El verano en que se dejaron de vender helados y horchatas

De noche echamos mano de la chaqueta. Algunos mediod¨ªas podemos soportar el sol sin buscar la sombra desesperadamente. Nos parece que este verano hace m¨¢s fresco. Bien para nosotros. Pero, ?qu¨¦ ocurre con los heladeros y los horchateros? Sus bolsillos, dicen, no est¨¢n repletos de euros de stracciatella, chocolate belga o chufa. Y todo por culpa... ?del mal tiempo?

Vayamos por partes. Si nos fijamos en los datos obtenidos por la estaci¨®n meteorol¨®gica de Retiro en los ¨²ltimos 115 veranos, el presente 2007 ocupa el puesto n¨²mero 37 en una lista que va del m¨¢s caluroso al menos. Nuestra percepci¨®n falla.

O no. "Hay que fijarse tambi¨¦n en los ¨²ltimos a?os para poder valorar el fr¨ªo o calor que est¨¢ haciendo", explica un meteorologo. As¨ª, con datos tomados s¨®lo desde 1980, s¨ª se observa que este a?o est¨¢ siendo fresco. Tan s¨®lo los veranos de 1980, 1984, 1988, 1992 y 1997 fueron menos calurosos, por lo que el Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa (INM) califica de "muy fr¨ªo" a este periodo de 2007. Y quiz¨¢ por eso, porque no hac¨ªa un verano tan liviano desde hace una d¨¦cada, los madrile?os lo est¨¢n notando.

En la calle, los heladeros se quejan. "Un verano malo, un verano malo", repite Mart¨ª Arias, empleado de la helader¨ªa y horchater¨ªa Gino Fuoli, abierta en la calle de la Montera hace 40 a?os. En los 18 que Mart¨ª lleva detr¨¢s de la barra, "este verano es uno de los m¨¢s flojos". Muy italianamente, quiz¨¢s contagiado por su jefe, inculpa al cielo: "Hasta que no se superan los 30 grados, la gente pasa de comer helado y nosotros nos quedamos mano sobre mano".

"Nuestras ganancias han bajado un 25%", dice Gema G¨®mez, del grupo Solera. Esta empresa produce horchatas, granizados y sorbetes para cines, piscinas y cafeter¨ªas de toda Espa?a. "Los granizados siguen vendi¨¦ndose, pero la ca¨ªda de ventas en nuestros productos ha sido general", a?ade.

Hablar de La Jijonenca es hablar de helados y turr¨®n. Miguel ?ngel Esp¨ª, de 40 a?os, lleva desde los 15 "yendo y viniendo de Alicante a Fuenlabrada". All¨ª, sus padres montaron una helader¨ªa. De helados, Miguel ?ngel sabe un rato. Y de lo que influye la meteorolog¨ªa en su negocio tambi¨¦n. "Este verano no est¨¢ siendo bueno. Las ventas han descendido entre un 30 y un 40%". Este hombre todav¨ªa no sabe si le habr¨¢ merecido la pena esta campa?a. "Hasta septiembre no lo sabremos, pero vamos mal", afirma. De vuelta en Alicante, se dedicar¨¢ al turr¨®n.

Miguel ?ngel Lanese es, a sus 45 a?os, un experto heladero. En su f¨¢brica Helados Sienna producir¨¢ alrededor de 10.000 litros de helado en agosto, "un poquito menos que en 2006". Este a?o est¨¢ ganando "un 30% menos" por culpa "de las altas temperaturas".

Son pocos los que aseguran que las ventas no se han visto afectadas. Una empleada de Helados Livorno dice: "El excesivo calor no es bueno porque la gente no sale a la calle". Seg¨²n asegura, su tienda est¨¢ vendiendo "un 20% m¨¢s". En Farggi explican que los helados "ya no se consumen s¨®lo en verano". De hecho, dicen, "noviembre y diciembre suelen ser los mejores meses, junto con junio y julio".

En las terrazas tambi¨¦n hay diversidad de opiniones. En la calle de Argumosa, en Lavapi¨¦s, hay unas 15. En la mitad de ellas dicen que hay menos negocio, y culpan de ello al tiempo. Como Bego?a, propietaria del restaurante El Fant¨¢stico, en la esquina con la calle del Doctor Piga. "El baj¨®n se ve¨ªa venir", dice desde detr¨¢s de la caja. "Esta temporada ha empezado con jornadas lluviosas, de mucho viento, y noches demasiado frescas...". Normalmente, en su terraza hab¨ªa 12 mesas y dos camareros. "Este a?o tenemos 10 y no hemos contratado ning¨²n camarero", compara. "Lo malo que tiene todo esto", interviene Rom¨¢n, el cocinero que viene de Bangladesh, "es que a partir de finales de septiembre vivimos con lo que hemos acopiado hasta entonces". Rom¨¢n tiene dif¨ªcil visitar a su familia este a?o y Bego?a cree que no se podr¨¢ ir de vacaciones.

"Esto no depende del term¨®metro, es la plata", se encoge de hombros el propietario de otra terraza. "Habr¨¢ que modificar aquel refr¨¢n de hacer el agosto, pues ¨¦ste no es un mes de ganancia", dice. En su terraza, m¨¢s de la mitad de las mesas est¨¢n libres. Otros cuatro pasos y otra visi¨®n: Arlette Torres, de 30 a?os, est¨¢ cobrando a cuatro j¨®venes sus ca?as, ritual previo a la cena. "Las temperaturas excepcionales de este agosto han jugado a favor de mi negocio", reflexiona. "Cuando el asfalto desprende calor, la gente suele entrar adentro, por el aire acondicionado. Pero este a?o he tenido m¨¢s clientes en las mesas de fuera. Y lo noto en mis piernas", sonr¨ªe, y se acaricia la pantorrilla morena.