Nuestros 'vu compr¨¤'

Son altos, esbeltos, guapos, negros como el ¨¦bano y corren como gacelas apenas atisban un mosso o un guardia urbano. Su oficio es vender bolsos de imitaci¨®n de las grandes marcas en la calle, a ser posible delante de las tiendas de lujo. Uno de sus lugares favoritos es el paseo de Gr¨¤cia, delante de Loewe.

En v¨ªas de extinci¨®n la venta ambulante de discos compactos y DVD -la competencia de Internet est¨¢ acabando con ellos-, ¨¦ste es el nuevo top manta que surge, a¨²n t¨ªmidamente, en Barcelona. Son muy ingeniosos: colocan una s¨¢bana en el suelo con un cordel en las cuatro puntas, del que tiran, a la menor se?al de peligro, y se convierte en bols¨®n que se cuelgan del hombro. Son muy amables y respetuosos, y siempre est¨¢n dispuestos a entrar en el divertido regateo.

El nuevo 'top manta' que surge a¨²n t¨ªmidamente en Barcelona es la venta de bolsos de imitaci¨®n

Los vendedores ambulantes de bolsos son siempre senegaleses. Aqu¨ª como en Venecia y funcionan igual. Lo explica muy bien la escritora Donna Leon en una novela estupenda, Piedras ensangrentadas (Seix Barral). En Venecia les llaman vu compr¨¤, porque as¨ª es como se dirigen a los posibles compradores en un idioma chapurreado. "?Vu compr¨¤?" si son espa?oles, italianos o franceses. "Right from factory" anuncian si creen que son de origen anglosaj¨®n.

Los vu compr¨¤, vamos a llamarles as¨ª, saben que lo peor que les puede pasar es que les pongan una multa -hasta de 500 euros- y que les incauten la mercanc¨ªa. As¨ª lo especifica la famosa ordenanza del civismo del Ayuntamiento de Barcelona. Hace unos d¨ªas, un vu compr¨¤ que estaba en Gran Via esquina Girona se asust¨® tanto al ver a lo lejos un coche de los Mossos que sali¨® coriendo, cruz¨® en rojo y le atropellaron. En general la polic¨ªa es tolerante y es normal. C¨®mo no van a serlo con este pu?ado de senegaleses si lo son con cientos de botelloneros que dejan Gr¨¤cia hecha un asco durante la fiesta mayor.

Lo que est¨¢ claro es que no son los vu compr¨¤ quienes hacen el negocio. Son el ¨²ltimo eslab¨®n de la cadena. ?Qui¨¦n los fabrica? ?Qui¨¦n los distribuye? Uno de los personajes de Donna Leon lo tiene muy claro: "Las f¨¢bricas son las mismas. De d¨ªa trabajan para las empresas legales y de noche hacen las imitaciones". A saber.

En determinada prensa aparecen recurrentemente informaciones cr¨ªticas con el Ayuntamiento porque no erradica esta venta ambulante. Yo estoy a favor a de los vu compr¨¤. Un d¨ªa le coment¨¦ a una amiga madrile?a que ten¨ªamos vu compr¨¤ al lado del diario y me dijo qu¨¦ envidia, en Barcelona siempre tan modernos. La venta de bolsos de imitaci¨®n es un fen¨®meno ligado al turismo y Barcelona est¨¢ que se sale de guiris, aunque a¨²n no hemos llegado a la perfecci¨®n de ciudades como Venecia o Nueva York. En la ciudad de los canales hay much¨ªsimos vendedores, frente a las tiendas de Gucci, Prada, Armani, Vuitton... En la de los rascacielos, la organizaci¨®n es total. En Chinatown, hay tiendas y tiendas, una detr¨¢s de otra, en las que se puede adquirir imitaciones de todas las marcas. Junto a Cartier, los vu compr¨¤ ofrecen estupendas falsificaciones en enormes cestos. Y la cr¨¨me de la cr¨¨me la podemos encontrar juntos a lugares emblem¨¢ticos, el Metropolitan o el edifico Dakota, por ejemplo. Los venden en carritos muy parecidos a los de los hot dogs, son un poco m¨¢s caros que los de Chinatown, pero est¨¢n tan bien hechos que parecen mejores que los de verdad. Conclusi¨®n: si Barcelona ha de ser esa ciudad tur¨ªstica que sue?an los gobernantes necesitamos vu compr¨¤.