Los Franco, otra vez

La familia de Francisco Franco, hoy encabezada por su hija, Carmen, se ha cerrado en banda ante el intento de la Xunta de determinar si declara el Pazo de Meir¨¢s bien de inter¨¦s cultural (BIC), lo que impondr¨ªa un m¨ªnimo uso p¨²blico a la propiedad regalada en 1938 al dictador en nombre del "pueblo de A Coru?a". Ante la pretensi¨®n de la Conseller¨ªa de Cultura de inspeccionar ayer el interior del palacio y sus jardines para evaluar su valor y su estado de conservaci¨®n, los Franco presentaron un recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y negaron el acceso a los funcionarios. La respuesta de la Xunta fue inmediata: abri¨® un expediente sancionador contra los herederos del dictador, que se enfrentan a una multa m¨¢xima de 60.000 euros, y pedir¨¢ autorizaci¨®n judicial para entrar en la propiedad.

Hace en realidad meses que la familia del dictador entre 1936 y 1975 obstaculiza, con sucesivos aplazamientos, la inspecci¨®n de los t¨¦cnicos de la Xunta, un tr¨¢mite imprescindible para completar el abultado informe documentado que la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio empez¨® a recopilar hace m¨¢s de un a?o con el fin de decidir si el pazo re¨²ne las condiciones para ser declarado Bien de Inter¨¦s Cultural. Pero el conflicto se radicaliz¨® en los ¨²ltimos d¨ªas. Ante el silencio de Carmen Franco Polo, quien hab¨ªa prometido por escrito permitir la inspecci¨®n t¨¦cnica durante el mes de agosto, la conseller¨ªa se decidi¨® a actuar y utilizar su potestad legal para imponer una visita a una propiedad que figura en el Inventario del Patrimonio Cultural de Galicia.

El departamento auton¨®mico comunic¨® la semana pasada por fax a la hija de Franco que enviar¨ªa a sus t¨¦cnicos ayer y que negar el acceso ser¨ªa una infracci¨®n leve por obstrucci¨®n. Pero al llegar a Meir¨¢s, el equipo de la conseller¨ªa, compuesto por una arquitecta, un arque¨®logo y una historiadora del arte, se encontr¨® con un abogado de la familia del dictador que les impidi¨® entrar y les inform¨® de que, la v¨ªspera, la familia present¨® un contencioso-administrativo contra la Xunta por pretender supervisar el estado de una propiedad privada. Frente a estos argumentos, la Administraci¨®n blande sus competencias para inspeccionar cualquier bien registrado en el Inventario del Patrimonio Cultural de Galicia, como lo es desde 1991 el singular palacio de tres torres rectangulares y sus jardines, enclavado en el municipio coru?¨¦s de Sada. Los t¨¦cnicos de Cultura s¨®lo pretend¨ªan recopilar informaci¨®n sobre el estado y el valor del inmueble y de los bienes que contiene, as¨ª como realizar "un amplio reportaje fotogr¨¢fico del conjunto". La Xunta recurrir¨¢ ahora a un juez para poder entrar en una propiedad, destaca, que al estar inventariada ya est¨¢ sometida al control de Patrimonio.

Construidas en 1893 por encargo de la escritora Emilia Pardo Baz¨¢n para convertirlas en su santuario literario, las tambi¨¦n denominadas Torres de Meir¨¢s fueron adquiridas en 1938 por un grupo de empresarios adeptos al dictador mediante financiaci¨®n de instituciones p¨²blicas, una supuesta "suscripci¨®n popular" en la que las autoridades fijaban la cantidad del donativo que se deb¨ªa entregar "de forma voluntaria", as¨ª como mediante el descuento obligatorio de un d¨ªa de sueldo a funcionarios y empleados de empresas afines.

La propiedad fue ampliada hasta seis hect¨¢reas con la expropiaci¨®n o compra de fincas y casas anexas, sin compensaci¨®n econ¨®mica en algunos casos. El Pazo de Meir¨¢s y sus jardines, que figuran en el Registro de la Propiedad a nombre de Carmen Polo, la esposa del dictador fallecida en 1988, fueron regalados durante una pomposa ceremonia a Franco, quien la convirti¨® en su residencia veraniega. Nadie sabe cu¨¢l es el estado de conservaci¨®n de la propiedad, devastada en parte por un incendio en 1978, ni qu¨¦ bienes alberga en su interior.