La monta?a rusa
Efimkin se une a sus compatriotas Tonkov y Zintchenko como ganador en los lagos de Covadonga
H¨¦roe, escalador, l¨ªder. Al ruso Vladimir Efimkin no le cab¨ªan los lagos en el pecho.
H¨¦roe, porque se meti¨® entre el pecho y las piernas (tambi¨¦n la cabeza juega un papel importante en estos casos) 170 kil¨®metros de escapada con una treintena de ciclistas. Una de esas fugas destinadas a morir, pero que, a medida que avanzan los kil¨®metros, se antojan un muro de granito a los que tiran del pelot¨®n. Era el h¨¦roe que los meritorios de las tres etapas anteriores no pudieron ser (Acevedo, por ejemplo, que al menos sigue como rey de la monta?a).
Escalador, porque ganar en los lagos tiene mucho de corona de laurel. Pasa a la historia. Y Efimkin se sum¨® a sus compatriotas Tonkov (a quien profesa admiraci¨®n) y Zintchenko convirti¨¦ndolos en una especie de monta?a rusa, quiz¨¢s en una rutina. Qui¨¦n sabe.
Sastre se examin¨® a s¨ª mismo y sac¨® notable, pero sobre todo examin¨® a sus adversarios
Lider, porque sac¨® 1m 6s a los gallos del corral: Pieppoli, segundo; Devolder; su compatriota Menchov, segundo en la general, y Sastre, el primer favorito que ense?¨® las piernas.
Sastre se examin¨® a s¨ª mismo y sac¨® notable, pero sobre todo examin¨® a sus adversarios. Un tipo sincero el madrile?o. Un d¨ªa antes se preguntaba qui¨¦n ir¨ªa a por la Vuelta y qui¨¦n no, y qui¨¦n podr¨ªa ir a por ella y qui¨¦n no aunque quisiera. En la m¨ªnima estancia posterior a la meta, sentado en el suelo, cambi¨¢ndose de ropa, lanzaba su primera respuesta: "Est¨¢ claro que Evans no ha venido a pasearse", sentenci¨®.
El australiano, que hab¨ªa confesado que ven¨ªa a rodarse (no confundir con estar a rueda, que es lo suyo), respondi¨® a las exigencias de la carrera. Aguant¨® a Sastre, se qued¨®, enganch¨® y finalmente cedi¨® 20 segundos. Poco m¨¢s o menos lo que indica su libro de ruta: un poco de goma, mucho de esfuerzo personal y a esperar la contrarreloj, en la que, generalmente, los perfiles profesionales son m¨¢s acusados. El suyo es de los buenos.
Efimkin, ajeno a esos avatares, fue a los suyo. Se enganch¨® a la escapada buena (no para todos, s¨ª para ¨¦l), que rompi¨® la carrera inesperadamente. Una escapada que se convirti¨® en el argumento prioritario, dejando la subida a los lagos en un interrogante sobre la caza.
El Caisse d'?pargne hab¨ªa movido bien sus peones. Ten¨ªa a un tipo duro, a un buen escalador, por delante para ganar la etapa y a Pereiro, un tipo enrabietado tras su caida en Galicia, para defender su posici¨®n en el equipo.
Cuando el grupo emprendi¨® la subida a los lagos, la ventaja era considerable, unos dos minutos, de forma que se aventuraban dos carreras: la de la etapa y la de los candidatos. Cuesta empez¨® a trabajar en el CSC para preparar el camino de Sastre, pero Efimkin decidi¨® hacer la subida en solitario, con un ritmo de escalador, sin grandes dosis de sufrimiento, sin tirones, sentado, seguro, potente. Por detr¨¢s, cuando Cuesta cedi¨®, antes de La Huesera, Sastre decidi¨® empezar la batalla. Pereiro, respondi¨®. Un amago. Quienes s¨ª enlazaron con el madrile?o fueron Menchov, Pieppoli y Evans, que hilvanaron la primera selecci¨®n. Por detr¨¢s, Marchante y Pereiro se quedaron cortados. M¨¢s a¨²n cuando Menchov prob¨® fortuna en el mirador de la reina en un ataque seco, pero corto. Casi nada cambi¨®, salvo los esfuerzos de Evans por seguir la estela de los mejores y la rabia de Pereiro por no quedarse relegado, lo que le oblig¨® a atacar. Ah¨ª estaba la carrera, a la que se sumaron algunos de los ca¨ªdos de la escapada inicial que aguantaron hasta el final, como Devolder o Sorensen, una ayuda para Sastre.
Del Euskaltel hubo peque?as noticias. S¨¢nchez sufri¨® m¨¢s de lo esperado. El asturiano reconoc¨ªa, en la meta, que su compa?ero Ant¨®n (un escalador puro) evit¨® que perdiera m¨¢s tiempo. Un minuto y 23 segundos respecto a Menchov (segundo clasificado en la general) no parece el muro de Berl¨ªn.
Los lagos fueron un test, pero uno de esos test de oposiciones a la funci¨®n p¨²blica. Un test inicial que encumbr¨® a un ciclista ruso, otra vez, y dej¨® buena nota para algunos competidores. Suspender, suspender..., no suspendio casi nadie.
![Efimkin cruza victorioso la meta de Lagos de Covadonga.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZDJXQSNMYF4J5RULA5WZSFH3QA.jpg?auth=93a1fbd1b6d847321767deba4902fae649029abfd09f5c8b89aca2f15707afa4&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.