Goleada a favor de corriente

El Sevilla dej¨® de ser el hombre de m¨¢rmol en un par de minutos. Y es que su vivir es un sinvivir. A lo largo de la semana se recrudecieron las estrategias en la operaci¨®n multimillonaria por el traspaso de Alves al Chelsea. El presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido, rechaz¨® una oferta de 36 millones por, seg¨²n parece, una cuesti¨®n de orgullo de negociante. Dos d¨ªas despu¨¦s, el jugador arremeti¨® contra Del Nido y aludi¨® a su inapelable p¨¦rdida de la felicidad si no se va. Entre medias, Juande Ramos, el t¨¦cnico, neg¨® haber negociado su fichaje por el Tottenham y luego, sin embargo, fue el que m¨¢s datos dio sobre ello. Todo esto, tras haber ganado la Supercopa espa?ola al Madrid y en la v¨ªspera de un viaje maratoniano a Atenas, donde se enfrentar¨¢ al AEK para buscarse un hueco en la Liga de Campeones, el d¨ªa 28, y a M¨®naco, el 31, para disputar la Supercopa europea al Milan.

Con tanto meneo, resulta casi imposible pensar en el f¨²tbol. Adem¨¢s, para el extremo liguero, Juande no pod¨ªa contar ni con Alves, de baja por negociaci¨®n; ni con Poulsen, sancionado, ni con Escud¨¦ ni Javi Navarro, lesionados. El partido pintaba regular para los intereses sevillistas y se puso mal nada m¨¢s empezar. Una falta al borde del ¨¢rea le dio la oportunidad a Pablo Hern¨¢ndez de empezar su gran encuentro con un gran gol. Un toque bien colocado sirvi¨® para batir a Palop y, de paso, para que los radicales se dedicaran a animar al equipo en vez de insultar a Alves. Los dem¨¢s aficionados les acallaron los c¨¢nticos de menosprecio hasta en once ocasiones.

El Getafe no s¨®lo marc¨® primero, sino que supo ganar el terreno a los sevillistas y llevar el encuentro a sus querencias. El conjunto de Laudrup supo estar casi siempre en ventaja en los alrededores de la pelota y encontrar las bandas, especialmente la de Pablo Hern¨¢ndez en muchas ocasiones. A los 25 minutos estuvieron a punto de marcar el segundo gracias a una colada de Pablo Hern¨¢ndez, que hab¨ªa tomado la medida a Puerta y Dragutinovic. El Getafe permanec¨ªa ordenado y replegado a la espera de un fallo con el que apuntillar al Sevilla. Por parte sevillista, Maresca y Keita no fueron capaces de hilvanar el juego y el ataque estuvo desnutrido. Tan s¨®lo dos saque de falta directa, de Luis Fabiano y Duda, y un tiro desde fuera del ¨¢rea de Keita llevaron algo de peligro a Abbondanzieri.

Pero en eso apareci¨® el ¨¢rbitro. Turienzo envi¨® a la caseta a Sousa; seg¨²n pareci¨®, por insultarle. De nuevo, el honor del juez, el que ¨¦l mismo se supone, est¨¢ por encima de los asuntos a juzgar. La proporcionalidad de la medida sancionadora o la alteraci¨®n del asunto juzgado fue ayer para Turienzo algo de menor importancia que lo que quiera que le dijera algo menor. Poco antes del descanso, el ¨¢rbitro expuls¨® a otro jugador del Getafe, Cort¨¦s, aunque Turienzo le sac¨® directamente la tarjeta roja. Se mereci¨® la amonestaci¨®n, que habr¨ªa sido la segunda. Ya sin dos de sus jugadores, el Getafe se diluy¨®.

Hasta la expulsi¨®n de Cort¨¦s, Laudrup hab¨ªa sido capaz de seguir conteniendo y amenazando. Retir¨® a Kepa y puso a Mario Cotelo en el centro de campo y dej¨® solo en punta a Uche. Cuando Cort¨¦s se fue a la caseta, ya no hab¨ªa ni inspiraci¨®n que valiera. Aun as¨ª, Laudrup dej¨® un detalle de su estilo: dej¨® a Uche en el campo. El dan¨¦s no concibe, ni tras lo ocurrido ayer, un equipo sin filo, un equipo que no busca el gol.

Pero querer no es poder y la segunda mitad huelga hasta contarla. Todo el mundo sabe ya c¨®mo es el Sevilla. Y, si encima juega contra dos menos, pues... eso.