Naturaleza salvaje

Acaba de celebrarse el D¨ªa Internacional de la Fotograf¨ªa. Se cumplen 158 a?os desde que Arag¨® hizo p¨²blico el procedimiento del daguerrotipo en la Academia de Ciencias de Par¨ªs en presencia de los miembros de la de Bellas Artes. La fecha no se olvida y en Zarautz se festeja con aurresku y ofrenda de flores ante el monumento dedicado al inventor, que algunos autores se?alan de origen vasco.

Adem¨¢s de este evento, para festejarlo nos hemos detenido en una espectacular exposici¨®n sobre fot¨®grafos de la naturaleza en el desv¨¢n del Museo Euskal Herria de Gernika. Sus autores proceden de distintos pa¨ªses y las tomas han sido realizadas en rincones impolutos de nuestro planeta. Se muestran algo m¨¢s de 90 im¨¢genes donde el color y las excelentes composiciones llenan el ojo del espectador. Y, por si alguno quiere m¨¢s, antes de marchar Oibar Idoyaga, al frente del recinto, podr¨¢ facilitarle un no menos interesante cat¨¢logo a su justo precio.

La muestra est¨¢ teniendo una buena acogida. Puede que sea por la climatolog¨ªa, ya que de vacaciones, cuando no se puede ir a la playa, hay quienes buscan alternativas de ¨ªndole cultural. Con todo, resulta muy gozoso incluso con ni?os alrededor, que preguntan a sus padres por las maravillas que contemplan.

El recorrido de la visita tiene distintos apartados. Encontramos uno destinado al comportamiento de los mam¨ªferos, otro a las aves, a los insectos, a los reptiles, hasta llegar al elogio de las plantas y las tierras v¨ªrgenes. As¨ª, descubrimos la actitud de una morsa en el fondo del mar, la cebra que patea a una leona cuando intenta atraparla con sus zarpas delanteras, un delf¨ªn que parece volar e incluso dos ping¨¹inos en las islas Malvinas discutiendo a sopapos por una hembra.

En el Oc¨¦ano ?ndico, en el perdido atol¨®n de Aldaba, el fot¨®grafo ha captado al cangrejo de los cocoteros paseando por el tronco de una palmera. Sus poderosas pinzas rompe la coraza de los cocos que le sirven de alimento. En Hawai, la tortuga verde es masajeada por los peces locales que van limpi¨¢ndole sus costras. Flamencos y garzas reales representan una original danza en el aire. Lib¨¦lulas en su metamorfosis, un b¨²ho blanco, patos, albatros, una temible anaconda, ranas de colores o la rimbombante grulla manch¨² son otras de las bellezas salvajes que se pueden contemplar.

Tampoco debemos olvidar los despampanantes bancos de humildes sardinas, caballas o boquerones. Todo un espect¨¢culo a no perderse.

Fot¨®grafos de la naturaleza. Varios autores. Museo Euskal Herria. Allende Salazar, 5; Gernika. Hasta el 16 de septiembre. Horarios: de martes a s¨¢bados, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00; domingos, de 11.00 a 15.00; lunes, cerrado.