Transversalidad pol¨ªtica sin pasaportes

La pluralidad pol¨ªtica es uno de los signos de nuestros tiempos y sobre todo de la sociedad del porvenir, y la transversalidad pol¨ªtica entre nacionalistas y no nacionalistas constituye hoy d¨ªa la m¨¢s acertada expresi¨®n y respuesta a una valoraci¨®n positiva de ese fen¨®meno social

Convivimos en la misma sociedad nacionalistas y no nacionalistas y tambi¨¦n algunos que se definen como anti-nacionalistas, a quienes Ernest Lluch denomin¨® con acierto "nacionalistas de reacci¨®n". Tal hecho social es adem¨¢s de real e irreversible, progresivamente acelerado. La pluralidad no es en s¨ª mismo un hecho social negativo, sino complejo, cuya primera afecci¨®n constatable es el impacto ante la identidad colectiva pol¨ªtica. Es decir, ante la identidad nacional.

Es la decisi¨®n de Ferraz la que ha hecho imposible un gobierno de progreso y transversal en Navarra

Sin duda, todos habremos de revisar cara al futuro muchas concepciones y actitudes, pero en todo caso la transversalidad pol¨ªtica es sin duda, un camino acertado.

En el caso de Navarra lo que se ha efectuado es precisamente un intento de gobierno de progreso de car¨¢cter transversal, es decir, constituido por nacionalistas y no nacionalistas, sin ninguna ocultaci¨®n. El com¨²n denominador ten¨ªa que ser el de un programa de progreso, cuyo acuerdo se demostr¨® posible. La funcionalidad de ese gobierno de progreso exig¨ªa tambi¨¦n pactar no solo los acuerdos, sino tambi¨¦n las diferencias y aparcar o relegar las cuestiones de confrontaci¨®n. Es decir, trasladar a la pol¨ªtica lo que en la vida real es normal y corriente en ¨¢mbitos mercantiles, sociales, culturales, etc.

Adem¨¢s en el caso de Navarra la necesidad de un cambio de gobierno se hab¨ªa tornado de urgente gravedad, no solo por el hecho de que la derecha lleva gobernando 16 a?os, sino adem¨¢s porque lo hace con caracteres ultras y provocando crispaci¨®n social. UPN ha actuado como punta de lanza de la pol¨ªtica de confrontaci¨®n del PP y ha dado numerosos ejemplos de sectarismo en pol¨ªticas sociales, ling¨¹¨ªsticas, culturales y hasta de derechos civiles.

Ha sido precisamente esa necesidad de cambio pol¨ªtico tan profundamente sentida por la sociedad navarra, la que ha impulsado a la coalici¨®n Nafarroa Bai a realizar las cesiones necesarias para hacer posible el cambio pol¨ªtico anhelado. Nafarroa Bai cree que interpret¨® acertadamente los resultados electorales y la voluntad de la mayor¨ªa del pueblo navarro.

Los navarros y navarras han elegido un gobierno diferente al de UPN-CDN, pero adem¨¢s un gobierno plural y por lo tanto espec¨ªficamente un gobierno transversal. Una pluralidad en el gobierno, que constituir¨ªa sin duda, el m¨¢s eficaz instrumento contra uno de nuestros males pol¨ªticos end¨¦micos, como es el de la corrupci¨®n. Por otro lado, ?C¨®mo no habr¨ªa de impulsar Nafarroa Bai un gobierno transversal, si la propia coalici¨®n es en s¨ª misma transversal entre nacionalistas y no nacionalistas?

Por estas convicciones Nafarroa Bai sigui¨® negociando a¨²n despu¨¦s de la profunda insatisfacci¨®n que le origin¨® el que UPN mantuviese en minor¨ªa la alcald¨ªa de Pamplona y otros municipios, a pesar de no compartir la argumentaci¨®n del PSN de no querer coincidir en votos con concejales de ANV, legalmente elegidos. Nafarroa Bai volvi¨® incluso a la mesa de negociaci¨®n, a¨²n despu¨¦s de haberse coaligado UPN y PSN en la elecci¨®n de la mesa del Parlamento, tras la reuni¨®n "secreta" entre el Sr. Blanco y el tandem Del Burgo-Sanz, que estos ¨²ltimos se encargaron de publicitar de inmediato. Por las mismas convicciones Nafarroa Bai renunci¨® a la presidencia, a la vicepresidencia y se conform¨® con compartir la portavoc¨ªa habitual del posible gobierno.

Es la decisi¨®n de Ferraz la que ha hecho imposible un gobierno de progreso y transversal en Navarra, cometiendo graves errores. El primero el de la falta de respeto a la ciudadan¨ªa navarra y a sus propios militantes y votantes, rompiendo as¨ª la palabra empe?ada. El segundo grave error del PSOE es el de haber sucumbido a la presi¨®n de la derecha, que desde el propio 27 de mayo atac¨® con todos sus medios la posibilidad de un gobierno plural y de progreso para Navarra.

Los nacionalistas vamos a seguir aqu¨ª. Nafarroa Bai ha resultado la segunda fuerza electoral de Navarra en las ¨²ltimas elecciones y nuestro leg¨ªtimo af¨¢n no puede ser m¨¢s que el disputar el primer puesto a UPN. Las c¨¢balas sobre las "ultimas intenciones" de Aralar o sobre la divisi¨®n pol¨ªtica entre nacionalistas y no nacionalistas son anticuadas, porque en la sociedad de hoy d¨ªa y sobre todo del futuro no hace falta pasaporte, sino transversalidad.