"Las bienales de arte son filtros muy arbitrarios"
Cuando la familia Rockefeller fund¨® el MoMA en 1929, naci¨® algo m¨¢s que un museo. Desde la II Guerra Mundial, marc¨® el paso, consagrando artistas y movimientos que se convirtieron en el canon art¨ªstico del siglo XX. Como resultado, Nueva York tom¨® el relevo a Par¨ªs como centro del arte mundial, un t¨ªtulo que, hasta hoy, ninguna otra ciudad le ha podido arrebatar.
Jay Levenson, director del programa internacional del MoMA, explica, durante una reciente visita a Madrid, cu¨¢l es la misi¨®n actual del museo y su relaci¨®n con los artistas y el mercado.
Pregunta. ?Qu¨¦ determina lo que debe entrar en el MoMA?
Respuesta. Los museos llegan a un punto en el que tienen que mirar hacia atr¨¢s y decidir qu¨¦ hacer: si cubren las lagunas que se dejaron en el pasado o avanzan y compran lo que se considera importante en cada momento. En sus or¨ªgenes, el museo ten¨ªa una idea muy precisa de lo que era importante en arte moderno: empez¨® con Picasso y hab¨ªa que recoger todas las corrientes que despegaron a partir de su arte revolucionario. Ahora, con una perspectiva hist¨®rica, se ve que hab¨ªa otras cosas que tambi¨¦n eran interesantes. El museo trata de comprar cosas que la primera generaci¨®n no adquiri¨® porque no las consider¨® importantes. Pero hay que llegar a un equilibrio: hay que incorporar ciertas cosas que faltan, pero sin olvidar que es tarde ya para lograr un museo enciclop¨¦dico.
"No creo que se impulsara a la Escuela de Nueva York por su mensaje pol¨ªtico"
P. Los comisarios del MoMA, ?viajan lo suficiente como para conocer a fondo la obra de artistas no estadounidenses?
R. Los comisarios viajan en relaci¨®n con las exposiciones que preparan. Tambi¨¦n suelen ir a Par¨ªs, a Londres o a la Bienal de Venecia. Pero no hay forma de cubrir el mundo entero permanentemente. En las grandes bienales se pueden ver muchas cosas en pocos d¨ªas, pero al final son selecciones muy arbitrarias, son filtros. Lo importante es que los artistas tengan buenos galeristas. En algunos pa¨ªses, como Brasil, hay galeristas muy activos que van a todas las ferias de arte, viajan y promueven a sus artistas. Si alguien es bueno, es importante que los coleccionistas y los comisarios lo conozcan.
P. Se ha hablado mucho del papel propagandista que tuvo el MoMA, despu¨¦s de la II Guerra Mundial, como impulsor del expresionismo abstracto para contrarrestar el arte de la ¨®rbita sovi¨¦tica.
R. El museo dio acceso a Michael Kimmelman [cr¨ªtico de arte de The New York Times] a los archivos del MoMA para que elaborara un trabajo sobre la relaci¨®n entre el museo y la CIA y no encontr¨® ning¨²n v¨ªnculo directo. En aquellos tiempos, la gente que trabajaba en el MoMA era la misma que trabajaba para la Administraci¨®n [Nelson Rockefeller fue un estrecho colaborador de los presidentes Roosevelt, Truman y Eisenhower], por lo que es f¨¢cil pensar que ten¨ªan las mismas ideas. A m¨ª me resulta muy dif¨ªcil creer que impulsaron a los artistas de la Escuela de Nueva York [expresionismo abstracto] porque consideraron que ten¨ªan un mensaje pol¨ªtico; creo que los promovieron porque eran buenos artistas. Pero, bueno, y esto no es nada que no se sepa, los s¨®viets estaban impulsando su cultura y Estados Unidos no ten¨ªa un ministerio de cultura...
P. Los grandes museos cada vez se gestionan m¨¢s como corporaciones; el fen¨®meno de las tiendas de regalos es un ejemplo de ello. ?No hay peligro de que se conviertan en parques tem¨¢ticos?
R. Personalmente, creo que es bueno que una persona entre en un museo, sea por la raz¨®n que sea. Siempre hay una probabilidad de que vea algo o establezca una conexi¨®n con algo. No considero importante la raz¨®n que trae a una persona a un museo. En cuanto a la tienda de regalos, tenemos la ventaja de que la nuestra empez¨® como una tienda de dise?o para vender cosas de ese departamento y, todav¨ªa hoy, muchas de las cosas las elige el comisario de esa secci¨®n, as¨ª que podemos decir que es parte de nuestra misi¨®n.
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