Alcanar se alza contra el proyecto de un dep¨®sito submarino de gas frente a sus playas
Una plataforma organiza a la poblaci¨®n e invita a la vecina Vinar¨°s a rechazar la obra
La poblaci¨®n de Alcanar (Montsi¨¤) se ha puesto en pie de guerra contra el proyecto de construir frente a sus playas el mayor dep¨®sito submarino de gas de Espa?a. La noticia, publicada el pasado d¨ªa 2 en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, ha corrido como la p¨®lvora. Inmediatamente, se ha constituido una gestora surgida de las brasas de la Plataforma en Defensa del Ebro. Anoche se celebr¨® la primera asamblea para invitar a participar a los vecinos de Vinar¨°s (Castell¨®n), en cuyo t¨¦rmino municipal est¨¢ previsto instalar una planta de tratamiento del gas almacenado.
Alcanar es el ¨²ltimo municipio de Catalu?a, vecino de Castell¨®n, y Vinar¨°s es el primero de esta provincia. Ambos son colindantes y sus poblaciones intercambian actividades: desde los comercios hasta la agricultura. Ahora, los dos ayuntamientos afectados tambi¨¦n han reaccionado de forma similar. El consistorio de Vinar¨°s ya ha presentado alegaciones porque la planta de tratamiento del gas almacenado en el dep¨®sito submarino est¨¢ a menos de dos kil¨®metros del n¨²cleo urbano, lo cual vulnera el Plan General Urban¨ªstico del municipio, explic¨® ayer su alcalde, el socialista Jordi Romeu.
El Ayuntamiento de Alcanar convoc¨® un pleno extraordinario y est¨¢ preparando las alegaciones, manifest¨® el alcalde, Alfons Montserrat, de Esquerra Republicana.
El proyecto de dep¨®sito consiste en el aprovechamiento de un viejo yacimiento petrol¨ªfero y su conversi¨®n en un dep¨®sito de gas, con capacidad para 1,9 millones de metros c¨²bicos. Adem¨¢s, a menos de 1,5 kil¨®metros del centro de Alcanar, seg¨²n subray¨® su alcalde, se instalar¨¢ una planta de transformaci¨®n del gas, capaz de abastecer a todo el litoral desde Barcelona hasta Valencia.
El llamado proyecto Castor, que explotar¨ªa la empresa Escal UGS, filial de la canadiense Eurogas, se completa con un total de 30 kil¨®metros de canalizaciones. El alcalde de Alcanar se?al¨® que la planta de tratamiento de gas es pr¨¢cticamente igual que todo el n¨²cleo urbano de la localidad.
El Ayuntamiento presentar¨¢ las alegaciones antes del pr¨®ximo lunes, cuando acaba el plazo, y argumentar¨¢ que la ilegalidad del proyecto es que la superficie construida ocupa el 38% de la finca, lo cual supera el 20% legal construido.
Pero al margen de los argumentos legales, lo que inquieta sobremanera a los ciudadanos de Alcanar es el impacto que este proyecto tendr¨¢ en el turismo, un sector en el que ten¨ªan puestas sus esperanzas de desarrollo una vez que la agricultura ha entrado en crisis. La planta de tratamiento prev¨¦ la construccion de una torre de 60 metros y dos chimeneas de 50 metros de altura, en medio de la gran llanura del delta del Ebro (parte de cuyo territorio est¨¢ declarado parque natural), lo cual supone un gran impacto visual. Es una segunda agresi¨®n en un municipio que ya soporta una cementera.
Alfons Montserrat explic¨® que Alcanar era hace unos a?os el primer productor de naranjos de Espa?a. El sector entr¨® en declive y la poblaci¨®n estaba apostando ahora por el turismo. El proyecto de instalar un gran dep¨®sito de gas constituye un zarpazo para el desarrollo econ¨®mico de la localidad.
El Ayuntamiento de Alcanar surgido de las ¨²ltimas elecciones es muy plural (cuatro ediles de ERC, tres de CiU, tres del PSC, dos del PP y uno de Iniciativa); sin embargo, el pleno municipal extraordinario convocado con car¨¢cter de urgencia el pasado viernes para rechazar el proyecto fue votado por unanimidad.
En el bar Moreno, muy cerca de la plaza del Ayuntamiento, un grupo de jubilados jugaba ayer al CAO con algo m¨¢s de preocupaci¨®n de la habitual. Explicaron que a¨²n recuerdan la tragedia en el c¨¢mping de Els Alfacs y se les ponen los pelos de punta cuando piensan en una instalaci¨®n de ese tipo a pocos metros del centro del pueblo. Charo Adell, un ama de casa de 39 a?os que ya luch¨® con firmeza para oponerse al trasvase del Ebro, advirti¨® ayer de que el rechazo popular ser¨¢ ahora igualmente intenso. En el barrio marinero de Les Cases, el rechazo es frontal, sin concesiones.
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