"La piedra exige reflexi¨®n y precisi¨®n de cirujano"
El cantero es un tallador, un artesano de la piedra capaz de trabajarla hasta el m¨¢s min¨²sculo detalle
En Baleares, donde el turismo es sin¨®nimo de trabajo y, si uno vale y se sabe mover bien, tambi¨¦n de riqueza, se dan de vez en cuando historias extravagantes y excepcionales como la de Miquel Ramis. Poco despu¨¦s de cumplir los 40 a?os, y con toda una vida dedicada a la alta gesti¨®n de mercadotecnia para las principales agencias de viajes y cadenas hoteleras de Mallorca, este hombre decidi¨® dar un golpe de tim¨®n y entregarse de lleno a su verdadera pasi¨®n: la talla de la piedra.
El sacrificio del martillo y el cincel se revela en las piezas hechas a mano
Su padre -picapedrero- le ayud¨® a levantar, mano a mano, la que a¨²n hoy es su casa
Le ven¨ªa de familia. De muy joven, antes de comenzar una fulgurante carrera en el mundo de la hosteler¨ªa, su padre -picapedrero- le ayud¨® a levantar, mano a mano, la que a¨²n hoy es su casa. De piedra maciza, por supuesto, contra lo que se estilaba en la ¨¦poca.
Hoy, Miquel, con 47 a?os, vive con un objetivo, un proyecto que no tiene nada que ver con su pasado de experto estratega tur¨ªstico. Aspira a recuperar el oficio perdido de cantero a trav¨¦s de una escuela-taller pionera, Artifex, que cre¨® y mantiene en Inca. "No hay que confundir la figura del cantero con la de un simple alba?il, con todos los respetos para esa profesi¨®n. El cantero es un tallador, un artesano de la piedra capaz de trabajarla hasta el m¨¢s min¨²sculo detalle, con conocimientos suficientes para ofrecer y realizar soluciones t¨¦cnicas con sus propias manos", avisa Miquel. "Lo mismo elabora una escultura de cualquier tem¨¢tica que dise?a, dibuja y levanta un arco, una escalera de caracol o un conjunto de columnas con todos los elementos correspondientes".
En Artifex, Miquel es maestro de una quincena de alumnos que, curso tras curso (son tres en total), aprenden los fundamentos, la historia y los usos tradicionales del "arte de la piedra". Esta t¨¦cnica, una vez dominada, "les permitir¨¢ ser algo m¨¢s que peones rasos, tendr¨¢n mucho m¨¢s que sugerir y aportar a sus clientes". En resumen, ser¨¢n m¨¢s valorados en su trabajo y, ante todo, "contribuir¨¢n a que las cosas se hagan bien, como se hac¨ªan anta?o". Recado para los constructores de hoy en d¨ªa: "S¨®lo se busca el beneficio econ¨®mico y el ahorro de tiempo, las obras est¨¢n llenas de gente no cualificada que entiende este trabajo como algo temporal, que abandonar¨¢ tan pronto como pueda"; es decir, la degradaci¨®n de un oficio que ¨¦l reivindica como algo "bello y esencial". "?O es que alguien piensa que las casas que hoy se construyen estar¨¢n en pie dentro de 500 a?os? En cambio, y por poner s¨®lo un ejemplo, la arquitectura g¨®tica perdura. El paso de los siglos nos ense?a que hay una forma de trabajar quiz¨¢ m¨¢s sacrificada, pero que devuelve sus frutos". El sacrificio del martillo y el cincel se revela en las piezas artesanales, hechas a mano y sin herramientas el¨¦ctricas, que llenan las naves de Artifex. Primitivas cabezas de caballos y leones, torsos de inspiraci¨®n griega, recreaciones de g¨¢rgolas g¨®ticas, secciones de arcos apuntados, b¨®vedas de punt de mocador y fragmentos de suelos tradicionales a base de macs de riu (piedras redondeadas de r¨ªo, cantos rodados). El vocabulario del oficio, extens¨ªsimo y rico en met¨¢foras visuales, es otro patrimonio que se debe rehabilitar.
Los cursos que imparte Miquel tienen vocaci¨®n de maestr¨ªa, lo que implica una formaci¨®n te¨®rica completa, una suerte de inmersi¨®n total en la cultura de la piedra y grandes dosis de paciencia. "La piedra no te muestra nada en uno o dos d¨ªas de trabajo, a veces ni siquiera en una semana. Reclama mucho tiempo de dedicaci¨®n, reflexi¨®n y, en el momento adecuado, una precisi¨®n de cirujano. Al final, el resultado siempre es gratificante".
Tal vez vali¨¦ndose de su experiencia en el campo de la mercadotecnia, Miquel ha prefigurado lo que, a su juicio, tendr¨ªa que ser la l¨ªnea que se debe seguir en la canter¨ªa del siglo XXI. "Un regreso a los materiales tradicionales del propio lugar. En nuestro caso, una arquitectura y una artesan¨ªa de la construcci¨®n b¨¢sicamente mediterr¨¢neas, que solventan con su sencillez y su funcionalidad los problemas actuales de falta de espacio y de recursos". Las nuevas tecnolog¨ªas tambi¨¦n forman parte del plan. Derriban las barreras geogr¨¢ficas, permiten las visitas virtuales para aprender de los maestros de otras latitudes y facilitan la formaci¨®n a distancia con un impresionante banco de im¨¢genes y animaciones did¨¢cticas (artifexbalear.org). En septiembre, Miquel recibir¨¢ en Dei¨¤ a 120 especialistas de la piedra llegados de todo el mundo, un congreso internacional que se celebrar¨¢ por primera vez fuera de Estados Unidos. "En pa¨ªses aparentemente menos vinculados al trabajo de la piedra ya nos han pasado por delante. Busco recuperar nuestro propio bagaje, que es inmenso, y el orgullo de lo que, en otros tiempos, fue un oficio artesanal b¨¢sico".
![Miquel Ramis en su escuela-taller de Inca, en Mallorca.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZKGPMYS7OHPRBC3HE4IDMNOXYY.jpg?auth=2bd69922fc307fe16ea6e509232d47769c86c2d6e2d39f94d8f56c3232af6c3d&width=414)
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