La industria de coches de Galicia es la ¨²nica que crea empleo en Espa?a
El sector atribuye la 'burbuja gallega' a la alta productividad y a los salarios m¨¢s bajos
La industria gallega del autom¨®vil es un caso singular en Espa?a. Es la ¨²nica que crea empleo en un sector cuya tendencia es el cierre de f¨¢bricas y la deslocalizaci¨®n hacia pa¨ªses con mano de obra m¨¢s barata. Entre 2000 y 2006, la industria gallega del autom¨®vil duplic¨® su n¨²mero de empleados, en tanto que en el resto de Espa?a la cifra de puestos de trabajo permanece estancada. Empresas y sindicatos atribuyen esta burbuja gallega a la alta productividad alcanzada en el sector y el mantenimiento de un diferencial salarial m¨¢s bajo en Galicia.
Las 75 plantas de producci¨®n de coches y piezas para autom¨®viles instaladas en Galicia han duplicado su empleo en los ¨²ltimos seis a?os. La evoluci¨®n procede tanto del aumento de plantillas en las f¨¢bricas m¨¢s antiguas como de la creaci¨®n de nuevas factor¨ªas (10 nuevas f¨¢bricas instaladas en Vigo, Pontevedra, Mar¨ªn, O Barco y Ourense).
Es el ¨²nico caso en Espa?a, en un sector duramente afectado por la deslocalizaci¨®n y el cierre de plantas de componentes. Seg¨²n los datos de las patronales espa?ola, Sernauto, y gallega CEAGA (Cl¨²ster de Empresas de Automoci¨®n de Galicia), entre los a?os 2000 y 2006, la industria gallega de componentes del autom¨®vil aument¨® en un 90,4% su n¨²mero de empleados, pasando de 8.193 operarios a 15.600 trabajadores. A estas 75 factor¨ªas de piezas para coches a¨²n hay que a?adir los 9.240 trabajadores de PSA Peugeot Citro?n en Vigo, tambi¨¦n en ascenso en los dos ¨²ltimos a?os.
En el conjunto de Espa?a esta industria est¨¢ en declive y con datos de empleo estancados. Hoy hay 248.000 empleados, los mismos que en el a?o 2000. En 2006 se mantuvo la tendencia. Mientras las f¨¢bricas gallegas aumentaron en un 5,9% el empleo (868 trabajadores m¨¢s) , el resto de las espa?olas lo recortaron en un 1,3% (3.000 empleados menos).
Razones del ¨¦xito
?A qu¨¦ se debe esta burbuja industrial? Sindicatos y patronal atribuyen la buena marcha del sector al mantenimiento de una elevada productividad (valor de la producci¨®n por empleado), por encima de la media espa?ola del sector, as¨ª como a un nivel salarial m¨¢s bajo. El gabinete de estudios econ¨®micos de CC OO Galicia, que lleva a?os analizando el caso del Cl¨²ster del Autom¨®vil, asegura que el diferencial salarial contin¨²a siendo atractivo para componentes que a¨²n precisan de mucha mano de obra "y en Galicia el sueldo de un operario es casi un 50% inferior al del sector en Madrid o en Catalu?a o Pa¨ªs Vasco".
Lo que m¨¢s preocupa a la patronal gallega CEAGA no es el presente, si no el futuro. En Vigo, que se ha convertido en la nueva capital espa?ola del autom¨®vil, no todo son buenas noticias. Las empresas de componentes dependen en un 40% de Citro?n, empresa que est¨¢ negociando nuevas condiciones de suministro. La multinacional francesa quiere precios m¨¢s baratos.
Dos de las principales compa?¨ªas del sector a¨²n pasan por duros aprietos. Se trata del montador de asientos Faurecia (filial de Citro?n) y del fabricante de espumas y moquetas para coches Copo. Esta ¨²ltima se ha visto obligada a suscribir una importante ampliaci¨®n de capital, que ha dejado fuera de su accionariado a su presidente y fundador, Rom¨¢n Yarza.
CEAGA ha puesto en marcha un plan estrat¨¦gico basado en la innovaci¨®n y no en el costo de la mano de obra. Una de las piezas clave del nuevo escenario es el Centro Tecnol¨®gico del Autom¨®vil de Galicia (CTAG), que se ha convertido en el mayor centro investigaci¨®n empresarial gallego.
El CTAG ha aprobado un plan para duplicar su tama?o, pasando de 200 a 400 investigadores en tres a?os. El proyecto se basa en a?adir un nuevo centro de investigaci¨®n de componentes electr¨®nicos para coches, manteniendo las actuales divisiones de investigaci¨®n en sistemas de seguridad.
Dicho de otro modo, la automoci¨®n gallega quiere dejar de ser una industria destornillador y ponerse el traje de ingeniero.
En 2006 toda la industria automovil¨ªstica instalada en la vieja Europa (UE de los 15) redujo su producci¨®n de coches en un 1,5%. Espa?a salv¨® los muebles, creciendo un 0,9%, en tanto que los pa¨ªses del Este de Europa aumentaron su producci¨®n en un 23,3%. En Galicia el dato de crecimiento fue en 2006 del 7,8% y este a?o est¨¢ superando tasas del 20%. En 2006, Galicia fue la autonom¨ªa espa?ola l¨ªder en producci¨®n de autom¨®viles.
El jefe vive en Par¨ªs
"El miedo no es el presente, si no lo que pueda venir" explica el principal accionista de una importante compa?¨ªa gallega de componentes de automoci¨®n. La incertidumbre de las 75 principales auxiliares del autom¨®vil est¨¢ en la reducci¨®n de costes impuesta por PSA Peugeot Citro?n desde Par¨ªs.
Las empresas instaladas en Galicia aseguran que ya trabajaban ajustadas al mil¨ªmetro en sus costes, con lo que una bajada de los precios que Citro?n paga por sus piezas les obligar¨ªa a recortar sus costes laborales: o despidos o contratos m¨¢s baratos. No es la situaci¨®n de este a?o, de pleno empleo tras el lanzamiento del nuevo modelo de Citro?n (el nuevo Picasso), que ha generado gran demanda mundial y un nivel de producci¨®n r¨¦cord tanto en la factor¨ªa de coches como en toda la industria auxiliar.
Pierre Ianni, el nuevo director de la factor¨ªa que reemplaz¨® a Javier Riera, es, por vez primera en muchos a?os, un franc¨¦s designado por el nuevo presidente, Christian Streiff. El sector se ha tomado su nombramiento como un mensaje de vuelta al centralismo del grupo y teme que la reconversi¨®n iniciada por Streiff (ya ha ordenado el cierre de la planta de Ryton en Gran Breta?a y miles de despidos en Francia) llegue a Galicia. Ianni ha desembarcado en Vigo con el nuevo discurso de reducci¨®n de costes.
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