Desastres b¨¦licos
La primera consecuencia de esta Segunda Guerra del f¨²tbol no es que en Espa?a se hayan visto este fin de semana m¨¢s partidos "en abierto y gratis", como proclama La Sexta con redundancia y con prosodia demag¨®gica de ?lvarez Cascos cuando el PP desat¨® sus hostilidades contra Sogecable para hundir a Polanco, sino que por primera vez en muchos a?os el f¨²tbol espa?ol nunca tuvo menos presencia un fin de semana en las pantallas del mundo entero. Mientras aqu¨ª ocurr¨ªa la batalla por el "abierto", el resto de las televisiones del planeta dejaron de recibir la se?al de los innumerables partidos espa?oles que se iban a retransmitir ese fin de semana. La mejor liga del mundo se inaugur¨® en el mundo con un black out, sin retransmisiones en directo, sin im¨¢genes y sin telespectadores.
En t¨¦rminos de audiencia global y de la primera gran exportaci¨®n espa?ola, la nueva guerra civil por los derechos esf¨¦ricos fue un desastre. Por mucho que La Sexta haya aumentado el share nacional con sus abiertos, no puede compararse con la millonaria p¨¦rdida de telespectadores en el resto del mundo y con la frustraci¨®n y el cabreo planetarios de los aficionados extranjeros que est¨¢n semanalmente enganchados a nuestra Liga por encima (por sat¨¦lite) o por debajo (por cable) de nuestras fronteras. Tendremos que habituarnos a hacer las cuentas no s¨®lo desde el consumo interno, sino atendiendo al consumo global; y para una mercanc¨ªa redonda y espectacular que hemos colocado en la era de la globalizaci¨®n no conviene jugar con ella por unas miserables d¨¦cimas de share casero.
Por otra parte, no se entiende muy bien el fin ¨²ltimo de la Segunda Guerra como no sea continuar con la obsesi¨®n de la Primera (hundir el imperio Polanco) porque, que yo sepa, La Sexta no compite con Digital +, sino con Cuatro, que no trabaja el f¨²tbol. M¨¢s a¨²n, si nuestra Liga lleg¨® a ser lo que es, "la mejor del mundo", fue gracias a que un d¨ªa el f¨²tbol espa?ol dej¨® de ser en abierto, como bien sabe el comandante Roures.
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