Dris Basri, 'brazo derecho' del rey Hassan II
Conocido como el 'virrey', fue jefe de la polic¨ªa pol¨ªtica y ministro de Interior en el Gobierno de Marruecos
El "virrey", como a¨²n le llamaban entonces, subi¨® alegre y confiado al avi¨®n real que, junto con el entonces presidente del Congreso, Federico Trillo, y el embajador de Espa?a, Jorge Dezcallar, vol¨® a Marrakech donde les esperaba el rey Mohamed VI. El j¨²bilo de Dris Basri dur¨® poco porque el monarca le comunic¨® su cese.
Era el 9 de noviembre de 1999 y Trillo se encontr¨® entonces con un soberano demudado pero aliviado porque hab¨ªa puesto fin a la carrera del que fue durante m¨¢s de 20 a?os el brazo derecho de su padre, Hassan II. ?ste le encarg¨®, entre otras cosas, que vigilase la vida privada de su hijo, el entonces pr¨ªncipe heredero que accedi¨® al trono en julio de 1999.
Basri, de 69 a?os, falleci¨® ayer de madrugada en un hospital de Par¨ªs, en el que ingres¨® en julio, a consecuencia del encharcamiento de los pulmones, seg¨²n su familia, o de un c¨¢ncer de h¨ªgado, seg¨²n otras fuentes. Su cuerpo ser¨¢ repatriado a Marruecos para ser enterrado en Settat, a 70 kil¨®metros al sureste de Casablanca, donde naci¨®.
Hijo de un funcionario de prisiones, Basri se licenci¨® en derecho y opt¨® por la carrera policial para lograr su promoci¨®n social. Con 35 a?os fue nombrado jefe de la polic¨ªa pol¨ªtica y dos a?os despu¨¦s ascendi¨® a secretario de Estado de Interior. En 1979 Hassan II le convirti¨® en su hombre de confianza coloc¨¢ndole al frente del Ministerio de Interior. Extendi¨® sus tent¨¢culos hasta los ¨²ltimos rincones del pa¨ªs para impedir cualquier nueva intentona de derrocar al rey.
Marruecos viv¨ªa entonces los llamados "a?os de plomo" con secuestros y ejecuciones extrajudiciales de opositores izquierdistas al r¨¦gimen de los que unos 600 murieron. Basri es, probablemente, responsable de buena parte de ellos y por eso Abdelil¨¢ Benabdeslam, vicepresidente de la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos, lament¨® ayer, en declaraciones a una agencia de prensa, la "impunidad" con la que vivi¨® estos ¨²ltimos a?os.
El ex "gran visir" goz¨® de impunidad, pero tambi¨¦n vivi¨® amargado sus ¨²ltimos a?os por haber sido destituido por un joven rey que no reconoc¨ªa sus m¨¦ritos en la consolidaci¨®n de la monarqu¨ªa. En su casa de Rabat, vigilada por la polic¨ªa, recib¨ªa a los periodistas y despotricaba contra el entorno de Mohamed VI al tiempo que ensalzaba la figura de su difunto padre.
El acoso al que, al parecer, le somet¨ªan sus sucesores en Interior le incit¨®, en enero de 2004, a exiliarse a Par¨ªs. Pose¨ªa secretos sobre la financiaci¨®n del partido neogaullista por Hassan II que animaron al presidente Jacques Chirac a facilitarle su instalaci¨®n en Francia pese a la relaci¨®n de amistad que manten¨ªa con la familia real marroqu¨ª.
Desde Par¨ªs continu¨® destilando su veneno contra el "majz¨¦n", los cortesanos que rodean al rey. Llev¨® la provocaci¨®n hasta aceptar, en julio de 2004, una invitaci¨®n del ex presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el hombre que arrebat¨® Perejil a Mohamed VI, para dar una conferencia en un seminario de FAES en El Escorial.
Alguno de sus cuatro hijos tiene negocios en Espa?a y Basri fue, en los gobiernos de Rabat, uno de los elementos m¨¢s favorables a ahondar relaciones con el vecino del norte y tambi¨¦n con Argelia. Apalabr¨® un acuerdo con Gas Natural, en julio de 1999, para distribuir gas argelino en Marruecos e invit¨® a este corresponsal a asistir al cierre de la negociaci¨®n. La muerte de Hassan II dio al traste con el proyecto.
El ¨²nico consuelo de su exilio fue la destituci¨®n por el soberano de dos de sus principales enemigos. El a?o pasado cay¨® el general Hamidu Laanigri, el m¨¢ximo jefe de la polic¨ªa, y a principios de mes el monarca se deshizo de Fuad Al¨ª Himma, su amigo de infancia que ocupaba el cargo de vice ministro de Interior pero que era, en realidad, el "n¨²mero dos" del r¨¦gimen.
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