los pol¨ªticos se tiran los trastos a la cabeza, Polonia se enfrenta a temas clave. El Parlamento tiene que decidir si acepta que EE UU instale en su territorio, en contra de la opini¨®n de Rusia, parte de su sistema de defensa antimisiles. En 2012 el pa¨ªs albergar¨¢ la Eurocopa de f¨²tbol y tiene que ponerse en marcha ya si quiere construir los estadios y carreteras que necesita.

La crisis pol¨ªtica puede poder fin a uno de los Gobiernos de coalici¨®n m¨¢s pol¨¦micos de los ¨²ltimos a?os en la UE, de la que Polonia es socia desde 2004, y cuyas iniciativas han dejado sin habla a Bruselas. La lista de la controversia es larga: la campa?a de limpieza anticomunista; la prohibici¨®n de la llamada "propaganda homosexual" en las escuelas; los planes de la Liga para impedir el aborto incluso aunque peligre la vida de la mujer; las amenazas de bloqueo de la Constituci¨®n europea, etc¨¦tera.