La segunda vuelta de Esther
Ediciones Gl¨¦nat recupera, 20 a?os despu¨¦s de su desaparici¨®n, las historietas de la adolescente m¨¢s conocida de los setenta
El llanero solitario o El capit¨¢n Trueno parec¨ªan m¨¢s indicados para el grupo de los chicos. Las chicas de los setenta prefer¨ªan las aventuras de Esther y su mundo, una adolescente de 13 a?os, perdidamente enamorada de Juanito, un muchacho rubio que s¨®lo parec¨ªa prestar atenci¨®n al f¨²tbol y, lo que es peor, a Rita, la mejor amiga de Esther. Su desaparici¨®n hace m¨¢s de veinte a?os supuso una frustraci¨®n para muchas de sus seguidoras. Casi toda una generaci¨®n -Los cuentos de Lily, donde se inclu¨ªan las aventuras de Esther, llegaron a vender 400.000 ejemplares- se identificaba con las aventuras de la pecosa, una incomprendida a la que le gustaba hacer las paces frente a un helado de chocolate. Sus historietas acabaron por convertirse en incunables: se han llegado a pagar hasta 300 euros por uno de los libros de la serie azul, y muchas de sus seguidoras (esterianas se denominan) disponen de foro propio en Internet.
Ediciones Gl¨¦nat ha recuperado ahora las aventuras de Esther y su mundo. El primer volumen se puso a la venta el 17 de agosto, y para el pr¨®ximo oto?o est¨¢ prevista la siguiente entrega. Ya el pasado a?o, Purita Campos, creadora del personaje para el que se inspir¨® en la actriz Audrey Hepburn, decidi¨® continuar Las nuevas aventuras de Esther. Ahora, Esther tiene una hija adolescente, que usa tanga y pantalones ca¨ªdos, se ha divorciado y trabaja como enfermera en un hospital con Doreen, su enemiga de la infancia. El ¨¢lbum, en el que firma como guionista Carlos Portela, ya ha vendido 10.000 copias.
?Nuevas o viejas lectoras? Desde su estudio en Barcelona, Purita Campos, miembro de una generaci¨®n que contribuy¨® al renacimiento de la historieta espa?ola, apunta que se ha producido un cambio generacional, aunque la base la constituyen las esterianas de toda la vida. La dibujante recuerda c¨®mo empez¨® en 1971 a ilustrar los guiones de Philip Douglas para la serie semanal de Pattys's World para la revista brit¨¢nica Princess Tina. "Mi vinculaci¨®n con el personaje aument¨® a medida que pasaba el tiempo. Viajaba a Londres con frecuencia y discut¨ªa con el guionista sobre los cambios que deb¨ªamos realizar". Al principio crey¨® que ser¨ªa un trabajo temporal, pero dur¨® m¨¢s de dos d¨¦cadas, un tiempo en el que se movi¨® con absoluta libertad. Cuatro a?os despu¨¦s de ponerse a la venta en Reino Unido, Bruguera compr¨® los derechos en Espa?a, donde se tradujeron como Esther y su mundo. Para muchas adolescentes, aquellas historias supusieron un "soplo de aire fresco".
Lo novedoso fue que, a trav¨¦s de sus p¨¢ginas, se mostraba una visi¨®n de la mujer que poco ten¨ªa que ver con lo que se llevaba en Espa?a. Fueron a?os tambi¨¦n en los que se vivi¨® un auge el c¨®mic. "A finales de los setenta comenz¨® a evolucionar para desaparecer en su mayor¨ªa en los ochenta", a?ade Antonio Mart¨ªn, en el pr¨®logo de la reciente edici¨®n. A ello se sum¨® la desaparici¨®n de Bruguera, en cuyos tebeos y revistas se recog¨ªa la obra de muchos dibujantes espa?oles. "El vac¨ªo editorial que ocasion¨® dio lugar a que el c¨®mic norteamericano de superh¨¦roes y el manga se adue?aran del mercado". Las nuevas generaciones han crecido en un universo con muchos canales de televisi¨®n, videojuegos, Internet como gran referente y ning¨²n tebeo propio.
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