"La invasi¨®n ha destruido nuestro pa¨ªs"
Layla, Roaa y Thuwar. Kurda, sun¨ª y chi¨ª. Tres mujeres completamente diferentes cuyo punto de convergencia es la lucha por contener la violencia que estalla a diario por todas las esquinas de Irak, su pa¨ªs. Esa tarea las enfrenta a los horrores de la guerra, pero aun as¨ª conf¨ªan en que hay voluntad para la paz.
"Bagdad se enfrenta a la muerte diariamente", dice Roaa, sun¨ª originaria de la capital. Habla con toda la seguridad que no se puede permitir en su pa¨ªs, y reconoce que no puede salir a la calle con el rostro descubierto y maquillado -como pudo hacerlo ayer en Madrid- por temor a los grupos terroristas. Roaa, Layla y Thuwar pertenecen a la red Laonf (no violencia, en ¨¢rabe), una ONG iraqu¨ª que difunde el respeto por los derechos humanos desde 2004, un a?o despu¨¦s de la ca¨ªda de Sadam Husein. Las tres j¨®venes dirigen campa?as alrededor del pa¨ªs para hacer conciencia sobre la importancia de frenar la espiral de violencia y visitaron Madrid invitadas por la organizaci¨®n Mujeres de Negro, para intentar romper el estereotipo de que la conciliaci¨®n en Irak es imposible.
Se reconocen como el ejemplo de que se puede trabajar si se dejan de lado las limitaciones sectarias y la l¨®gica de la guerra civil.
"La entrada de Estados Unidos ha destruido nuestro pa¨ªs", sentencia Layla, originaria de Mosul (369 kil¨®metros al norte de Bagdad). "Estamos en contra de la ocupaci¨®n americana, pero si salen, la violencia acabar¨¢ con todo", afirma con tristeza. Considera que una de las v¨ªas de soluci¨®n es la elecci¨®n de un "hombre fuerte" que pueda unir a los iraqu¨ªes, y en su opini¨®n, el primer ministro, Nuri al Maliki, dista mucho de serlo. "Es un Gobierno impuesto por Estados Unidos", afirma Roaa y espera que con la figura del hombre fuerte "los americanos podr¨¢n retirarse" y as¨ª vislumbrar v¨ªas para la unificaci¨®n. "Hay muchas oportunidades para la paz, pero el Gobierno no debe ser de sectas. El sistema sectario est¨¢ en contra del pueblo y eso ha pasado en L¨ªbano, con los palestinos y en Bosnia y Serbia", afirma Thuwar, del basti¨®n chi¨ª de Nayaf (160 kil¨®metros al sur de Bagdad), y lamenta que su labor como cooperantes deba realizarse "en secreto" debido a los obst¨¢culos que ha dejado la guerra. Sobre esos obst¨¢culos, Roaa lamenta: "Cuando salgo a trabajar me pasa por la cabeza que quiz¨¢ puede ser la ¨²ltima vez que vea mi casa, pero eso no nos va a frenar".
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