La orquesta milagrosa
Tienen entre 14 y 26 a?os. Salieron de la calle y se apartaron de la delincuencia gracias a la m¨²sica. El domingo pusieron en pie al exigente p¨²blico de los Proms de Londres en una actuaci¨®n apote¨®sica
"Fant¨¢stico". "Soberbio". "Nada igual". "Deben volver". La audiencia del concierto Proms n¨²mero 48 (cita obligada de la m¨²sica cl¨¢sica en los veranos londinenses) no daba cr¨¦dito al espect¨¢culo que acababa de presenciar en el Royal Albert Hall. La noche del domingo, j¨®venes y mayores sal¨ªan del auditorio intercambi¨¢ndose elogios. Fuera arreciaba la lluvia, pero muchos aguardaron en cola para saludar a las estrellas de la velada, el director Gustavo Dudamel y los 150 m¨²sicos de la Orquesta Sinf¨®nica de la Juventud Venezolana Sim¨®n Bol¨ªvar. Los artistas cautivaron al siempre dif¨ªcil p¨²blico del m¨¢s longevo y reputado de los festivales musicales del Reino Unido con un torrente de emoci¨®n, pasi¨®n y buen humor.
Dicen que Pl¨¢cido Domingo llor¨® al escuchar a la Sim¨®n Bol¨ªvar. Pavarotti y Caball¨¦ tambi¨¦n apoyan el proyecto
"Fant¨¢stica interpretaci¨®n. Tocan con incre¨ªble entusiasmo, emoci¨®n y sentimiento. Y cosa rara en las grandes orquestas, estos chicos disfrutan tocando", exclamaba Martin Dell, asiduo de los Proms. Bob y Martha Hanrott nada hac¨ªan para disimular su entusiasmo por el pelot¨®n de artistas, veteranos int¨¦rpretes pese a su corta edad: el m¨¢s joven tiene 14 a?os, y los mayores, incluido el director, 26.
La pareja brit¨¢nica vest¨ªa sendas cazadoras con el estampado de la bandera venezolana que los miembros de la orquesta lanzaron al p¨²blico. Lo hicieron en un arrebato de histeria colectiva, al final del tercer y definitivo bis del concierto. Hasta entonces, y durante unos 20 minutos, el p¨²blico aplaudi¨® hasta rabiar, se puso en pie, y tacone¨® con fuerza el suelo del Albert Hall. Es una costumbre que los promers -los m¨¢s fieles seguidores del festival- s¨®lo ejercitan en contadas ocasiones. "Nunca hab¨ªa presenciado una reacci¨®n semejante", aseguraba la publicista de la BBC, organizadora del centenario evento. "He visto respuestas entusiastas, pero nunca a este nivel", escrib¨ªa ayer el cr¨ªtico del diario The Telegraph David Fanning.
Fanning se refer¨ªa en concreto a la interpretaci¨®n de la Sinfon¨ªa n¨²mero 10 de Shostak¨®vich, que abri¨® el concierto. Descrita por el compositor ruso como "un retrato musical de Stalin", la pieza fluye como un r¨ªo de encontradas emociones que Dudamel transmiti¨® con delicadeza, paciencia y energ¨ªa m¨¢s propia de un rockero que de un director de m¨²sica cl¨¢sica. "La emoci¨®n y energ¨ªa de los muchachos es especial. Aman la m¨²sica. Es imposible no conectar con ellos", reconoc¨ªa Dudamel despu¨¦s de la actuaci¨®n.
La Sinf¨®nica Sim¨®n Bol¨ªvar lleva unos 10 a?os tocando con su actual composici¨®n. Es el fruto m¨¢s jugoso de un extraordinario programa social (el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela) fundado por el visionario Jos¨¦ Antonio Abreu y auspiciado por los distintos gobiernos venezolanos desde mediados de los setenta. Conocido por su abreviaci¨®n, el Sistema recluta a sus miembros entre los ni?os de la calle y adolescentes sin recursos econ¨®micos. De una Orquesta Juvenil de 11 m¨²sicos, que debut¨® en febrero de 1975, ha crecido hasta reunir bajo su ¨®rbita a 250.000 menores, con unas 200 orquestas en todo el territorio venezolano.
"Utilizamos la m¨²sica como herramienta de rescate de la ni?ez y la juventud, para apartarlos de la droga y el crimen. Dedican sus horas libres a hacer m¨²sica y aprenden valores que no encuentran en casa, en la calle, en la televisi¨®n", explica en Londres Valdemar Rodr¨ªguez, subdirector ejecutivo del Sistema. Entre los valores menciona el trabajo en equipo, la solidaridad, la meritocracia y el esfuerzo personal.
"Entr¨¦ en el Sistema con cuatro a?os. Aprend¨ª a tocar el viol¨ªn y, con 13, me decid¨ª por el clarinete", cuenta Rebeca Ascanio tras su deb¨² con la Sim¨®n Bol¨ªvar en los Proms. Tiene ya 24 a?os y da conciertos en el extranjero desde los 17. "Estos chavales se divierten tocando y el placer que sienten al interpretar una pieza les ayuda a superar los inevitables nervios y la tensi¨®n de una actuaci¨®n frente a una nueva audiencia", reconoce Rodr¨ªguez.
No s¨®lo los aficionados valoran la iniciativa del maestro Abreu. Simon Rattle, director de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, la considera "un milagro" y el horizonte hacia el que debe aspirar "la m¨²sica de todo el mundo". "No s¨®lo se trata de una cuesti¨®n de arte, sino de una profunda iniciativa social. El Sistema ha salvado muchas vidas y continuar¨¢ salv¨¢ndolas", ha comentado el maestro de la batuta y abanderado de Dudamel.
Dicen que Pl¨¢cido Domingo llor¨® al escuchar a la Sim¨®n Bol¨ªvar. Pavarotti y Montserrat Caball¨¦ tambi¨¦n apoyan el programa. Y, entre otros, Claudio Abbado es un asiduo director invitado a las sesiones del Sistema.
El programa exporta su metodolog¨ªa fuera de Venezuela, ayudando a montar experiencias similares en una veintena de pa¨ªses. Las redes del Sistema se sienten en pr¨¢cticamente toda Am¨¦rica Latina y algunas regiones europeas. Una localidad de Escocia acaba de solicitar ayuda a los veteranos venezolanos. No les faltan recursos humanos puesto que el Sistema se nutre de una red de profesores, maestros y ejecutivos que a?os atr¨¢s formaron parte de las orquestas infantiles y juveniles.
"Yo fui un ni?o del Sistema", recuerda su actual vicedirector ejecutivo. Rodr¨ªguez toc¨® con la que el llama la "vieja" Sim¨®n Bol¨ªvar. "La nueva", dice en referencia a la que dirige Dudamel, "tiene m¨¢s nivel, trabaja m¨¢s y suena mejor". "Cada chaval ensaya unas tres o cuatro horas diarias con su orquesta y muchas m¨¢s por su propia cuenta. Por otro lado, cada ni?o recibe al menos una hora de clase individual con un profesor", explica.
Rodr¨ªguez asegura que todos los gobiernos invierten "cada vez m¨¢s" en el Sistema. La subvenci¨®n estatal ronda hoy en torno a los 75 millones de d¨®lares pero, seg¨²n admite su vicedirector, "siempre necesitamos m¨¢s". La ayuda debe cubrir el mantenimiento de los n¨²cleos de las distintas barriadas, los instrumentos, las 200 orquestas y las becas que se reparten entre los m¨¢s necesitados. Los frutos son obvios. Entre los m¨¢s visibles, est¨¢n el propio Dudamel y el contrabajista Edicson Ruiz, quien, con 20 a?os, fue el m¨¢s joven int¨¦rprete fichado por la Filarm¨®nica de Berl¨ªn.
En Londres, Dudamel no dej¨® pasar la ocasi¨®n de honrar la herencia musical americana. Tras la amenazante, melanc¨®lica y dura sinfon¨ªa de Shostak¨®vich, aliger¨® el ambiente con West Side Story, de Bernstein, y tres sensacionales piezas latinas: Huapango, del mexicano Moncayo, inspirada en un baile tradicional que algunos enlazan con el fandango; Danz¨®n n¨²mero 2, del joven compositor mexicano Arturo M¨¢rquez, y Estancia, del argentino Ginastera. "Es importante traer a Europa nuestra m¨²sica", advierte el apasionado director.
Con la danza final del himno pampero, Malambo, la Sim¨®n Bol¨ªvar se despidi¨® del Albert Hall brindando un genuino espect¨¢culo de ritmo y movimiento. Se libraron de sus chaquetas negras y, enfundados en cazadoras con los colores de la bandera venezolana, m¨²sicos y director demostraron c¨®mo se mueve una orquesta vibrante. Cerraron con ¨¦xito el cap¨ªtulo londinense y con la mirada puesta en la serie de conciertos que dar¨¢n este mes en diversas ciudades de Alemania. Porque como se?ala su director, quien se estrena en septiembre como responsable principal de la Sinf¨®nica de Gotemburgo, y, en 2009, dirigir¨¢ la Filarm¨®nica de Los ?ngeles, "cada concierto es un reto".
La batuta m¨¢s brillante del Sistema
Gustavo Dudamel es la nueva estrella internacional, un director de orquesta destinado a comerse el mundo entero. Lleva una carrera prodigiosa, adem¨¢s de vertiginosa, desde que se uni¨® de ni?o al Sistema en Barquisimeto, donde naci¨® hace 26 a?os. La afici¨®n por la m¨²sica le viene de su padre, un trombonista enamorado de la salsa, y de su abuela, que le encamin¨® hacia la m¨²sica cl¨¢sica. Debut¨® con el viol¨ªn antes de dirigir su primer concierto cuando ten¨ªa tan s¨®lo 14 a?os.
Dudamel es actualmente el director art¨ªstico de la Orquesta Sinf¨®nica de la Juventud Venezolana Sim¨®n Bol¨ªvar y, el mes pr¨®ximo, se estrena en su nuevo cargo como responsable de la Sinf¨®nica de Gotemburgo, orquesta con la que debut¨® en los Proms londinenses el a?o pasado. Su fuerte conexi¨®n con los m¨²sicos, su br¨ªo y pasi¨®n con la batuta, le han asegurado otro papel de relieve: en 2009 se har¨¢ cargo de la Filarm¨®nica de Los ?ngeles, considerada entre las mejores orquestas de Estados Unidos. El nombramiento se anunci¨® a principios de a?o, cuando Esa-Pekka Salonen, su predecesor, hizo p¨²blica su decisi¨®n de dejar la orquesta californiana.
Simon Rattle considera a Dudamel "el m¨¢s incre¨ªble talento" de los directores de orquesta que se han cruzado en la larga trayectoria del maestro brit¨¢nico. Raz¨®n de ello, en el ¨²ltimo a?o el joven director ha trabajado con la ¨¦lite mundial, entre ellas la Sinf¨®nica de Boston, la Sinf¨®nica de Chicago, la Filarm¨®nica Checa y la Philarmonia de Londres. Tambi¨¦n ha dirigido Don Giovanni en la Scala de Mil¨¢n. "Cada concierto es un reto", aseguraba en el Royal Albert Hall.
Dudamel hace lo imposible por introducir el repertorio tradicional y contempor¨¢neo de Latinoam¨¦rica en sus conciertos internacionales. El domingo contrapuso a Shostakovich con tres compositores hispanos. "Son casi de la misma ¨¦poca, de la misma generaci¨®n y aunque vienen de mundos distintos, m¨²sica s¨®lo hay una", sentenci¨®.
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