Raymond Barre, el pol¨ªtico al que no le gustaba la pol¨ªtica
Ex primer ministro de Francia y prestigioso economista
Entre 1955 y hasta bien entrada la d¨¦cada de los setenta, Raymond Barre era, sobre todo, el autor de un manual de econom¨ªa que utilizaban en todas las escuelas superiores francesas. A partir de 1976 se convirti¨® en primer ministro -y ministro de Econom¨ªa- del presidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing. Es la ¨¦poca de la primera crisis del petr¨®leo, de la inflaci¨®n de dos d¨ªgitos, en que empieza el paro masivo. El rigor presupuestario de Barre har¨¢ de Francia uno de los pa¨ªses de Europa menos endeudados, pero no basta para yugular el paro. Barre alcanza cotas de impopularidad.
Nacido en 1924 en la isla de la Reuni¨®n, hijo de un padre banquero que quiebra de manera fraudulenta cuando ¨¦l tiene tres a?os y al que no volver¨¢ a ver, Raymond Barre fue un excelente profesor y un pol¨ªtico mal amado. En 1959 deja por primera vez la universidad para ser jefe de Gabinete del ministro de Industria y Comercio del general De Gaulle. Entre 1962 y 1967 da clases de nuevo, pero de nuevo el general le necesita: ser¨¢ el vicepresidente de la Comunidad Econ¨®mica Europea, responsable del ¨¢rea econ¨®mica. Y permanece en Bruselas hasta que Giscard d'Estaing le reclama como ministro, primero de Comercio Exterior, luego reemplazando a Chirac en Matignon.
Cuando Giscard es batido por Mitterrand, en 1981, Barre se refugia en su esca?o de diputado por Ly¨®n -fue elegido, desde 1978 y 2002- y otra vez en la ense?anza. Los socialistas hab¨ªan prometido cambiar la sociedad, pero la crisis econ¨®mica les cambi¨® a ellos. Se abandona la "ruptura con el capitalismo" y se da la raz¨®n -sin decirlo- al denostado Barre. ?ste es m¨¢s y m¨¢s popular, m¨¢xime porque aparece como un personaje independiente. "Soy un extraterrestre respecto del mundo pol¨ªtico", dec¨ªa.
En 1988, Barre se presenta a las presidenciales. Sin partido, respaldado s¨®lo por la UDF, el partido de los centristas europe¨ªstas. Los sondeos le dan como favorito, pero Barre no sabe hacer campa?a, prometer de manera inconsiderada y es v¨ªctima de la habilidad maniobrera de Chirac, que le hunde.
De esa presidencial perdida, dinamitado por los de su propio bando, guardar¨¢ un deseo de venganza. En 2001, despu¨¦s de ejercer durante seis a?os como alcalde de Ly¨®n, dimite de su cargo a favor de su primer teniente de alcalde, el socialista Collomb, al que luego ayuda a ganar a la derecha chiraquiana.
Barre, que hab¨ªa dejado la pol¨ªtica en 2002, llevaba internado en el hospital de Val-de-Gr?ce desde el pasado mes de abril. Se sab¨ªa que su estado era irrecuperable. Su muerte no ha sorprendido, y el coro de elogios ha sido un¨¢nime, sin recordar sus patinazos, propios de quien dec¨ªa lo que pensaba.
Barre era un hombre de otra ¨¦poca. Inteligente, pero incapaz de comprender que la pol¨ªtica no se hace con n¨²meros sino con hombres y que los sentimientos cuentan. Giscard le present¨® como "el mejor economista de Francia". Probablemente lo hubiera sido de la III Rep¨²blica, pero su sabidur¨ªa no bast¨® para resolver una crisis de la V Rep¨²blica y que era internacional. La calidad intelectual y cient¨ªfica del personaje estaba fuera de dudas y por encima de intereses partidistas.
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