"Soy una persona respetable"
La polic¨ªa difunde el interrogatorio del senador de EE UU envuelto en un esc¨¢ndalo sexual
Los l¨ªderes republicanos quieren que Larry Craig se vaya a casa. El senador por Idaho, uno de los Estados de Estados Unidos donde los conservadores tienen m¨¢s adeptos, es la ¨²ltima v¨ªctima de una campa?a de acoso y derribo dentro del partido, que desea quitarse de encima un nuevo esc¨¢ndalo sexual que puede trastocar la carrera de sus candidatos a las presidenciales de 2008. La polic¨ªa acaba de publicar las cintas del interrogatorio a Craig, en las que insiste en que no es gay y pone en duda la interpretaci¨®n de lo sucedido. El republicano tiene previsto anunciar hoy sus planes pol¨ªticos de futuro y todo indica que tiene la intenci¨®n de abandonar el Senado a finales de septiembre.
La popularidad de los legisladores en el Capitolio est¨¢ casi al mismo nivel que la del presidente George W. Bush: por los suelos. Y es que, como explican los comentaristas pol¨ªticos, Washington es un lugar lleno de hipocres¨ªa. En el caso del partido republicano, que abandera la defensa de los valores de la familia para ganarse el apoyo de los electores conservadores, la demagogia llega a un grado superior. Larry Craig es un ejemplo.
El senador es uno de los principales conservadores dentro de su partido. Se opuso en el pasado a las uniones civiles entre personas del mismo sexo, vot¨® contra la posibilidad de que homosexuales y lesbianas se alistaran en el Ej¨¦rcito y se declara contrario al aborto. Durante el caso Lewinsky, arremeti¨® con dureza contra el ex presidente dem¨®crata Bill Clinton, al que calific¨® de "ni?o malo, travieso y guarro".
Las tornas se le han vuelto otra vez en su contra. En 1982 ya fue acusado de intentar aproximarse con intenciones sexuales a becarios en el Congreso. El pasado 11 de junio era arrestado en el aeropuerto de Minneapolis tras declararse culpable de haber cometido "una conducta lasciva" en un aseo de caballeros. El senador, seg¨²n el relato de la polic¨ªa aeroportuaria, se aproxim¨® a un agente de paisano con el prop¨®sito de mantener una relaci¨®n sexual. Las cintas hechas p¨²blicas muestran el careo que mantuvieron el pol¨ªtico y el oficial Dave Karsnia durante el interrogatorio posterior, donde el legislador rebate las acusaciones en su contra.
Evitar un juicio
"No soy gay. No hago este tipo de cosas", dijo Craig, mientras Karsnia le replicaba que no le importaba su orientaci¨®n sexual, sino lo que pretend¨ªa hacer en el aseo. El senador explica que lo frecuenta con regularidad, porque utiliza el aeropuerto de las ciudades gemelas casi todas las semanas. Y discrep¨® con vehemencia del relato que hizo el polic¨ªa sobre la manera en la que entraron en contacto sus pies y las se?ales que supuestamente le hac¨ªa con la mano bajo el panel de separaci¨®n de los retretes.
El senador explica al polic¨ªa que se declar¨® culpable para evitar ir a juicio. Karsnia, por su parte, asegur¨® que le pondr¨ªa en libertad cuando pagara una multa. "Eso ser¨¢ todo", le dijo mientras se compromet¨ªa a no llamar a los medios de comunicaci¨®n. "Soy una persona respetable", insist¨ªa en tono acalorado el senador mientras el oficial calificaba de "incre¨ªble" su relato y afirmaba que otros pol¨ªticos est¨¢n terminando tambi¨¦n en las cloacas. "La gente les vota", remach¨®.
El esc¨¢ndalo no es el ¨²nico que ha aflorado entre las filas republicanas. El caso de Mark Foley, que el a?o pasado tuvo que renunciar a su esca?o por Florida en plena campa?a a las legislativas tras salir a la luz que intercambiaba mensajes con becarios varones en el Congreso, es la muestra del da?o pol¨ªtico que pueden llegar a provocar estos esc¨¢ndalos a los republicanos. No es el ¨²nico. El senador David Vitter, por San Diego, est¨¢ implicado en una investigaci¨®n del FBI en el conocido como caso D. C. Madam, en el que tambi¨¦n aparece el nombre del parlamentario de Alaska, Ted Stevens.
Figuran m¨¢s nombres entre los l¨ªderes conservadores manchados por el esc¨¢ndalo sexual y que van m¨¢s all¨¢ del c¨ªrculo de poder en Washington. El pasado mes de julio era arrestado Robert Allen, representante republicano en Florida, por solicitar tambi¨¦n sexo a un agente de paisano en un lavabo para caballeros. Por no dejar de citar a Ted Haggard, el antiguo l¨ªder de la Iglesia evangelista y asesor espiritual del presidente Bush.
Los l¨ªderes del partido republicano quieren hacer limpieza antes de que las cosas se pongan m¨¢s feas, y forzar a Craig a que se retire de la pol¨ªtica antes de echarlo por las malas. Y es que su permanencia les puede hacer mucho da?o. Los conservadores tienen un apoyo del 67% en Idaho y no quieren perder ni un voto en ese Estado. De momento, el senador opt¨® por dejar el puesto de asesor en la campa?a para las primarias de Mitt Rommey.
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