Y comerte mejor

La experiencia de pagarle una visita al rey de la casa, en el Palau de la Virreina, no tiene pr¨¢cticamente nada que ver con una incursi¨®n en el mundo de los cuentos de hadas, ni en los jardines incipientemente moralistas que se apropiaron de la literatura infantil por considerarla una veta universal que podr¨ªa llevar al ser humano al cambio social. Al contrario, es un intento de indagar y reformular los conceptos que han servido para construir el imaginario occidental en relaci¨®n con el universo tan escurridizo como magn¨ªfico de la infancia. Instalaciones, pinturas, fotograf¨ªas, objetos y juguetes componen un friso de vida y muerte del ni?o, desde las primeras manifestaciones de escultura funeraria (siglo XVIII) hasta el abandono del bosque encantado del cuento tradicional por mundos no menos virtuales, como internet (y, por extensi¨®n, todo el "patio" de los videojuegos y los m¨®viles), el supermercado y el espacio p¨²blico.

Para los freudianos fan¨¢ti

cos, la exposici¨®n El rey de la casa, comisariada por Yaiza Hern¨¢ndez, Andr¨¦s Hispano y Marc Roig resultar¨¢ decepcionante. Para los que esperen encontrar buen arte, comprobar¨¢n que las obras tienen un dif¨ªcil alumbramiento. En realidad. La muestra es una brillante tesina en forma de juego de la oca que se ha escapado de la tablilla por los pelos. La parada final es del todo azarosa, y en las tres dimensiones pierde todo su car¨¢cter extra?o. Las fotograf¨ªas pintadas, espectrales y siniestras, de Loretta Lux se mezclan con el abyecto de James Rielly y el g¨®tico de Kiki Smith y Paula Rego. Mery Cuesta recoge fragmentos de letras de canciones de amor (The Beach Boys, The Clash, Bob Dylan, Velvet Underground, Julio Iglesias, Camar¨®n) sobre un espacio dispuesto como un pasillo de escuela. La c¨¢mara del realizador David Carab¨¦n registra fragmentos de actividades cotidianas de cinco familias desde el momento en que los ni?os salen de la escuela hasta que se meten en la cama. Andr¨¦s Hispano y Marc Roig firman el Archivo documental sobre la vida de cuarenta ni?os, donde se mezclan 18 arquetipos de personajes, como Lazarillo de Tormes, Mozart, Lolita, Anna Frank, Charlie Brown, Nadia Comaneci o Macaulay Culkin.

Al final del recorrido, el aviso directo y prof¨¦tico sobre el excesivo consumo al que se enfrenta el ni?o en los "bosques" modernos, cuya espectral retrospectiva apareci¨® hace casi dos d¨¦cadas, cuando las c¨¢maras de seguridad de un centro comercial en Estados Unidos registraron el momento en que John Venables y Robert Thomson, dos ni?os de diez a?os, raptaron y mataron a James Bulger, de dos a?os, mientras estaba de compras con su madre. Aquella imagen dio la vuelta al mundo, argumentando una nueva ¨¦tica respecto a la criminalizaci¨®n de la infancia.