Nuevos recortes amenazan el Tratado de la UE
La batalla interna brit¨¢nica, la crisis financiera desatada en Estados Unidos y el riesgo de desestabilizaci¨®n por el futuro de Kosovo ensombrecen el panorama europeo
La batalla interna brit¨¢nica sobre la reforma del Tratado de la Uni¨®n Europea marca la agenda europea a la vuelta del verano, que ayer arranc¨® en Bruselas con la primera reuni¨®n de la Comisi¨®n en este nuevo curso. La senda dise?ada por la presidencia portuguesa para lograr la firma del nuevo o nuevos tratados en la cumbre de Lisboa del pr¨®ximo 18 de octubre no va a ser un camino de rosas.
El anterior primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, le dej¨® la patata caliente y ahora el problema es para su sucesor, Gordon Brown. La reforma del Tratado, acordada el pasado junio y que deb¨ªa permitir el despegue de la Uni¨®n Europea, vuelve a estar atascada. Y en manos de los brit¨¢nicos. A muchos laboristas les saben a poco las rebajas obtenidas por Blair en junio pasado y exigen un nuevo afeitado. Si no, amenazan con el temido refer¨¦ndum.
La elecci¨®n de G¨¹l en Turqu¨ªa es la noticia m¨¢s positiva recibida por la UE en estos d¨ªas
Los conflictos brotan a medida que los acuerdos de junio empiezan a pasarse a limpio
Se han cumplido los malos presagios que vaticinaron que no funcionar¨ªa un sistema en el que el firmante del acuerdo en la cumbre de Bruselas (Blair) y el responsable de su ejecuci¨®n (Brown) fueran personas distintas. La sombra del par¨®n causado por el rechazo de Francia y Holanda a la Constituci¨®n Europea en 2005 planea ahora sobre Reino Unido.
La Uni¨®n deber¨¢ ocuparse adem¨¢s de otros desaf¨ªos m¨¢s urgentes y palpables: el alcance de la crisis financiera desatada en Estados Unidos con las hipotecas de alto riesgo; la b¨²squeda de una soluci¨®n contrarreloj para el explosivo Kosovo antes de fin de a?o; el reto de los fondos estatales, especialmente de China y de los pa¨ªses exportadores de petr¨®leo, que amenazan con adquirir las empresas europeas m¨¢s emblem¨¢ticas, y los viejos asuntos de la ampliaci¨®n (Turqu¨ªa), el escudo antimisiles, emigraci¨®n, Oriente Pr¨®ximo, cambio clim¨¢tico y la seguridad energ¨¦tica.
La capacidad de responder en todos estos frentes depende de la capacidad de tomar decisiones que en buena medida el nuevo Tratado facilita. El nuevo texto prev¨¦ adoptar medidas importantes en m¨¢s de 50 materias, que hasta ahora exig¨ªan la paralizante unanimidad. Se establece un presidente estable de la UE y se refuerzan los poderes del alto representante para la Pol¨ªtica Exterior, aunque no ostente el nombre de ministro. Tambi¨¦n se acuerda el car¨¢cter vinculante de la Carta de Derechos Fundamentales, aunque no se incorpora como tal al Tratado, y el sistema de aprobaci¨®n de los acuerdos por doble mayor¨ªa, es decir, teniendo en cuenta la poblaci¨®n, aunque no entrar¨¢ en vigor hasta 2017.
Todo el paquete se logr¨® tras importantes rebajas que estimaron excesivas, pero al final aceptaron, los defensores de la antigua Constituci¨®n europea (especialmente el Parlamento y algunos pa¨ªses como Alemania, Espa?a, Luxemburgo, e Italia); mientras, las rebajas fueron consideradas insuficientes por el Reino Unido y Polonia, pese a las importantes modificaciones que impusieron.
Pero tras el verano, y a medida que se ponen negro sobre blanco los acuerdos de junio, han brotado los conflictos con virulencia. El primero y m¨¢s peligroso frente se ha abierto en el Reino Unido. Un grupo de 120 diputados laboristas, de los 353 miembros de su grupo parlamentario, exigen a su l¨ªder, Gordon Brown, que acepte 12 enmiendas a los acuerdos de junio, o de lo contrario exigir¨¢n un refer¨¦ndum. Una iniciativa que Blair reiteradamente subestim¨® en las filas laboristas y s¨®lo lo contemplaba como parte de la ret¨®rica de los conservadores, que ahora se frota las manos y grandes posibilidades de ¨¦xito. Dos sindicatos, que tradicionalmente apoyan al Partido Laborista, se han sumado a la petici¨®n. La aprobaci¨®n del Tratado podr¨ªa verse afectada por los procesos electorales en Polonia -se decidir¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 7-, Grecia y la inestabilidad que sufre B¨¦lgica, incapaz de formar Gobierno 80 d¨ªas despu¨¦s de las elecciones. La crisis belga, producida por la presi¨®n de Flandes, que exige m¨¢s competencias, no es ajena al proceso de construcci¨®n europea. El vaciado de competencias del Gobierno federal se produce por una doble v¨ªa; por una parte por el tir¨®n de Flandes, y por otra, por la cesi¨®n de importantes poderes a la UE, como la moneda.
Con este clima de nueva incertidumbre institucional, la UE debe afrontar el impacto de la crisis financiera desatada por la tormenta de las hipotecas de alto riesgo, que de momento ha afectado a varios bancos europeos, como el franc¨¦s BNP Paribas y los alemanes IKB, Sachsen Bank y Deutsche Bank. El grado de gravedad de la crisis y su impacto sobre la econom¨ªa real y el crecimiento es todav¨ªa desconocido. De momento, la valoraci¨®n la Comisi¨®n Europea templa gaitas. "La Comisi¨®n conf¨ªa en que la crisis no tenga un impacto grave ni sostenido", seg¨²n su portavoz, Johannes Laitenberger.
El comisario de Asuntos Econ¨®micos, Joaqu¨ªn Almunia, ya hab¨ªa advertido ¨²ltimamente sobre los riesgos de los cr¨¦ditos hipotecarios en un mercado como el de EE UU, mucho menos regulado que el europeo. Por su parte, Charlie McCreevy, comisario de Mercado Interior y Servicios, anunci¨® que la Comisi¨®n analizar¨ªa con detalle el funcionamiento de las agencias de calificaci¨®n. El debate econ¨®mico de fondo se cruza con una exigencia de mayor intervenci¨®n pol¨ªtica en el Gobierno de la zona euro que promueve el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy.
En el frente m¨¢s pol¨ªtico, el futuro de Kosovo es otra de las asignaturas pendientes que afrontar¨¢ la UE en los pr¨®ximos meses y que puede ser una amenaza seria para la estabilidad de la regi¨®n. Para hoy est¨¢ prevista la reuni¨®n en Viena de los representantes de la troika (Uni¨®n Europea, Estados Unidos y Rusia), con representantes de Serbia y Kosovo. La troika, formada por los embajadores Wolfgang Ischinger, designado por el alto representante de la UE Javier Solana; Frank Wisner, (Estados Unidos) y Alexander Botsan-Khartchenko (Rusia), intenta alcanzar un acuerdo antes del 10 de diciembre.
Con el acuerdo en la mano, las partes volver¨ªan a Naciones Unidas para que formalizase una soluci¨®n definitiva. El criterio de la UE es que la soluci¨®n debe ser aceptada por ambas partes, marcando distancias de la postura de George W. Bush, que ofrece su respaldo a una declaraci¨®n unilateral de independencia.
En Turqu¨ªa, la elecci¨®n del presidente Abdul¨¢ G¨¹l es la noticia m¨¢s positiva recibida por la Uni¨®n Europea durante los ¨²ltimos d¨ªas. Ha obligado a suavizar las posiciones a Sarkozy y ha allanado el camino para la adhesi¨®n de Turqu¨ªa a la UE, tras las manifestaciones del Gobierno turco de continuar con las reformas.
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